Una estudiante de primer semestre de Psicología comparte los resultados de su investigación sobre la romantización de la violencia en las relaciones de pareja.

Por Martha Daniela González Rentería

“Dime que me necesitas, que sin mí tú no respiras, yo sólo quiero ser tu vida, eso no es mucho pedir, sofócame con tus sonrisas y sana todas mis heridas, ya no me mates de cerquita, por ti yo quiero vivir.”

Nsqk

Natalia Garay (2020) define al amor romántico como “una construcción sociocultural que sirve como modelo para establecer las relaciones de pareja”; a lo largo de la investigación que desarrollé durante el primer semestre de psicología, yo aprendí a definirlo como un tipo de amor idealizado en el que se viven actos violentos a veces imperceptibles para la mayor parte de la sociedad debido a la preocupante normalización de éstos. El amor romántico está en todas partes, se hace presente en las canciones, en las redes sociales y en las formas de socialización tempranas, sea en la escuela o la familia.

Para mí fue importante investigar este tema porque el amor en general y particularmente, el que buscamos en una pareja, es algo que experimentamos a lo largo de toda nuestra vida. Las relaciones afectivas en pareja juegan un papel importante en nuestro desarrollo como personas, por lo que aprender a dar y recibir amor sanamente es de suma relevancia, así como saber identificar las percepciones y conductas que perpetúan condiciones de desigualdad, opresión y dependencia en la pareja.

El amor romántico no es un amor sano, en él se pueden observar conductas violentas a las cuales también podemos llamar mitos del amor romántico, Carmen Ruiz (2016) recopila algunos de estos, como, por ejemplo, el mito del amor omnipotente, es decir, la idea de que el amor lo puede todo; el mito de los celos, que refuerza el mensaje de que el amor es sinónimo de posesión; la falacia de “la entrega total”, que refiere a la dependencia hacia la pareja. Entre otros muchos, estos mitos estimulan, normalizan e idealizan la presencia de violencia en relaciones amorosas poniendo en peligro la integridad y bienestar de las personas involucradas en el vínculo afectivo.

El amor romántico y la violencia que genera son temas importantes para la psicología y, puesto que el amor forma una parte esencial del desarrollo de muchas personas, el cómo lo vivencian puede alterar la forma en que se relacionan y su autoconcepto. En México, la Encuesta de la Dinámica de los Hogares (ENDIREH, 2006), nos muestra que la violencia en la pareja alcanza proporciones significativas; 40 de cada 100 mujeres de 15 años y más casadas o unidas, informan que su pareja las ha violentado de algún modo. El tipo de violencia más común es la psicológica/emocional (32%), le secunda la económica (22.9%); la física (10.2%) y por último la sexual (6.0%).

Estos datos me llevaron a cuestionarme si el amor romántico jugaba un papel importante en las formas en que se relacionan afectivamente otras jóvenes como yo, si eran capaces -y hasta qué punto- de identificar la romantización de la violencia en las experiencias de pareja y /o enamoramiento que habían vivenciado. Con ese propósito, elaboré algunas entrevistas exploratorias con estudiantes del ITESO, en el marco de la materia de Seminario de Métodos de Investigación I de la Licenciatura en Psicología. A través de las entrevistas aprendí, antes que nada, a ver mis propias conductas y a examinar mis modos de relacionarme e imaginar el amor en pareja.

Con este proyecto aprendí que muchas conductas que permitimos en nuestras relaciones están plagadas de microviolencias que son complejas de distinguir y rasgos violentos fáciles de reconocer, pero que, aun así, son vistos como una manera deseable de expresar cariño e interés. Al investigar cuáles son los mitos del amor romántico advertí que yo misma creía en muchas de estas ideas, en algunos casos me pareció complicado encontrar lo que estaba mal.

Es difícil notar la violencia que hemos asimilado como deseable, por ello, es imprescindible aprender a identificar las situaciones que nos hacen sentir incómodes, limitades o con las que no estemos de acuerdo en nuestras relaciones de pareja. Con el propósito de profundizar al respecto, durante las entrevistas abordamos las señales de alerta o red flags, que podemos identificar en una relación sentimental, por ejemplo: no dejarte salir sola, tratarte diferente cuando está con sus amigos, no dejar claro qué quiere contigo, hablar mal de todas sus ex parejas, entre otras. La responsabilidad afectiva, es crucial para prevenir conductas propias y ajenas que nos puedan lastimar a nosotres o a les demás. Saber identificar los mitos de amor romántico es entonces una forma de cuidarnos y de cuidar a las personas con las que nos relacionamos.

Comprendí que aprender a identificar la violencia es una tarea compleja que requiere de una educación socioemocional y me pregunté, ¿por qué no es común que nos adviertan de estos riesgos? ¿tiene la psicología alguna responsabilidad? ¿podríamos tomar, como psicólogas en formación, un rol más activo?

Como universitaria, reconozco que necesito ser cada vez más creativa y propositiva ante los problemas sociales, y que la investigación en psicología puede ser una herramienta adecuada para hacer más preguntas u obtener respuestas. Considero que la psicología puede tener un rol más protagónico en la educación socioemocional con perspectiva de género. En lo particular, aprender a nombrar las violencias del amor romántico, me posibilitó reconocerlo en mi propia historia, supongo que esto podría ser también de utilidad a otras jóvenes que, hasta el momento, no han logrado ponerle nombre a la violencia detrás de cada estrofa. A diferencia de la letra de la canción, que aparece a modo de epígrafe, deseo amar sin poseer, respirar por cuenta propia, compartir las sonrisas y darme tiempo de sanar mis heridas para no herir a los demás.

Bibliografía

Garay, N. (2020). Mitos del Amor Romántico en la oferta cinematográfica de El Salvador entre 2015 y 2017. Investigaciones UCA, 352-355.

Ruiz Repullo, C. (2016). Los mitos del amor romántico: SOS celos. In Mujeres e investigación. Aportaciones interdisciplinares: VI Congreso Universitario Internacional Investigación y Género (2016), p 625-636. SIEMUS (Seminario Interdisciplinar de Estudios de las Mujeres de la Universidad de Sevilla).

Daniela González Rentería es estudiante de segundo semestre de Psicología en ITESO. En su tiempo libre es aficionada a ir al gym, escuchar música e historias de terror, salir con sus amigos y realizar actividades que fomenten la creatividad como pintar y leer. Entre sus músicos predilectos figuran Nsqk, Milo J, Humbe y Duki.