Arranca la Semana de la Astronomía ITESO 2024 con una serie de actividades que incluyen conferencias sobre astronomía, astrofotografía, astrofísica e historia de la astronomía, observaciones nocturnas y solares, así como dos exposiciones artísticas
La astronomía es una de esas ciencias de la humanidad que tiene que ver con nuestra capacidad de asombro, de preguntarnos por las cosas y de alguna manera maravillarnos y encontrar la belleza de las cosas. Pero también está asociada con el desarrollo tecnológicos y los avances cotidianos que tenemos como sociedad. 

En estas dos dimensiones podrán verse sumergidos quienes tomen parte de la Semana de la Astronomía 2024, organizada por el Departamento de Matemáticas y Física (Dmaf) del ITESO y que se llevará a cabo del lunes 28 al viernes 1 de noviembre con acceso gratuito y abierto a todo el público interesado. 

“Siempre la astronomía ha llamado mucho la atención. Es interesante esto de los astros, las estrellas y las galaxias. Creo que ha ido creciendo este interés. Pocas universidades, en especial privadas, tienen a la astronomía como materia”, explicó Javier Zapata Romano, académico del Dmaf y uno de los organizadores del evento. 

Uno de los platos fuertes del evento será la visita de Christopher M. Graney, miembro del Observatorio Vaticano, quien hablará sobre las actividades de esta institución y dará otras dos charlas, una acerca de la astrología y los jesuitas, y otra sobre la idea que los jesuitas tienen sobre otros planetas y vida inteligente en el universo. 

Pero la semana también ofrece muchísimas cosas en diversos temas alrededor de la astronomía. Habrá tres conferencias sobre astrofotografía, una con el fotógrafo José Alberto Mtanous, quien hablará de las memorias del eclipse solar de este año el cual pudo capturar en una región desértica de Coahuila; también estará Fernando Peña orientando sobre cómo iniciarse en la fotografía de cuerpos celestes y Guillermo Cervantes, quien se referirá a cómo fotografiar desde cometas hasta estrellas fugaces. 

En temas históricos, el propio Zapata tendrá una conversación acerca de los eclipses en la antigüedad, y cómo estos fenómenos quedaron grabados en los relatos de ciertas batallas y quedaron plasmados en el arte del antiguo de Egipto, Mesopotamia o con el pueblo hebreo, y cómo llegan estas tradiciones hasta el Renacimiento en Europa. 

Ya en asuntos más relacionados con el estudio de los astros, Stephany Paulina Arellano, del Instituto de Astronomía y Meteorología de la UdeG, dará una charla sobre la selenografía, es decir, el estudio de los mapas de la Luna. Mientras que Alma Ruiz Velasco, especialista que trabajó un tiempo en el Observatorio Lowell, lugar donde se descubrió a Plutón, dictará una conferencia sobre este planeta. 

Alejandro Márquez Lugo, académico del Dmaf, tocará el tema de la espectroscopia, o sea, cómo a partir del análisis de la luz de las estrellas, es posible conocer de las propiedades y la materia que conforman a los astros; Fermín Aceves de la Cruz, otro académico del ITESO y la UdeG, explicará sobre cosmología, la constante de Hubble y la expansión del universo. 

Finalmente, María Isabel Pérez Martínez, profesora de la Universidad Autónoma de Zacatecas, compartirá su conocimiento de mecánica estelar sobre la muerte de las estrellas; y Juan Jorge Hermosillo, uno de los pioneros en temas de astronomía en el ITESO conversará sobre el desarrollo de esta disciplina al interior del campus. 

Cabe decir que además de las conferencias, habrá otras actividades aledañas tales como observaciones nocturnas y solares, un taller de medición de distancias del sistema solar –con Fermín Aceves–; dos exposiciones artísticas, la primera de foto en el Nivel 3 de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, “Cielos de México: un espectáculo de luz y sombras” con trabajos de Mtanous, Cervantes y Peña, y la segunda de acuarela, “Los bellos cortejos entre el sol y la luna”, en el lobby del Edificio J del Dmaf, con pinturas de Ruiz Velasco. 

Para Zapata, la observación del cielo y la astronomía como disciplina tiene varios rasgos de interés, el primero tiene que ver con el hecho de que el desarrollo astronómico ha permitido generar rutas de navegación, formas de medir el tiempo, y otros desarrollos técnicos:  

“Simplemente, las cámaras de los celulares, estos sensores que tienen fueron diseñados originalmente para tomar fotos de astronomía. Están los sensores de rayos X para detectar cosas prohibidas en los aviones o en los contenedores de camiones, esa tecnología se desarrolló originalmente para encontrar radiación en el cielo; los equipos de vigilancia nocturna en infrarrojo primero se desarrollaron para observar objetos fríos en el cielo que emiten infrarrojo”, declaró. 

La segunda tiene que ver con esta necesidad de perplejidad, belleza y conocimiento que tenemos como raza humana, que nos lleva a, desde distintos ámbitos, a maravillarnos con el manto estelar que nos cubre. “Incluso desde la fe”, comentó. “Dios crea este universo, se dice en el Génesis, ‘creó la luz y vio que era bella y la bendijo, entonces, qué hermoso es contemplar eso”.  

“Un gran problema de la sociedad es que, si no es algo que tenga una aplicabilidad inmediata, entonces no vale, pero hay muchas cosas, como la astronomía, literatura, el arte, la música, que ahí están. A nadie le van a pagar más por escuchar a Mozart, a Beethoven, a Caifanes, por leer El Quijote, a Pablo Neruda o a R.L. Stevenson, pero tiene una razón de ser, por la belleza que se transmite”, concluyó. 

 Consulta aquí el programa completo de la Semana de la Astronomía 

FOTO: Roberto Ornelas