Las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes de la jamaica son estudiadas por investigadores del ITESO con el fin de desarrollar una bebida para tratar síntomas de la Covid-19
Por Diana Alonso
La jamaica, esa flor que llegó al país hace más de 400 años, cuya bebida es un elemento importante en la dieta mexicana, podría considerarse como auxiliar en el tratamiento de la Covid-19.
El proyecto de investigación «Bebida de jamaica (Hibisscus sabdariffa) como potencial protector contra la enfermedad por SARS-CoV-2″ es desarrollado por investigadores de los departamentos de Psicología, Educación y Salud (DPES) y de Procesos Tecnológicos e Industriales (DPTI) del ITESO.
Edgar Mendivil, académico de la universidad, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y responsable del proyecto, menciona que este surgió a partir de otra investigación sobre las propiedades de la jamaica que podrían ayudar en el tratamiento de enfermedades relacionadas con las altas concentraciones de lípidos en la sangre (dislipidemia) y a partir de allí desarrollar una bebida con esa cualidad.
Como parte de la etapa inicial de la primera investigación, actualmente se desarrolla un estudio clínico sobre el efecto de una bebida tipo shot a base de jamaica e inulina de agave sobre los niveles de colesterol, triglicéridos y peso en pacientes con sobrepeso y obesidad.
Gracias a ese primer proyecto, el equipo de investigación descubrió que la bebida tenía la capacidad de regular moléculas proinflamatorias en el cuerpo y por lo tanto puede ayudar en caso de enfermedades inflamatorias agudas, como la provocada por el SARS-CoV-2. «Es una alternativa de un producto natural que ayudará a que los pacientes tengan un curso clínico menos peligroso», destaca Mendivil.
Édgar Mendívil, académico del Departamento de Psicología, Educación y Salud del ITESO.
El académico informó que también se trabaja en la caracterización de la bebida, es decir, en la separación de todos los compuestos bioactivos (sustancias químicas que se encuentran en alimentos), para así identificarlos por medio de un proceso llamado Cromatografía Liquida de Alta Presión (HPLC).
La investigación comenzó a desarrollarse en septiembre de 2021 y es una de las acreedoras al Fondo de Apoyo a la Investigación (FAI) del ITESO.
El equipo coordinado por Mendivil está conformado por los académicos del ITESO Laura Arellano, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos; Óscar Rojas, coordinador de Ingeniería en Biotecnología, y Ana Cecilia Zúñiga, coordinadora de la Clínica Nutricia de la universidad. Como colaboradoras externas participan investigadoras de la Universidad de Guadalajara: Ingrid Rivera, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS); Karina González, del Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénega); Karla Nuño, del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), y Érika Martínez, jefa del Departamento de Biología Molecular y Genómica del CUCS. También participan Sonia Sáyago, profesora investigadora del Tecnológico de Tepic, y César Ángel Hernández, académico de la Universidad Iberoamericana (Ibero) CDMX.