La periodista visitó el ITESO para participar en una charla en la que, tomando como punto de partida su libro Fruto, se reflexionó sobre el acto de cuidar, el autocuidado y la importancia de que más personas, sobre todo los hombres, se involucren en estas tareas

Daniela Rea es una de las periodistas más importantes del país. Sólo por poner un ejemplo, su libro La tropa: por qué mata un soldado, escrito junto con Pablo Ferri, es un material indispensable para entender el papel de las fuerzas armadas en la crisis de violencias y violaciones de derechos humanos que vive México desde hace años. Daniela Rea también es madre. Y desde su publicación, su libro Fruto se está convirtiendo en un material indispensable para reflexionar sobre la maternidad y sobre un tema del que se ha venido hablando cada vez con más frecuencia: los cuidados y las personas cuidadoras. Éste fue el eje de la charla titulada “Cuidar nos hace personas”, en la que Daniela Rea también escuchó cómo su libro ha tocado la vida de diferentes personas. 

La conducción estuvo a cargo de Carmen Díaz, académica del Departamento de Formación Humana del ITESO (DFH), quien dijo que la charla era producto de la colaboración del DFH, el Centro Interdisciplinario para la Formación y Vinculación Social (Cifovis) y el Centro Universitario Coincide. Un día antes había tenido lugar la presentación de Fruto en la librería José Luis Martínez, del Fondo de Cultura Económica, de donde Carmen Díaz rescató dos preguntas para llevarlas al auditorio D1 de la Universidad: “¿Cómo propiciamos estas conversaciones? ¿Cómo distribuimos mejor los cuidados?”. 

Daniela Rea comenzó por calificar como “chido” el hecho de que la conversación ocurriera en la Universidad, “un espacio estudiantil, de aprendizaje; un lugar para escuchar, aprender y compartir, y no en un parque entre dos o tres mamás cuidando que los hijos no se descalabren”. Agregó que es importante que la discusión sobre el tema de los cuidados “salga de los espacios íntimos, de la maternidad y que llegue a las sobremesas, a los espacios de trabajo”. 

A partir de preguntarse qué son los cuidados y de qué se habla cuando se les menciona, Rea Gómez hizo un breve repaso histórico con las ideas de pensadoras como Marcela Lagarde, Carolina León y Hanna Arendt, para explicar cómo el tema de los cuidados fue saliendo del espacio doméstico y entenderse como parte de la vida política. “Sin alguien haciendo las tareas de cuidados, la clase obrera no habría podido hacer trabajo político, no hay lucha política posible. Nosotros hoy estamos aquí porque alguien sostuvo nuestra vida”, dijo la periodista. 

Al explicar el origen de Fruto, mencionó que el libro surgió de la necesidad de compartir y acompañar las dificultades que experimentó a partir del nacimiento de su primera hija. “Me sentía recluida y tenía la necesidad de salir, sentirme acompañada”. Esto se extendió a la importancia de buscar “formas de cuidado más justas, recíprocas y comunes para ejercerlos”, y también dijo que es importante entender que “los cuidados no son igual a maternidad: hablamos de cuidado del territorio, de la comunidad. Cada vez hay más evidencia de la importancia de discutir alrededor de los cuidados. ¿Gracias a los cuidados de quién estamos aquí? ¿Nuestros cuidados a quién sostienen?”. 

En la ronda de preguntas, Daniela Rea respondió que es importante romper los roles que se han asignado de manera tradicional, y que esta ruptura debe impulsarse desde el diseño de las políticas públicas para que éstas no repliquen los estereotipos de género. También se refirió a la importancia del autocuidado e invitó a la audiencia a no caer en la trampa del capitalismo “que nos ha intentado vender el autocuidado con una mirada de consumo”. 

Finalmente, dijo que una de las cosas que le ha traído la publicación de Fruto es la oportunidad de escuchar las historias de otras personas y cómo se conectan con las experiencias que ella puso en las páginas. “Ha sido una experiencia compartida para construir un espacio en el que otras personas piensen su propia historia”.

FOTO: Zyan André