El Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO, el Observatorio Interdisciplinario del Ruido y Cruzada contra el Ruido presentaron Simón, una plataforma a diseñada por la empresa chilena eRuido para optimizar la manera en que se miden los niveles de ruido en la ciudad.

Son las once de la noche en avenida Chapultepec y el ruido de los escapes sin silenciador llena el ambiente; son las doce y los acordes de “Johnny B. Good” aturden a los vecinos de Casa Musa. Y aunque en el C3 Stage el sonido alcanza a ser contenido dentro del lugar, las vibraciones que se generan también hacen lo propio. Los tres puntos descritos son las primeras estaciones de Simón, un sistema de monitoreo de ruido que busca abatir el rezago que hay en el tema de la inspección de ruido en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). 

El diseño y la operación del sistema de monitoreo está a cargo de eRuido, una compañía chilena que desde 2016 coordina y apoya proyectos relacionados con el ruido urbano. Llega a Guadalajara gracias al trabajo conjunto del Observatorio Interdisciplinario del Ruido, la Cruzada contra el Ruido y el Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU) del ITESO. El objetivo, explica Alberto García, cofundador de Cruzada contra el Ruido, es “ofrecer un sistema de monitoreo constante, público, con un registro histórico, con validez legal, económico y con micrófonos calibrados según la Norma Oficial Mexicana (NOM)”.

Y es que, añade García, uno de los principales problemas que se han topado desde que comenzaron a luchar contra el ruido en la ZMG es “la obsolescencia de los sistemas para medir el ruido, que son inaccesibles, lentos, corruptibles e ineficientes”. Se busca que los gobiernos municipales adopten la tecnología y la incorporen como parte de las inspecciones. 

De momento, a partir de recursos privados, se han instalado tres estaciones de monitoreo: una en la esquina de Chapultepec y Libertad; otra en las inmediaciones del C3 Stage, en Vallarta entre Marsella y Chapultepec; y cerca del centro cultural Casa Musa, en Bosques de la Victoria. Según Isaías Guevara, de la empresa eRuido, se eligieron estos tres puntos a solicitud de Cruzada contra el Ruido por el número de quejas que acumulaban. También explica que la plataforma permite comenzar a grabar los ruidos cuando éstos rebasan el número de decibeles permitidos, lo que permite recabar evidencia para una eventual denuncia. Por otra parte, también permite a quien esté realizando el monitoreo escuchar en tiempo real cada una de las estaciones. 

La operación de cada una de las estaciones de entre 60 y 80 dólares mensuales (entre mil y mil 500 pesos, aproximadamente) y para hacer un monitoreo eficaz de la ZMG serían necesarias cerca de 300 estaciones. Óscar Castro, del DHDU del ITESO, explica que el financiamiento no necesariamente tiene que salir del erario, sino que puede ser costeado por aquellos que resulten multados por rebasar los límites permitidos de ruido. Por otra parte, el profesor del ITESO señala que se está contemplando instalar un módulo de medición en la universidad para monitorear el ruido dentro del campus. 

Simón forma parte de una serie de trabajos que ha venido realizando la Cruzada contra el Ruido, que incluye también una iniciativa de ley conocida como Ley Antirruido, que actualmente se encuentra en revisión en el Congreso de Jalisco. Augusto Valencia, diputado de Movimiento Ciudadano por el distrito 6, señala que la iniciativa está en revisión y confía en que pueda ser aprobada antes del cambio de administración. Se trata, dice, de una legislación que no pretende confrontar a empresarios y vecinos, sino crear condiciones para convivir con paz y tranquilidad. 

Además de monitorear los ruidos contaminantes, las estaciones también pueden registrar sonidos meteorológicos y de la fauna de las distintas zonas, lo que la hace valiosa para otros fines. En simon.eruido.org  puede consultarse la información de las tres estaciones piloto.