El PAP ‘San Pedro Valencia: renovación urbana, saneamiento ambiental y emprendimientos turísticos’, nació luego de que habitantes de la localidad buscaran al ITESO para reactivar su economía, severamente golpeada por el derrame de melaza en la Presa del Hurtado, en el 2013

Por Héctor Morales Gil de la Torre, académico del Programa de Economía Solidaria de COINCIDE

En julio de 2013 se registró una contingencia ambiental en la Presa del Hurtado, localizada en el municipio de Acatlán de Juárez, Jalisco. Un derrame de melaza ocasionó la mortandad de los peces de la presa y con ello se paralizó la economía del poblado de San Pedro Valencia, en el que habitan alrededor de 100 familias, la mayoría de ellas dedicadas a la pesca y a la venta de su producto en los restaurantes rústicos que se ubican a la orilla del embalse.

En enero de 2015, el ITESO inició la colaboración con la comunidad mediante el proyecto de aplicación profesional San Pedro Valencia: renovación urbana, saneamiento ambiental y emprendimientos turísticos.

El 14 de mayo de este año nos reunimos en San Pedro Valencia para concluir los trabajos del semestre de Primavera 2021. Con mucho gusto observamos que la superficie del agua está totalmente libre de lirio, que los pescadores han vuelto a sus actividades tradicionales, que los restaurantes operan normalmente y que la afluencia de visitantes es nuevamente significativa durante los fines de semana. El ambiente en el lugar es esplendoroso.

FOTO: PRISCILA MANJÁRREZ

En ese proceso hemos colaborado mediante los proyectos que se ejecutan semestre a semestre en el marco del PAP de San Pedro Valencia: saneamiento de agua, huertos comunitarios y escolares, recuperación de espacios públicos, sensibilización para el ejercicio de derechos, talleres para mujeres sobre nutrición y cuidados familiares, entre muchos otros. Si bien la situación actual de la comunidad es resultado de muchos otros esfuerzos, nos sentimos muy contentos de colaborar con el proceso de recuperación de la economía, el medio ambiente y la dinámica de la comunidad.

Además, como parte de ese proceso y dado que la localidad forma parte de una región mucho más amplia, a lo largo de estos años hemos generado vínculos y colaboraciones con las comunidades del valle: San Isidro y San Antonio Mazatepec, La Villita, Cuxpala, Las Navajas y Ahuisculco.

FOTO: MIRIAM LARIOS

Estos son los resultados de los proyectos: se incluyó a La Villita en la estrategia de tratamiento de los residuos sólidos urbanos mediante la instalación de un punto limpio y acciones de sensibilización, continuamos preparando la instalación de dos humedales para el saneamiento del agua del río que atraviesa la zona urbana de Ahuisculco, se concluyeron las fichas técnicas en las que se describen las prácticas constructivas tradicionales de la región utilizando materiales locales, se concluyó el diseño técnico de la Casa de Artes y Oficios, seguimos complementando el catálogo de servicios que integrarán las rutas de turismo rural sustentable del valle y sus comunidades, y estamos actualizando los contenidos de la agenda comunitaria, que integra la visión de los pobladores de las comunidades sobre sus problemáticas y propuestas de solución.

La práctica realizada y la interacción con los pobladores deja en nosotros una experiencia caracterizada por expresiones como solidaridad, trabajo en equipo, autogestión, resistencia, identidad, reconexión, esperanza, renovación, persistencia, entre muchos otros.

Y, cuando nos preguntamos por los desafíos que la experiencia nos permite vislumbrar y de frente a la vida profesional, algunos conceptos que los representan son la comunicación, el respeto, la constancia, la movilización, la justicia social y la integración, entre otros.

Terminamos nuestra sesión festejando la vida y agradeciendo a nuestros anfitriones su acogida y amabilidad.

FOTO: FERNANDO AGUILAR

En el 2020, el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) otorgó el Reconocimiento a las Mejores Prácticas Universitarias en la Promoción de Ciudadanía a este PAP. De acuerdo con el Centro, el principal valor cívico del PAP es la promoción de la corresponsabilidad de lo público al centrarse en el desarrollo autogestivo de las comunidades para emprender acciones de beneficio común tomando en cuenta la sostenibilidad ambiental.  

FOTO: ANDRÉS ZULOAGA

FOTO DE PORTADA: RICARDO MORA