Nuevas perspectivas sobre el sistema penitenciario para reintegrar a personas bajo custodia desde la mirada de un PAP. 
POR LUIS FERNANDO GONZÁLEZ TORRES

¿Cómo podemos desde el ITESO contribuir a minimizar los efectos negativos que la privación de la libertad provoca en la vida de las personas en prisión y mejorar los programas de apoyo?

Este es el punto de partida del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) Incidencia en el sistema penitenciario, que trabaja de manera directa con Personas Privadas de su Libertad (PPL), y cuyo objetivo es la construcción de alternativas para la reintegración social de quienes actualmente se encuentran bajo custodia del Sistema Penitenciario Mexicano.

Este proyecto recientemente expandió su línea de trabajo y se divide en tres ejes: educación, salud mental, familias. El área de Salud mental era el único que operaba el
semestre pasado, pero con el objetivo de volverlo interdisciplinario y expandir su alcance se agregaron las áreas de educación y familias.

En el eje de Educación se busca dar voz a estas personas con el fin de desestigmatizarlos y eliminar los estereotipos que se han creado en torno a ellos. “Son etiquetas que limitan la visión y la posibilidad de interactuar con una persona”, explica Danielle Strickland, profesora PAP y coordinadora del eje de Educación del proyecto, “se busca mostrar ese otro lado, la complejidad de la persona”.

En el área de Salud Mental se da un acompañamiento psicológico con mujeres que padecen alguna adicción, pues enfrentan situaciones adversas que pueden derivar en afectaciones psicológicas importantes. Por su parte, el eje de Familias se encargará de realizar una investigación que busque dialogar y comprender cómo se vive ese proceso desde el punto de vista de los familiares de la persona en custodia.

Para una persona privada de su libertad es excesivamente complicado volver a integrarse en la sociedad una vez que cumple su sentencia, pues los estigmas de la sociedad limitan su margen de acción. Por ello, se busca orientarles para que desarrollen habilidades y tengan herramientas que faciliten dicha reintegración.

La vida dentro de los centros penitenciarios se mantiene aislada del resto de la sociedad, creando una enorme barrera de diferenciación que fomenta los estigmas sobre ellos. “Sabemos muy poco de lo que pasa ahí dentro y casi nunca tenemos la oportunidad de escuchar sus voces”, explica Danielle.

Uno de los frutos previstos en el PAP es la edición y realización de la Revista Rompemuros, donde se publican contenidos escritos por las personas que se encuentran en custodia, permitiendo así conocer esta problemática directamente de las voces de los protagonistas. “Son sus historias de vida escritas en primera persona, muy valiosas para el análisis teórico”.

*Luis Fernando González es estudiante de Ciencias de la Comunicación.