Te relajas. Quemas grasas (esto ya lo sabías). Activas el cerebro. Aumenta tu capacidad de concentración. Estudiar después de un partido de futbol o ir al gimnasio es una excelente idea.

Al principio, a la mitad o al final del semestre. En el gimnasio, en las canchas de básquetbol, futbol o voleibol. Por la mañana, por la tarde o en los “tiempos muertos” que tienes entre clases. Treinta minutos o una hora, de ser posible todos los días. Solo o acompañado.

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Las posibilidades de realizar alguna actividad física o practicar diversos deportes individuales o de conjunto en el ITESO son muy amplias y expertos en estos asuntos siguen estirando la lista de beneficios que trae consigo organizar tu día para mover tu cuerpo.
El periódico español El País publicó recientemente el artículo “Qué ocurre en el cuerpo justo después de hacer deporte”, en el que abordan temas que van desde el bienestar mental, hasta los beneficios inmediatos a la hora de emprender nuevas actividades laborales o académicas.
“Al hacer ejercicio, el cerebro empieza a trabajar, produciendo miles de reacciones químicas. La actividad conduce pues no solo a la quema de grasas y al aumento de la musculatura, sino que también ayuda a todo el proceso de atención y concentración, que se prolonga más allá del tiempo en que estamos entrenando”, reza el texto.
“Según la Sociedad Española de Cardiología, durante este lapso el corazón late más deprisa y de produce vasodilatación de los capilares, de modo que aumenta la cantidad de sangre en movimiento y se fortalece el músculo cardíaco”.
Testosterona, adrenalina, endorfinas y cortisol son algunas de las hormonas que segregamos los seres humanos al embarcarnos en una actividad deportiva –entre más frecuente, mejor–, elementos que producen relajación, rapidez mental, quema de calorías y sensación de bienestar.
“¿Estudiar después de un partido de fútbol? No es mala idea, porque los deportes que requieren toma de decisiones [colocación, velocidad, respiración, ritmo o la postura de diferentes partes del cuerpo] elevan la capacidad de atención”, afirma el artículo de El País.
En materia de activación física y deporte, el ITESO, a través del Centro de Educación Física y Salud Integral pone a disposición de la comunidad universitaria uno de los proyectos más completos en el país para dejar atrás el sedentarismo y generar estilos de vida saludables.
Los usuarios tienen a su alcance un complejo deportivo para practicar atletismo, básquetbol, futbol, rugby, voleibol de sala y playa, béisbol, tenis y taekwondo. Durante todo el semestre cuentan también con 60 clases físicas semanales en distintas modalidades, impartidas de lunes a viernes y en diversos horarios.
Este proyecto se complementa con programas personalizados de activación física en compañía de profesionales en la materia, clases maestras para todo el campus, talleres deportivos, torneos internos en ocho disciplinas y un programa de activación y movimiento basado en el juego, la recreación y el ecoturismo.
Toda esta gama de servicios y actividades es posible consultarla a detalle en deporteysalud.iteso.mx.
“Así las cosas, si acaba de volver de su sesión de running, túmbese en el sofá, disfrute del momento de relax que le brindan sus hormonas y coma un plátano, avena o un par de galletas integrales. La ducha puede esperar”, cierra el reportaje.
Texto Comunicación Social Foto Luis Ponciano