El ITESO y la Secretaría de Educación Jalisco trabajan en una investigación para la conformación de Comunidades de Aprendizaje en y para la Vida, una apuesta por modelos horizontales y más igualitarios para buscar la educación de calidad

Aestas alturas ya parece una verdad de Perogrullo, pero no está de más recordarlo: la pandemia vino a transformar de forma radical muchas de las concepciones que había en la manera de educar. El brinco a los modelos en línea e híbridos hizo necesario buscar nuevas alternativas para impartir los conocimientos y, en el caso del profesorado, que comenzara a buscar nuevas maneras de organizarse. En Jalisco el proceso fue relativamente menos drástico porque desde hace un par de años se trabaja en el modelo de Comunidades de Aprendizaje en y para la Vida (CAV). Al menos eso se concluye en los avances de la investigación que realizan de manera conjunta el ITESO y la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) y cuyos primeros avances han sido presentados.

El proyecto es liderado por Flor Arellano, coordinadora de la Licenciatura en Ciencias de la Educación del ITESO, y Yolanda Quintero, titular de la Comisión Estatal para la Mejora Continua del Gobierno de Jalisco. La investigación lleva por título «Conformación de las Comunidades de Aprendizaje en y para la Vida» y en esta primera etapa se presentaron los trabajos que se realizaron con profesores y personal administrativo para la integración de este modelo.

En la presentación, Luis Arriaga, SJ, rector del ITESO, celebró el trabajo que realiza la universidad junto con la dependencia estatal y recordó el llamado del Papa Francisco a participar en el Pacto Educativo Global, que tiene por objetivo garantizar el cumplimiento del derecho a una educación de calidad, equitativa e incluyente, lo que implica, dijo, «ampliar los medios para avanzar a una formación escolar asequible, aceptable y adaptable». 

En la exposición de los resultados de la investigación, Quintero señaló que ya son dos los ciclos escolares en los que se ha trabajado en la conformación de las CAV, y que a raíz de la pandemia y el confinamiento derivado de ella una pregunta recurrente fue cuáles deberían ser las estrategias escolares para hacer frente a la situación. Arellano, por su parte, explicó que el equipo encargado de la investigación está integrado por 91 personas, y que han colaborado en ella 77 personas entre docentes, directores y supervisores de área.

Las investigadoras detallaron que el estudio realizado permite apreciar cuatro rasgos, interconectados entre ellos, que aparecen en la integración de las CAV: la construcción de sentido, la conciencia personal y colectiva, el aprendizaje reflexivo y colaborativo, y la gestión y la práctica escolar. Quintero precisó que en los cuatro rasgos «la pandemia propició una movilidad a un modelo de liderazgos más horizontales». Además, la funcionaria estatal explicó que estas cuatro características guardan sintonía con seis de los nueve ejes del Programa Recrea, la apuesta más importante del gobierno del estado en materia de educación.

Catalina Morfín, titular de la Dirección General Académica del ITESO, enfocó su reflexión en los hallazgos de la investigación y las Orientaciones Fundamentales del ITESO (OFI), pues también van en la misma línea de entender «la educación como un proceso de superación personal, que cumplirá sus propósitos cuando sea colaborativa y reflexiva y en comunidad, pues todos necesitamos que nos orienten para mejorar día a día». 

Juan Carlos Flores, secretario de Educación Jalisco, dijo que a la fecha se han echado a andar 13 mil CAV en el estado y destacó que estas comunidades contribuyeron a sortear mejor la pandemia. «En Jalisco nos ha ido bien por las CAV», dijo el funcionario.

FOTO: Roberto Ornelas