Creada en 2016, la Comisión Disciplinaria del ITESO busca velar por la sana convivencia entre el alumnado de la Universidad. Más que perseguir y sancionar, lo que se busca es propiciar procesos formativos que contribuyan a que las y los estudiantes tomen mejores decisiones en el futuro
Robos, consumo de sustancias, daños a las instalaciones de la Universidad, violencia escolar, indisciplinas producto de situaciones relacionadas con la salud mental, falsificación de documentos… conforme la charla avanza, Guadalupe Lira va explicando algunas de las cosas en las que interviene la Comisión Disciplinaria del ITESO. Ella es su coordinadora y, con total discreción y respetando la confidencialidad que amerita el caso, explica el trabajo que realiza la comisión, un trabajo que, dice, “no sólo persigue, sino que busca ser un apoyo para cuando lo requieran. Lo que nos interesa es propiciar procesos formativos para que los y las estudiantes adquieran una experiencia que les permita tomar mejores decisiones en el futuro”.
La Comisión Disciplinaria fue creada en 2016 por iniciativa del entonces rector José Morales, SJ. Hasta entonces, las situaciones que surgían en el día a día eran atendidas por las y los coordinadores de carreras. Esto, dice Guadalupe Lira, generaba que hubiera diferentes criterios para resolver los conflictos, pues las sanciones quedaban a criterio de cada persona. Así nació una comisión cuyo objetivo, dice su coordinadora, es “velar por la sana convivencia de la comunidad estudiantil”. Ese matiz es importante: la Comisión Disciplinaria sólo interviene para resolver situaciones relacionadas con el estudiantado. Para otros casos que involucran a profesores o personal administrativo, la Universidad cuenta con el Tribunal Universitario, el Procurador de Derechos Universitarios y la Comisión de Género, esta última creada también en 2016.
Guadalupe Lira explica que dentro del aula son los y las docentes las personas encargadas de mediar y resolver los conflictos. La comisión interviene cuando éstos ocurren en pasillos, estacionamientos, áreas de convivencia y espacios comunitarios, y para intervenir echan mano, en primer lugar, del Reglamento de Alumnos. Cuenta que, en un principio, la mayor parte de los casos estaban relacionados con alumnos que consumían sustancias —marihuana, sobre todo—, pero que “los casos se han ido complejizando”.
Un apoyo fundamental para este trabajo es el que realiza el personal de Seguridad, que detecta y realiza buena parte de los reportes que van a parar a la comisión. Una vez que llega un reporte, se envía un citatorio a la coordinación de la carrera en la que está inscrita la persona, y se realiza una primera audiencia que tiene un objetivo: escuchar a la persona. “Lo que buscamos es entender la problemática detrás de tal o cual conducta. Muchos de las y los estudiantes se abren, comparten lo que están viviendo, la mayoría acepta lo que pasó y sigue el proceso”.
En caso de que sea necesario, se determina una sanción, que puede contemplar horas de servicio social u otras formas de “devolver a la comunidad universitaria algo”, aunque también pueden llegar a la suspensión o a la expulsión. En el caso de situaciones que involucran robo de pertenencias, se informa a la parte afectada que tiene derecho a denunciar penalmente, porque, dice, Lira Beltrán, “queremos fomentar la cultura de la denuncia”. En otros casos, cuando es factible, se echa mano de métodos alternos de solución de conflictos, como la mediación. “No se piensa sólo en sancionar, sino en mejorar y fomentar las relaciones entre el estudiantado”.
La Comisión Disciplinaria está integrada por su coordinadora, Guadalupe Lira, adscrita al Centro de Promoción Cultural, y seis personas más representantes de los departamentos de Psicología, Educación y Salud; de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos, y de Matemáticas y Física; del Centro Universidad Empresa y dos de la Dirección de Administración y Finanzas. “La idea es tener a personas de diferentes espacios de la Universidad para tener una visión más completa y entender mejor la problemática de los y las alumnas”, dice Lira y, para ejemplificar la importancia de esta mirada integral, cuenta que en una ocasión, para resolver un caso, debieron integrar una comisión mixta junto con la Comisión de Género.
Guadalupe Lira señala que están realizando un proceso de reflexión para transmitir a la comunidad universitaria la naturaleza de su trabajo, que no sólo se vea como una instancia sancionadora sino un espacio en el que se pueden propiciar otros procesos más relacionados con la prevención y el acompañamiento. También les interesa llevar estas reflexiones al ámbito académico, para construir conocimiento de todo lo que se está haciendo en materia de convivencia escolar. “Todo esto siempre pensando en el bienestar de las y los alumnos”, concluye Lira.
Para solicitar el apoyo y la intervención de la Comisión Disciplinaria, se puede enviar un correo a la dirección comdisciplinaria@iteso.mx o acudir directamente a la oficina de Guadalupe Lira, ubicada en el quinto nivel del edificio V.
FOTO: Luis Ponciano