Presentan el número 29 de la revista Clavigero, Comunidad de Saberes, con el tema “Movilidad urbana: hacia una ciudad posible”, que cuenta con visiones transversales de integrantes de colectivos, instituciones y egresados, quienes plantean un modelo de ciudad más justo

La movilidad urbana es mucho más que ir de un punto A hacia un punto B, tiene capas y estratos que afectan la condición humana y social, que pasan por asuntos como la vivienda, la salud, la seguridad vial, el medio ambiente, el género, la inclusión o el espacio público. 

Desde este abordaje se trabajó en el número 29 de la revista Clavigero, Comunidad de Saberes, la cual fue presentada el martes 19 de septiembre en las instalaciones de la Casa ITESO Clavigero con la presencia de varios de los autores de los artículos de la citada publicación que esta edición llevó por título “Movilidad urbana: hacia una ciudad posible”. 

La coordinación de este número corrió a cargo del académico del ITESO, Yeriel Salcedo Torres, impulsor de proyectos de movilidad sustentable, quien explicó que esta publicación se diseñó desde una visión sistémica de la movilidad, como parte de un engranaje urbano, de ahí que los textos sean abordados desde diversas perspectivas. 

“El trabajo de quienes participaron va más allá de la movilidad, tocan otros temas, la idea de la revista es empezar a hacer un primer saque de cómo se conectan esos temas con la movilidad, y también de cómo se pueden ir conectando entre ellos”, expresó Salcedo. 

En ese sentido, Estefanía Hernández Cerpa, quien es coordinadora de comunicación de la Iniciativa para la Seguridad Vial Mundial de Bloomberg-Philantropies, escribió su artículo sobre las muertes por siniestros viales a partir del relato cruento de Doña Coco, una mujer atropellada por un automovilista que intentó darse a la fuga tras un siniestro. 

“Nosotros vemos la seguridad vial desde un enfoque sistémico y de salud pública. Porque al final cuando se ocasionan muertes o lesiones, ahí ya entra un tema de salud. Queremos que se vea no como un caso aislado de tránsito. Al final lo que buscamos es que se ponga el foco en la vida, muchas veces se ven las vidas de las personas como desechable, ocurre lo mismo con la violencia vial”, dijo Hernández Cerpa. 

De parte del colectivo feminista Femibici participó Natalia López Rodríguez, quien escribió acerca del enfoque de género en el uso de la bicicleta, cuestionando un diseño urbano que tiene la experiencia masculina como norma, y que ha dejado de lado vivencias diferenciadas. Su texto fue elaborado a partir de entrevistas con dos mujeres que han participado en los talleres de biciescuela, para conocer su experiencia y los dilemas que enfrentan al rodar en las calles.  

“Nosotras declaramos que la bicicleta es un instrumento emancipador para la mujer y es una oportunidad para redescubrir la ciudad. Es un transporte que les abre oportunidades”, mencionó. 

Uno de los temas transversales a la movilidad es el del hábitat, el cual es punto de origen y destino de nuestros trayectos, en ese aspecto, Rodrigo Martín del Campo, integrante del colectivo Vivienda Ya, escribió sobre el olvido de los programas públicos de vivienda accesible y económica, y el fenómeno de la gentrificación, en el que el repoblamiento de las zonas céntricas de la ciudad, que cuentan con los mejores servicios y las mejores condiciones de movilidad, ahora se dan sólo para personas de altos ingresos. 

“Lo que pasa mucho en la ciudad es un desplazamiento de la parte céntrica a las periferias. El tipo de planeación de la ciudad ha sido totalmente ineficiente en el sentido de que no se está abordando la demanda de vivienda accesible para las personas con bajos recursos”, mencionó. 

También escribió Silvina Razo Islas, enlace operativo de la Estrategia Misión Cero, región Pacífico, centrándose en la movilidad del cuidado, específicamente sobre un proyecto de intervención en el entorno de la Estación España de la Línea 1 del tren ligero, zona en donde se encuentra afincado el Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón de Occidente y por el que transitan personas con discapacidad, de la tercera edad y cuidadores, en especial mujeres. 

“Esta dinámica nos ha marcado muchas de las cosas que están mal, pues cualquier error magnifica todo, y le sumamos que es un espacio poco seguro, en el que las personas encargadas del cuidado siguen siendo del sexo femenino o son personas que vienen de la periferia, con una necesidad muy especial de ser atendidas”, explicó.  

Génesis Hernández Díaz, coordinadora del Observatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte del estado de Jalisco, realizó un análisis de los marcos legales y normativos en México, en concreto sobre la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, expedida a nivel nacional en 2022, la cual ya está armonizada con la ley de Jalisco, y se está a la espera de la actualización de normas y reglamentos en los municipios.  

“Es identificar que la ciudad no está acondicionada para que nos podamos mover, ese es el motivo de esta ley, pero que también tenemos una responsabilidad como ciudadanas y ciudadanos, de cumplir con la normativa. Me gusta pensar que somos historias moviéndonos en la ciudad, y depende de nosotros cuál es la historia que queremos compartir”, dijo. 

Esta edición también contó con la participación de Ximena Torres Ramos, egresada de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del ITESO, quien escribió sobre la noción del cuerpo y sus derechos en la calle; y de Pablo Montaño, del colectivo Conexiones Climáticas, quien lo hizo sobre el olor de las ciudades y como éste se ha modificado a partir del dominio del automóvil.  

 

FOTOS: Zyan André