Recién egresada de la licenciatura de Gestión Cultural y con un incipiente gusto por la escritura, Ana Sofía Villalobos obtuvo el segundo lugar en el concurso “Miradas artísticas sobre la pandemia”, en la categoría de crónica.
La escritura es como un barco de papel que nunca sabemos a dónde ni por qué caminos nos va a llevar, pero una vez que aprendemos a navegar en él, difícilmente tocamos tierra. Ana Sofía Villalobos conoció este barco de papel en la materia de Discurso Oral y Escrito, en la que el profesor al timón, Rogelio Villarreal, le inculcó el gusto por la escritura, mismo que consolidó en el Taller de Escritura Creativa.
Navegando por estas aguas, el profesor Sergio Padilla le compartió una convocatoria organizada por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ana Sofía, para quien la escritura es liberadora y terapéutica, pensó que sería un buen ejercicio poner sus reflexiones sobre la pandemia por escrito.
Su texto, “Una bitácora no planeada”, es una crónica literaria sobre cómo ha vivido los altibajos de la pandemia y el confinamiento siendo una gestora cultural recién egresada.
“Día 38 de cuarentena: ¿Todo lo que he estado haciendo en estos días tendrán fruto? ¿Y si la cuarentena dura hasta el 2021? ¿La Tercera Guerra Mundial es biológica? ¿El virus se les salió de las manos? ¿La Tierra está reclamando su limpieza? ¿El Krakatoa hizo erupción? ¿El fin del mundo se acerca? ¿Los marcianos llegaron ya?”
El segundo lugar llega acompañado de un premio monetario y la publicación de su trabajo en distintos medios de la UNAM, además de una entrevista para TV UNAM.
Las noticias a nivel nacional e internacional nos revelan las consecuencias económicas, sociales y emocionales de la pandemia. ¿Por qué hacer arte en un contexto tan, hasta cierto punto, catastrófico?
“El arte nos revela secretos y nos hace ver lo que no queremos. Si bien el arte no es tan importante como un doctor, es este lenguaje universal que nos tranquiliza y nos ayuda a descubrirnos a nosotros y a los demás”, puntualiza Ana Sofía.
Esta búsqueda para descubrirse durante la contingencia la llevó a escribir este texto para desahogarse en un momento de ansiedad, lo del concurso fue algo secundario.
“Escribo cuando me nace y en ese momento decidí concursar porque pensé que alguien podría identificarse con lo que escribí, no tal cual, con mis situaciones personales, pero sí con los sentimientos y reflexiones por las que he estado pasando”, explica Ana Sofía quien ahora, más que nunca, sigue encontrando refugio en la escritura.