Hay múltiples motivos que llevan al espectador a buscar opciones para ver una película y es un tema que siempre provoca discusiones entre espectadores, distribuidores y personas involucradas en el mundo del cine
Por Joel Fernando Jardon Madrigal y Samuel Eduardo Vaca Uribe
De acuerdo con información de Canacine, México es uno de los países que más consume cine en el mundo, pues está en el cuarto lugar con mayor cantidad de salas de cine y número de boletos vendidos durante el 2022.
Si revisamos el aspecto económico, nuestro país es el lugar número 10 en el mundo con el precio promedio más bajo de los boletos. Sin embargo, factores como los precios de la dulcería y el transporte hacen que ir al cine se convierta en un gasto considerable, sobre todo cuando asiste una familia de varios integrantes.
Por otro lado, hay otros factores más allá de lo económico por los cuales los consumidores optan por acudir a la piratería. Algunas de estas cuestiones tienen que ver con la comodidad y la inmediatez. De acuerdo con cifras de Canacine, durante 2022 se vendieron 181.8 millones de boletos de cine, 60% más que en 2021, sin embargo, estas cifras están muy alejadas de los 350 millones de boletos que se vendieron en 2019, antes de la pandemia.
La gente ha regresado poco a poco a los cines, pero no de la forma en que se hacía antes del 2020, cuando las salas cerraron por el covid–19.
Después de realizar entrevistas a estudiantes de la Licenciatura en Comunicación y Artes Audiovisuales, encontramos que algunas de las razones por las que optan por ver una película pirata es la mala distribución, porque las películas que no son mexicanas, estadounidenses, blockbusters o de directores reconocidos tardan varios meses en llegar a México, por lo que las ganas de ver alguna película lo más pronto posible los lleva a comprar una versión pirata.
“Primero la busco en uno de los cines cercanos o alguno de los streaming que tengo, si no está ahí, entonces busco en páginas piratas de internet”, comenta uno de los estudiantes entrevistados.
Un ejemplo es la película Decision to Leave, de Park Chan Wook, que se estrenó el 23 de mayo de 2022, en el Festival de Cine de Cannes y el 29 de junio de 2022 en Corea del Sur, país donde fue producida. La película llegó a México el 12 de enero de 2023, siete meses después.
Ante la globalización que han propiciado las redes sociales, éstas se han convertido en comunidades para hablar y discutir sobre películas; las ganas de formar parte de la comunidad y participar en la conversación llevan a los espectadores a buscar las películas de forma alternativa, en lugar de esperar tanto tiempo para verla en el cine. Herramientas como el VPN, que por medio de un sitio web o aplicación las hay de paga y gratuitas, te permiten cambiar tu ubicación y con tu cuenta de cualquier plataforma de streaming acceder al contenido de otros países. Esto podría considerarse una piratería legal, ya que se paga por el servicio. Esta herramienta ha aumentado su popularidad en los últimos años, accedes al catálogo del streaming en otras partes del mundo y te da la oportunidad de ver películas que no están disponibles en las plataformas de nuestro país.
“Creo que disfrutas más viéndola en el cine, pero a veces sí se me pasa ir, por el varo o el tiempo no te da para ir al cine; si tengo muchas ganas de verla o es difícil de encontrar, ya las veo descargadas o en páginas”, dice otro estudiante.
El consumo de piratería es un tema muy amplio, hay múltiples motivos que llevan al espectador a buscar opciones para ver una película, y es un tema que siempre provoca discusiones entre espectadores, distribuidores y personas involucradas en el mundo del cine, como pudimos verlo en Twitter a raíz de la polémica por la película Decision to Leave, en la que una persona dedicada a la distribución cuestionó a quienes vieron la película en versión pirata; su publicación desató una ola de críticas y discusiones, entre los que condenaban esta acción, argumentando la afectación económica a quien trabaja en la industria y los que estaban de acuerdo y señalan problemas como la distribución, el transporte o la falta de tiempo o recursos por parte de la audiencia.
¿Qué opinas de esta situación? ¿Hubieras buscado alternativas para verla o esperarías su llegada al cine?
Joel Fernando Jardon Madrigal y Samuel Eduardo Vaca Uribe son estudiantes de la Licenciatura en Comunicación y Artes Audiovisuales. Este artículo forma parte de la investigación “Piratería audiovisual en Guadalajara” que se realiza en el PAP Mirar la ciudad con otros ojos, Primavera 2023.
Imagen de portada: Khina Moreno