Claudia Tello, profesora del ITESO, fue elegida para recibir una beca y participar en el Social Capital Markets 2018, que organiza el Miller Center de la Universidad de Santa Clara. Afirma que el diseño social contribuye a hacer más accesible la información y ayuda a generar conciencia entre las personas

Lo de Claudia Tello con Muhammad Yunus fue amor a primera vista. O, más propiamente dicho, a primera lectura. La diseñadora gráfica cuenta que conoció el trabajo del emprendedor social, banquero y economista —que en 2006 ganó el Premio Nobel de la Paz por el trabajo que hizo para impulsar la economía de personas con escasos recurso en la India— y “me enamoré del modelo de empresa social que él propone”.

Este interés por el emprendimiento social llevó a Tello a asistir, en abril pasado, al Encuentro Internacional de Emprendimiento Social 2018, organizado por la Escuela de Negocios del ITESO y con apoyo del Miller Center de la Universidad de Santa Clara, California. Ahí pudo presentar el proyecto Escucha Mi Voz (escuchamivoz.org) y participar en un taller a cargo de Andrew Lieberman, director de Nuevos Programas del Global Social Benefit Institute (GSBI) del Miller Center, quien alentó a los participantes a concursar por una beca para participar en el Social Capital Markets (SOCAP) del 23 al 26 de octubre de este año, evento que congrega a ponentes, talleristas y emprendedores sociales.

Claudia Tello, egresada de Diseño por la Universidad Autónoma de Guadalajara y con un diplomado en Mercadotecnia por el ITESO —donde también es profesora—, se tomó en serio la invitación, aplicó y recibió la buena noticia: Escucha Mi Voz es uno de los 120 proyectos elegidos de entre los 800 que respondieron a la convocatoria. No es un hecho menor porque, explica, “al menos de las mexicanas, somos la única iniciativa que parte del diseño gráfico”.

¿Qué es Escucha Mi Voz?

Desde 2013 somos una asociación que se dedica a hacer campañas de educación a favor del civismo y los derechos humanos a través del diseño gráfico, la cultura y el arte. Cada año elegimos un tema relacionado con civismo o derechos humanos y convocamos a un concurso de carácter internacional para desarrollar el tema gráficamente. Los temas han sido La verdadera democracia —fue el primero—, Vencer la impunidad, Defiende tus derechos humanos, Violencia intrafamiliar, Todos somos migrantes, Solíamos ser niños y, este año, Enciende una luz, cuya exposición se acaba de inaugurar en el centro comunitario La Colmena Miramar, en Zapopan.

También impartimos talleres en universidades. El ITESO ha hospedado tres, dos de ellos auspiciados por el Consulado de Estados Unidos en Guadalajara. Hemos dado talleres infantiles de gráfica con temas como derechos de los niños o para que los mismos pequeños identifiquen la violencia que pudieran sufrir o que pudieran estar ejerciendo. Han sido más de 100 talleres en Tlaquepaque, Guadalajara, Zapopan, Tesistán y en zonas vulnerables. El año pasado, y vamos a repetir el siguiente, hicimos un taller de cartel con las internas de Puente Grande.

¿Qué fue lo que más te atrajo de la iniciativa de Muhammad Yunus?

Él plantea un reto: detectar un problema social e inventarle una solución empresarial, buscando el equilibrio entre ser sostenible y alcanzar el beneficio social. Es complicadísimo, porque cuando tienes que tomar una decisión respecto al proceso empresarial, la balanza siempre debe inclinarse hacia el factor social. Apenas leí sus libros y pensé que quería algo así, por lo que empecé con esta iniciativa a partir de mi carrera, que es el diseño gráfico.

¿Cómo conciliar emprendimiento social con el diseño gráfico?

La imagen siempre ha sido muy poderosa y muy explotada. Las grandes marcas lo saben, y lo saben bien. Uno puede ver las imágenes que generan Nike o Coca-Cola y darse cuenta que realmente saben del poder que tienen las imágenes en la conciencia del consumidor: generan una aspiración, un deseo, y por eso le meten tanto al diseño del producto, al empaque: lo ves y realmente se te antoja tenerlo. Si ese es el comportamiento como consumidores, ¿qué pasa si usamos el poder de crear imágenes poderosas, le metemos retórica y lo direccionamos a una toma de conciencia para hablar de derechos de los niños, de la verdadera democracia, de la violencia, de la migración? Cuando tienes un problema y quieres que la sociedad se involucre casi siempre hay una distancia grande entre el problema y la gente. El diseño tiene el poder de acortar esa distancia: la imagen se apropia de un espacio en la mente. Una imagen bien diseñada, bien planteada, hace que te detengas, analices, reflexiones y compartas. Nuestro lema es “Educamos, inspiramos, indignamos con imágenes”.

Se habla de que vivimos en un permanente bombardeo de imágenes, ¿qué puede hacer el diseño social para no perderse en ese bombardeo?

Estás hablando de personas que, de entrada, están comprometidas y tienen un fuerte interés por hacer algo. En nuestro caso, cuando sacamos un concurso ofrecemos una serie de datos y de investigaciones, damos un marco referencial como punto de partida. Por ejemplo, para el tema Todos somos migrantes fuimos a FM4 Paso Libre y hablamos con Alonso Hernández, que era el coordinador y nos dio datos duros sobre migración. También buscamos motivaciones en la música, en frases de películas, en videos, en poemas que, en un momento dado, puedan servir al diseñador para inspirarse. Echamos mano de la retórica, de figuras como la metáfora, la personificación, de modo que el diseño sea algo que no sólo se ve padre, sino que dice algo, tiene sentido.

¿Cuál es el beneficio de participar en SOCAP 2018?

Le pedí a los organizadores si me podían recibir con una exposición de carteles, y dijeron que sí. Vamos a llegar apoyados por el Centro Miller, porque la exposición va a enmarcar el trabajo de emprendimiento social que están realizando, enfocado en el emprendimiento en los márgenes. Vamos a presentar una exhibición de carteles dedicados al tema de la migración.

Otro beneficio que buscamos es detonar alianzas, generar vínculos. En particular me interesan las relacionadas con la realidad virtual, la realidad aumentada, que es a donde se está moviendo la parte visual, porque la tirada de la organización es educar aprovechando la creatividad y la tecnología.