Estudiantes del ITESO presentaron el proyecto de investigación periodística Éxodos, relativo a la actual crisis habitacional en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG)

Lo que para algunos es la conversión de un barrio popular en una colonia cool llena de establecimientos hípsters, para otros significa verse obligados a dejar sus hogares porque la renta se vuelve impagable. Para quienes tienen el suficiente poder adquisitivo, es un proceso novedoso que les permite vivir en un lugar histórico sin tener que prescindir de todos los lujos modernos o una atractiva estrategia de inversión; para quienes no lo tienen, es resignarse a no poder hacerse de un patrimonio en colonias bien conectadas. Todo eso y más es la gentrificación, fenómeno urbano en torno al cual un grupo de estudiantes del ITESO centraron el proyecto de investigación Éxodos, relativo a la actual crisis habitacional en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). 

“En esta ciudad, la vivienda ha dejado de ser un derecho para convertirse en un negocio”, señaló la estudiante de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Grecia Zamarripa Aguirre, integrante del equipo de investigación.  

Los factores para la gentrificación son variados: cantidad de negocios en la zona, desplazamiento —referente al número de viviendas vacías—, oferta y demanda de casas y departamentos, precios de las viviendas y presencia de unidades Airbnb, que delata que la zona es atractiva para las inmobiliarias por todas las razones anteriores. 

Sin embargo, para Fernando Hernández Casarín, alumno integrante del proyecto, un factor clave para poder explicar y entender la gentrificación de la ZMG es narrarla no como un conjunto de circunstancias aleatorias, sino como un fenómeno de procesos interconectados donde lo que se percibe es medible y se puede demostrar con datos”. Para muestra, los mapas guía elaborados a partir del cruce de información de diversas fuentes, como el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) y el Datos del Censo de Población y Vivienda 2020, ambos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), así como diversas bases de datos del Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG) y datos obtenidos a través de técnicas de web scraping. 

Con estas visualizaciones, los estudiantes comprobaron que la concentración de establecimientos de hostelería, bares y restaurantes coincide con mayores índices de gentrificación, en tanto que proponen mapas que dan cuenta de la concentración de casas y departamentos Airbnb, que al momento superan las 11 mil 344 unidades en toda la zona metropolitana. 

Más datos: una de cada cinco viviendas del centro de Guadalajara está deshabitada. Además, más del 17 por ciento de viviendas completas en la colonia Americana sirven como Airbnb, en tanto que en la colonia Ladrón de Guevara el índice es del 12.25 por ciento y para la zona centro, del 7 por ciento.  

Esta información, señaló el equipo, comienza a dar pistas de por qué el centro de la ciudad se está deshabitando y las periferias se están sobrepoblando.  

A pesar de los resultados obtenidos, los estudiantes apuntaron que el trabajo de investigación se dificultó debido a la falta de información en las páginas de transparencia de algunos ayuntamientos, aunado a la poca voluntad política de ciertos actores. “La Secretaría de Turismo de Jalisco dijo que no se podían regular los Airbnb porque no había manera de saber dónde estaban y cuántos eran. Sí se puede y ya lo hicimos”, comentó la estudiante Valeria Álvarez Pérez. 

Necesario el trabajo colectivo 

Más allá de un exhaustivo análisis de datos y condimentado con testimonios —acaso víctimas— de este fenómeno social, el proyecto también propone algunas directrices que podrían considerarse para detener la gentrificación en Guadalajara, a partir de experiencias de ciudades que han pasado por procesos similares de mega gentrificación en todo el mundo.  

Algunas de estas medidas son establecer un padrón público obligatorio de vivienda en alquiler, poner límites al aumento de las rentas en función de la inflación, impulsar la creación de vivienda social, otorgar incentivos fiscales a la construcción de vivienda popular y proponer la implementación de sobreimpuestos a viviendas vacías u ociosas, así como desincentivar las viviendas de lujo en colonias populares. Estas y otras medidas deberán ser trabajadas en colaboración entre la sociedad civil y autoridades, para encontrar las soluciones más adecuadas para cada zona, apuntaron los estudiantes. 

Los resultados de estos trabajos se exponen en el sitio exodos.com.mx, que en diferentes secciones presenta de manera muy sencilla la cartografía de la gentrificación, además de entrevistas con investigadores, activistas y expertos en estudios urbanos, así como una sección de piezas de arte digital en torno al tema. 

Los estudiantes confiaron en que Éxodos pueda servir como base para nuevos trabajos periodísticos, que a su vez permeen en la toma de decisiones que abonen a frenar la gentrificación en la ciudad.  

“Esta problemática y la crisis de vivienda deberían de formar parte de la agenda pública. Hay que colectivizar la lucha por la vivienda y eso es lo que estamos haciendo; Éxodos es sólo un pretexto para abrir conversación, es el inicio de un cambio que no sólo radica en nosotros y en los colectivos, sino que involucra a la academia, medios de comunicación, las y los expertos”, sentenció la alumna Nubia González Villaseñor. 

El equipo se compone por los estudiantes de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Bruno Damián Rivera Árcega, Fernando Hernández Casarín, Valeria Álvarez Pérez, Nubia González Villaseñor, Alejandra Partida Vital y Grecia Fiona Zamarripa Aguirre, así como de Raquel Johannsen Miquelajauregui, alumna de la Licenciatura en Gestión Pública y Políticas Globales. En tanto, los trabajos de investigación contaron con la guía de César Alan Ruiz Galicia, coordinador de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública. 

La presentación de Éxodos se realizó el lunes 10 de marzo en el auditorio D1 del campus universitario, ante un público que reunió, además de a estudiantes y académicos de la comunidad itesiana, a tomadores de decisiones de diferentes esferas: la diputada federal Paulina Rubio Fernández; Guillermo Medrano Barba director general del Instituto Jalisciense de la Vivienda (IJALVI); Otilia Guadalupe Pedroza Castañeda, directora del Instituto Municipal de la Vivienda de Guadalajara; Laura Haro Ramírez, presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional; y Óscar Santos Rizo, regidor de Zapopan. 

 

FOTOS: Zyan André