Presentan el libro Francisco Xavier Clavigero. El aliento del Espíritu, de Arturo Reynoso, SJ, director del Departamento de Filosofía del ITESO.

¿Quedará algo que decir de Clavigero?, preguntó Manuel Olimón Nolasco, sacerdote y doctor en Historia por la Ibero Ciudad de México, hizo al inicio de la presentación del libro Francisco Xavier Clavigero. El aliento del Espíritu, de Arturo Reynoso, SJ, director del Departamento de Filosofía del ITESO, el jueves 14 de junio. 

La respuesta de Tomás de Híjar, presbítero y cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara; Carlos Luna, director de Información Académica del ITESO; y Alfonso Alfaro, director de investigaciones de Artes de México; a lo largo de sus intervenciones en Casa ITESO Clavigero fue afirmativa al hablar de la obra de Reynoso que fue editada por el Fondo de Cultura Económica y Artes de México, apoyado por el Sistema Universitario Jesuita de México y de Buena Prensa. 

“Este es ya un libro de referencia; Clavigero es un personaje extraordinariamente interesante y la obra de Reynoso nos permite conocer matices que desconocíamos”, afirmó Alfonso Alfaro quien destacó la tradición de cercanía de la Compañía de Jesús con la historia. 

“Hay una escuela histórica de los jesuitas que forma parte importantísima de la historia de la historia. La obra de Reynoso se inscribe de forma perfectamente digna en este linaje tan ilustre de historiadores”, enfatizó. 

Alfonso Alfaro señaló que este libro permite percibir la herida de Clavigero al sentirse abandonado por la Iglesia y agregó que hay libros valiosos porque reflejan la realidad y hay libros importantes, que crean sociedades.  

“No podemos imaginar al pueblo hebreo sin la biblia, al cristianismo sin el evangelio, no podemos imaginar a México sin la obra de Clavigero, y por eso una obra como esta, con ese rigor y cuidado, resultan en un momento como este para nuestro país especialmente valiosos. Es difícil encontrar una época más convulsa que la que le tocó a Clavigero y fue capaz de ser propositivo, de hacer con nada con los pocos recursos que tenía, hacer aportaciones invaluables para la construcción del país”. 

Tomás de Híjar, por su parte, destacó “que un jesuita tapatío nos ofrezca en esta obra, de lectura imprescindible, la vida y la obra de Francisco Xavier Clavigero es un acto de justicia que, de forma simbólica, le ofrece un hijo de este suelo al que saliera de él de mala manera en el marco del extrañamiento de la Compañía de Jesús”. 

El también catedrático de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO), señaló que la experiencia de la lectura de este libro lo movió a hacer un doble reconocimiento a Carlos III, quien ordenó la expulsión de los jesuitas de los dominios de España, primero porque, dijo, le regaló a Guadalajara a su mayor benefactor, Fray Antonio Alcalde, personaje que, en ausencia de los jesuitas, promovió la educación integral con la Real Universidad de Guadalajara. 

“El otro motivo de gratitud, por así decirlo, con una pizca de ironía, lo descubrí gracias al trabajo monumental de don Arturo Reynoso”, afirmó Tomás de Híjar al asegurar que la expulsión de Clavigero cuando era profesor de Filosofía en el Colegio de Santo Tomás, le abrió un horizonte.  

“Ese ominoso destierro que convirtió en ardid, pretexto, para la titánica obra que, más allá de una réplica a los ilustrados europeos que sin conocimiento de causa se desentendían de los habitantes nativos del Nuevo Mundo, más allá de eso pudo sacarse la espina que ya era muy marcada en ese momento respecto a la carga que suponía el haber nacido en la nueva España y no en la península ibérica o en el viejo mundo”. 

Aludiendo al prólogo del libro escrito por Alfonso Alfaro, Tomás de Híjar destacó que “en buena medida, si hoy somos mexicanos se lo debemos a la historia que en lengua toscana publicó el padre Clavigero, aunque el original lo compuso en su lengua materna”. 

¿Qué nos dice hoy? 

Carlos Luna, centró su intervención en la dimensión epistemológica de Clavigero quien incluyó en sus cursos a los pensadores europeos de la ilustración siempre bajo una mirada crítica. 

“El tercer ingrediente de la epistemología de Clavigero, un ingrediente central recogido por Arturo como un hilo conductor del análisis del pensamiento de Clavigero en última instancia, siempre comprometido con el conocimiento, pero desde el telón de fondo que ofrece el fundamento de la fe” entre cuyas verdades, explicó, está la providencia entendida como la acción de Dios en la historia. 

El director de Información Académica del ITESO señaló que Clavigero vivió momentos en los que asumió esa providencia como desolación en la expulsión y la supresión de la Compañía de Jesús, “también hay desconsolación cuando, reconociendo la providencia de Dios, Clavigero constata la conquista, constata la injusticia y la caída del pueblo que él admira”. 

Agregó que, como Clavigero, hoy se vive un cambio de época en la que la modernidad que surgió en la ilustración está en cuestión e instó no seguir confiando en la seguridad de un pensamiento y de un saber del pasado, y a abrirse a lo nuevo incluso cuando genere confusión y perplejidad, ello de manera crítica. 

Arturo Reynoso destacó que la generación de Clavigero, Andrés Cavo, Francisco Javier Alegre y Rafael Landivar, entre otros, son una generación donde no había un líder, “eran un grupo y tal vez más que líderes necesitamos hoy grupos pensantes, comunidades de pensadores, de investigadores”.