Alentados a ser agentes de cambio frente a los no pocos retos sociales que plantean el país y el mundo, un millar de estudiantes del ITESO culminaron sus estudios universitarios.

POR COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL

Cuando un grupo de estudiantes termina sus estudios universitarios, varias puertas las que se pueden abrir. Sin embargo, el futuro que se extiende ante una buena cantidad de los casi mil estudiantes que el pasado fin de semana concluyeron sus estudios en el ITESO, puede ser incierto: “Este es un mundo globalizado, con una planeta ecológicamente roto, con marcadas desigualdades sociales, problemas económicos”.

Egresados

La postal de lo que espera a los ahora egresados la ofreció José Martín del Campo, SJ, durante la misa de la primera ceremonia de terminación de estudios de este periodo, que reunió en el auditorio Pedro Arrupe a 255 nuevos profesionales surgidos de las carreras de Administración (de Empresas, de Empresas y Emprendimiento y Financiera), Comercio y Negocios Globales, Contaduría y Gobierno Corporativo, Mercadotecnia y Relaciones Internacionales.

El jesuita José Martín del Campo —Pepe, como le dicen los universitarios— comenzó el mensaje a los muchachos advirtiéndoles que “ahora que van a trabajar, le van a pagar a sus padres lo que costó la carrera”. Luego del aviso, dijo a los egresados que uno de sus principales retos era “ya no pensar en lo que pasó, sino en el futuro que está delante”. Posteriormente los invitó a buscar la novedad en el ejercicio profesional y, sobre todo, a estar atentos para saber qué personas o situaciones los impulsarían a “ir más allá de lo aprendido, ir más allá de lo que la sociedad nos presenta”.

Después de la misa, vino la primera ceremonia de terminación de estudios del Otoño 2016, la mañana del viernes 9 de diciembre, que fue presidida por una mesa en la que se encontraban José Morales, SJ, Rector del ITESO; Guillermo Martínez Conte, presidente de ITESO AC, así como los coordinadores de las carreras. Previo a la entrega de diplomas, Carlina Elizabeth Esquivel, Montserrat Briseño y Vanessa Michel González, de las licenciaturas en Administración de Empresas y Emprendimiento, Administración Financiera y Contaduría y Gobierno Corporativo, respectivamente, dirigieron algunas palabras a sus compañeros.

En los tres casos, las jóvenes dedicaron un espacio a recordar las andanzas de sus compañeros a lo largo de los cuatro años y medio que duraron sus estudios y lanzaron invitaciones a trabajar, en palabras de Carolina, “para dejar huella en la vida de las personas, impactar positivamente en la comunidad”.

En su mensaje a los nuevos egresados, el Rector retomó algunas ideas que, en diferentes momentos, han expresado el papa Francisco y Arturo Sosa, SJ, nuevo Superior General de la Compañía de Jesús. Con esas ideas como base hizo seis invitaciones a los nuevos profesionistas: “Caminen a donde otros no van, a las periferias, a los márgenes de la sociedad. […] No se paralicen en el egoísmo. Unamos nuestra vida con la de los demás. Es necesario buscar el mayor bien y servicio, que los jesuitas llamamos magis y que significa “más”. […] Estén siempre alegres. Les espera un camino arduo y lleno de dificultades, pero que no les roben la alegría. […] Vivan la misericordia como un estilo de vida. […] Hagan el bien, pero un bien discernido. Siempre que alguien busca el bien se encuentra con el mal. Hay que enfrentarlo sin perder la paz y la alegría”.

Tras estas palabras, comenzó la fiesta: padres, familiares y amigos de los ahora egresados se sumaron a la celebración con abrazos, aplausos, fotos, flores y globos.

“Nos toca devolverle a la sociedad”
Una comunicación más horizontal y genuina entre los estudiantes, sugirió Ana Lilia, de Ciencias de la Educación y nacida en la sierra mixe de Oaxaca. Una plena conciencia de que terminar una licenciatura en México es un privilegio que alcanzan pocos y eso debe conllevar responsabilidades, pidió Eduardo, de Comunicación y Artes Audiovisuales. No olvidar que esta universidad les imprimó un sello diferenciador que les pide tomar en cuenta a las personas «como seres humanos», no solo como cifras, agregó Paola de la Paz, de Nutrición y Ciencias de los Alimentos.

La tarde-noche del mismo viernes, en la ceremonia dedicada a las 11 carreras del área de Humanidades del ITESO no cabía nadie más. Ahí, ante la guía de los jesuitas David Velasco y Pepe Martín del Campo, más de un millar de personas, entre amigos, familiares y los propios graduados de carreras como Psicología, Derecho, Gestión Cultural o Periodismo y Comunicación Pública, se mezclaron las emociones ante el ciclo que terminaba y el nuevo que se abría.

Entre abrazos, discursos y aplausos de los familiares, en el Arrupe coincidieron las palabras de Ana Lilia García, quien subrayó lo importante que resultaron para su formación esas charlas abiertas que tuvo con quienes quisieron escucharla o el proyecto Universidad Solidaria, el cual reúne a los estudiantes indígenas del ITESO, con las reflexiones sobre el futuro inmediato de Jorge Espíndola.

«Somos una minoría privilegiada, y con esto también hay responsabilidades que tenemos que asumir; tenemos que devolver, habrá que convertirnos en ciudadanos activos, reducir la brecha y generar condiciones de vida más justas para quienes carecen a costa de nuestros privilegios; habrá que dejar el mundo un poco mejor de lo que lo encontramos».

Acompañados por sus respectivos coordinadores de carrera y padrinos, los jefes de los departamentos que acogen a las licenciaturas del área de Humanidades (el de Estudios Socioculturales y el de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos), y las principales autoridades de la universidad, encabezadas de nueva cuenta por el presidente de ITESO, AC y el Rector de la institución, los alumnos empezaron poco antes de las 7 de la tarde a desfilar rumbo al estrado para recoger el título que los acredita como una nueva generación de Egresados de la Universidad Jesuita de Guadalajara.

La sensación de ir todos en el mismo barco

“La noción de que todos vamos en el mismo barco es algo que me aprendí de mis profesores y maestros, y que me dejó mi paso por esta universidad”, dijo Carlos Hernández, egresado de Arquitectura, durante la ceremonia de terminación de estudios de su carrera, en la que el sábado 10 de diciembre también estuvieron incluidas las carreras de Diseño e Ingeniería Civil.

Agradeció la solidaridad de sus compañeros, el apoyo de sus padres, las noches de desvelos por trabajos finales y el aprendizaje de que su trabajo trasciende en la medida en la que sea con y por los demás.

“Aquí aprendimos a ser personas antes que ingenieros, amigos antes que competencia”, añadió José Carlos Gutiérrez, quien culminó Ingeniería Civil.

Los nuevos egresados de las licenciaturas del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano fueron acompañados, además del presídium, por sus padrinos: Adrián Zuno, de Arquitectura; José Luis Tapia, de Ingeniería Civil, y Héctor Hugo García, de Diseño.

El Rector del ITESO les recordó que el discernimiento que tendrán que ejercer en su vida profesional tendrá que ver con cómo caminar junto a otros con un sentido de colaboración y solidaridad.

“El discernimiento no nos encierra en nosotros mismos, sino que se realiza en la ayuda a los demás, en el encuentro con el rostro sufriente de los hermanos, sobre todo los que sufren pobreza, abandono y marginación”, afirmó el jesuita.

En la jornada vespertina del sábado, la última ceremonia del Otoño 2016 correspondió al grueso de las Ingenierías ITESO: Electrónica, Sistemas Computacionales, Redes y Telecomunicaciones, Empresas de Servicios, Tecnologías de Información, Financiera, Ambiental, Mecánica, Química, Industrial y Nanotecnología.

Fotos Roberto Ornelas y Luis Ponciano

Con información de Adriana López-Acosta, Judith Morán y Enrique González