La locura de ser voluntario/a, de hacer algo por “pura gana”, por “pura voluntad, siempre estará vigente, sobre todo en estos tiempos en los que nos urge reencontrar el sentido de la solidaridad inteligente pese a todos los pronósticos desalentadores de degradación socioambiental. ¿Te animas?
Tenía 18 años cuando entré a estudiar al ITESO. Sin duda, la universidad jesuita en sí misma era una promesa que me entusiasmaba mucho, más allá de lo que decidiera estudiar. Desde que entré, busqué la opción de “ir de misiones” para seguir con una práctica que durante la etapa preparatoria me había dado mucha vida y la oportunidad de conocer la cultura y las realidades de distintas poblaciones rurales.
Por asuntos familiares, no pude ir a las “misiones” y se facilitó que entrara al voluntariado del Centro Universitario Ignaciano. No sabía que, gracias a ese proyecto, iba a conocer a mis mejores cómplices universitarios. Era el año 2003 y un pequeño grupo de compañeros y yo estábamos ante el reto de diseñar y acompañar la primera “Brigada de regularización” para jóvenes wixaritari que entrarían al Bachillerato Intercultural “Tatei Kie” de la Comunidad de San Andrés Cohamiata, Jalisco.
La experiencia fue totalmente disruptiva para nuestras cabezas y corazones. Durante la estancia en dicha comunidad, aprendimos a caminar por la sierra junto a un compañero invidente que demostró tener más ubicación que todos nosotros. Aprendimos que no podíamos hablar de ciencia sin ponerla en diálogo con la cosmovisión wixaritari. Aprendimos que no podíamos enseñar inglés sin aprender lengua wixaritari. Aprendimos, en pocas palabras, que la palabra México está llena de territorios, lenguas, formas y colores no siempre publicitados. Nos dimos cuenta de que, para conocer nuestro país, teníamos que pisar los territorios de los pueblos originarios. El pueblo wixaritari nos abrió una puerta que después continuamos con el pueblo tzotzil en Chiapas y con el pueblo rarámuri en Chihuahua. Cada uno y cada una de nosotras fuimos valorando los saberes de los pueblos e integrándolos a nuestros proyectos personales y profesionales.
Asimismo, los voluntarios del CUI compartíamos algo más: un deseo grande por explorar el mundo espiritual. Para muchos de nosotros fue esencial entender que teníamos que trabajar nuestros temas psicológicos para cultivar nuestra espiritualidad y así poder interactuar con pueblos con otras cosmovisiones. En ese intento, los retiros y los Ejercicios Espirituales fueron los espacios privilegiados para encontrar lo que buscábamos: conexión con lás demás personas del grupo, conexión con nosotros mismos y conexión con la fuente sagrada de la vida a la cual la mayoría de nosotros llamábamos Dios.
Recibimos, como parte nuestra capacitación, una formación ignaciana de acuerdo con la propuesta del P. Hans P. Kolvenbach, SJ a las universidades jesuitas. Esto es, las 4 “C”, que buscan ejercer un voluntariado consciente, crítico, comprometido y competente. Dicha formación nos ayudó a trabajar para ir profundamente dentro de nosotros y, sólo de esa manera, aprender a estar totalmente presentes con los y las demás.
Ser voluntario/a hoy es algo muy distinto. Después de casi 20 años y en el contexto de una pandemia, el voluntariado enfrenta un fuerte reto para encontrar los caminos de interiorización y salida de la universidad más pertinentes para la actualidad. Por ejemplo, los pueblos originarios están más amenazados, así como las presencias solidarias en sus territorios. Nuestros estudiantes lo atestiguaron este verano, concretamente en San Andrés Cohamiata, comunidad en la que 20 años atrás caminábamos libremente acompañados por nuestros compañeros wixaritari. Sin embargo…
El llamado sigue activo… la locura de ser voluntario/a, de hacer algo por “pura gana”, por “pura voluntad», sigue vigente. Nos urge reencontrar el sentido de la solidaridad inteligente pese a todos los pronósticos desalentadores de degradación socioambiental.
¿Te animas? Estamos buscando estudiantes que quieran aventurarse a algo absurdo que llenará de sentido su existencia: dedicar tiempo, por puras ganas, a emprender mundos más justos y plenos cerca de nosotras, y dentro de nosotros.
Formación ignaciana | Voluntariado CUI | Programa de Liderazgo | Retiro de interioridad | Ejercicios espirituales |
¿El mundo te desesperanza y quieres reconectarte para saber quién eres y a qué veniste? | ¿Quieres ponerte en acción para transformar el mundo? | ¿Tienes experiencias previas espirituales o de acción social y quieres potenciar tu liderazgo? | ¿Necesitas hacer un alto en tu vida y recordar quién eres y a qué veniste? | ¿Has profundizado en tu camino espiritual y quieres un espacio privilegiado para conectarte con Dios? |
SESIÓN INFORMATIVA MARTES 23 DE AGOSTO 3 A 4 PM AUDITORIO D1 |
SESIÓN INFORMATIVA MIÉRCOLES 24 DE AGOSTO 3 A 4 PM AUDITORIO D1 |
SESIÓN INFORMATIVA JUEVES 25 DE AGOSTO 3 A 4 PM AUDITORIO D1 |
VIERNES 30 DE SEPTIEMBRE AL DOMINGO 2 DE OCTUBRE | DEL 9 AL 14 DE DICIEMBRE |
Estudiantes de primer ingreso y estudiantes en general | Estudiantes de primer ingreso y estudiantes en general | Estudiantes a partir de cuarto semestre | Estudiantes de primer ingreso y estudiantes en general | Estudiantes con experiencias previas de espiritualidad |
fvilla@iteso.mx | jorgedelvalle@iteso.mx | resu@iteso.mx | fvilla@iteso.mx | resu@iteso.mx |