La empresa social es un puente entre las cooperativas y las organizaciones sin fines de lucro señaló Marco Tavanti, académico de la Universidad de San Francisco, durante la inauguración del Encuentro Internacional de Emprendimiento Social.
Según el modelo tradicional, una empresa es aquella que ofrece un bien o servicio y busca obtener una ganancia o utilidad. En el polo opuesto se encuentran las organizaciones sociales que buscan incidir socialmente sin obtener nada a cambio. En el punto intermedio se encuentra un tercer actor que poco a poco ha ido creciendo y consolidándose: el emprendimiento social, una empresa que busca ser sustentable, obtener una ganancia que le permita operar y, al mismo tiempo, incidir en la sociedad.
Para reflexionar y abonar en la consolidación de este modelo de emprendimiento, la Escuela de Negocios del ITESO inauguró la mañana del miércoles 18 de abril el Encuentro Internacional de Emprendimiento Social, que contó en su conferencia de apertura con la participación de Marco Tavanti.
El encargado de dar la bienvenida a los participantes del encuentro, que lleva por título “Desarrollo de empresas para el bien común”, fue José de la Cerda, director del Departamento de Economía, Administración y Mercadología (DEAM) del ITESO, quien explicó que la actividad forma parte de las actividades que se realizan en el marco de los 60 años de esta casa de estudios.
Explicó que “la economía del bien común es algo que apenas va comenzando en México, pero está tomando mucho impulso”, por lo que es una apuesta del ITESO para los próximos cinco años.
En esta edición del encuentro, organizado por la Escuela de Negocios, José de la Cerda detalló que participaron 150 congresistas procedentes de diferentes universidades del país y del extranjero, entre ellas las integrantes del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Concluyó su intervención diciendo que el encuentro era una oportunidad para “conocernos y encontrarnos para echar a andar proyectos. Hay material para generar alianzas. Platiquemos”.
Tras la participación de José de la Cerda tomó la palabra Mario Tavanti, de la Universidad de San Francisco, quien dictó la conferencia “Empresa social e innovación sustentable: soluciones para el desarrollo”.
Para su exposición, Tavanti comenzó haciendo un recorrido de su experiencia profesional, que lo ha llevado por países como Italia (donde nació), Tanzania, Brasil, Bosnia y México. Señaló que en la búsqueda de soluciones sociales y sustentables son necesarios tres ingredientes: valores, capacidad (o capacitación) y sistemas (para tejer redes y estar conectados).
Detalló que en el ambiente emprendedor confluían instituciones políticas, económicas y sociales, y precisó que es necesario “entender la relación híbrida de las empresas sociales” que están a medio camino de las organizaciones con fines de lucro y las de no lucro. Citando a Marthe Nyssens, definió a la empresa social como “un puente entre las cooperativas y las organizaciones sin fines de lucro”.
Ante disyuntivas como responsabilidad o filantropía; impacto social o mayores ingresos; becas o préstamos; ingresos o inversión; innovación o impacto; empresa social o negocio social, Tavanti respondió que es posible juntar ambos extremos. Finalmente, señaló que en el tema de la empresa social hay dos enfoques: el europeo, que tiende a ser más comunitario, y el estadounidense, que se inclina por ser más corporativo.
El programa del Encuentro Internacional de Emprendimiento Social, que terminó el 20 de abril, se dividió en dos: una parte, dirigida a emprendedores sociales y que incluyó programas de aceleración de empresas y conferencias; y el otro programa, para facilitadores, empresarios y alumnos, que contempló conferencias y talleres.