Porque implica perpetuar un modelo que ha demostrado ser ineficaz y por sus implicaciones en el deterioro del medio ambiente, tres especialistas coinciden en que la propuesta de una vía elevada sobre la avenida va a traer más problemas que soluciones
Hace tiempo, recuerda Maite Cortés, el Colectivo Ecologista de Jalisco (CEJ) atrajo los reflectores cuando intervinieron la escultura de la Minerva poniéndole una máscara antigás. El mensaje era claro: la contaminación en la ciudad iba en aumento y era necesario tomar medidas. A la vuelta de los años, las emisiones no sólo no han disminuido, sino que han aumentado en buena medida por la cantidad de autos. Una cantidad de autos que muchas veces están detenidos en todo lo largo de la avenida Adolfo López Mateos, problema para el que se ha insinuado que la solución es un segundo piso. Algo que, a decir de Pablo Montaño, «es una idea estúpida; es una pésima idea y debería darles vergüenza proponerla».
Cortés, del CEJ, y Montaño, profesor del ITESO y coordinador de Conexiones Climáticas, participaron junto con Luis Zambrano, académico del Instituto de Biología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la charla «Ni segundo pisos ni falsas soluciones: la ciudad en tiempos de crisis ambiental y climática», moderada por Yeriel Salcedo, académico del Centro Universitario de Incidencia Social del ITESO, quien al abrir la actividad explicó que ésta forma parte de una serie de iniciativas que buscan «reflexionar sobre las implicaciones ambientales de ciertos modelos de ciudad que se están imponiendo».
Zambrano abrió la conversación con un mensaje claro: «No lo hagan. El segundo piso es de las peores cosas que se le pueden hacer a la ciudad». El académico de la institución capitalina recordó la construcción del segundo piso en Ciudad de México, la Súper Vía y otras obras dedicadas al automóvil y que, señaló, replican un modelo lineal olvidándose del sistema completo. Puso como ejemplo la obesidad: «Es como si alguien comienza a subir de peso y, en lugar de cuidar su alimentación, compra ropa de tallas más grandes. Es lo mismo que construir más carriles».
Medidas como ésta, añadió, «no mejoran la movilidad y, por el contrario, promueven la forma más ineficiente, más inequitativa y tiene muchos costos. La mejor prueba de que no funcionan es Ciudad de México, donde hay más inversión para autos y cada día hay más contaminación y más tráfico». Para cerrar, mencionó que es importante hacerse la pregunta de qué se quiere mover, autos o personas. «Si queremos mover personas, la mejor forma es en transporte público y en bicicleta».
Maite Cortés señaló que muchas veces la política ambiental en el estado, y en este caso la política de movilidad, sigue el patrón de las adicciones: «Entendemos que no debemos hacer las cosas, pero seguimos haciéndolas». En su intervención la activista hizo un repaso de los trabajos que han hecho desde el CEJ para crear conciencia sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. «Tenemos 30 años dale y duro con lo mismo, porque tenemos décadas de aire sucio», añadió.
Montaño explicó que la mayor cantidad de emisiones en la ciudad provienen «de cómo nos movemos. Las condiciones para moverse por la ciudad no son las adecuadas». El profesor del ITESO señaló que «la crisis ambiental es una crisis de la imaginación, porque no hemos encontrado nuevas maneras de hacer las cosas en décadas, pero no estamos condenados a movernos con este modelo».
Recordó que Guadalajara fue reconocida a escala internacional por su plan de acción climática, por lo que «es absurdo que se pregunten por un segundo piso cuando ese plan estipula la disminución de autos». Para cerrar, hizo una invitación a seguir explorando iniciativas desde la creatividad y a propiciar espacios como la charla.
La y los participantes coincidieron en que es necesario que la sociedad se organice y se articule para evitar que se sigan desarrollando proyectos que, más que soluciones, lo que traen son problemas para la ciudad y, sobre todo, para el medio ambiente. «Mientras más organizados estemos, mejor vamos a generar contrapesos», dijo Luis Zambrano, y Pablo Montaño recordó cómo gracias a la unión de diferentes actores sociales fue posible detener la Vía Exprés, paso elevado que se pretendía construir sobre avenida Inglaterra. «Algunas las vamos a ganar, otras las vamos a perder como la del puente Matute Remus, pero hay que pelearlas todas», dijo el activista.
FOTO: Luis Ponciano