La politóloga y analista visitó el ITESO para dictar la conferencia “La democracia en México está en riesgo, ¿y yo qué puedo hacer?”, en la que, tomando como base su libro ¿Qué sigue? 20 lecciones para ser ciudadano ante un país en riesgo, hizo una evaluación del gobierno de López Obrador y expuso sus ideas sobre el rumbo que puede tomar el país de seguir la ruta de la llamada cuarta transformación

 

Denise Dresser no tiene empacho en reconocerlo: “Yo voté por Andrés Manuel López Obrador”. La afirmación es relevante porque la escritora y analista política ha sido señalada en repetidas ocasiones —123, según su cuenta— en la rueda de prensa matutina del presidente, la llamada “mañanera”. En esas menciones se le ha acusado de formar parte del “bloque conservador”, como le llama el presidente, por ser una de las críticas más acérrimas de la llamada cuarta transformación. “He sido crítica del poder durante 30 años y nunca me había pasado lo que ha pasado en los últimos años”, dijo Dresser durante la conferencia “La democracia en México está en riesgo, ¿y yo qué puedo hacer?”, que dictó en el ITESO y durante la cual, tomando como base su libro ¿Qué sigue? 20 lecciones para ser ciudadano ante un país en riesgo, hizo un balance de la situación del país y los riesgos que entraña para la democracia mexicana la continuidad de Morena al frente de México. 

La politóloga comenzó la conferencia con una anécdota: durante una marcha en la conmemoración del 2 de octubre, ella caminaba junto a integrantes de Amnistía Internacional, Artículo 19 y madres buscadoras de desaparecidos. Al llegar al Zócalo, se vio rodeada por un grupo de jóvenes militantes de Morena. Entre jaloneos y gritos de “¡Fuera Dresser!”, “¡Fifí!”, “¡Defensora del neoliberalismo!” y “¡Vocera de Carlos Salinas!” la sacaron de la plancha. “A las dos cuadras me puse a llorar. Me pareció paradójico que una activista de centro izquierda fuera sacada del espacio público por seguidores de un gobierno que ha militarizado el país”, dijo Dresser. Esto detonó preguntas: “¿Por qué me atacaron si no soy tan famosa? No soy tan famosa como Taylor Swift. Me atacaron por la mañanera, por las 123 ocasiones en las que me ha descalificado”, añadió y dijo que esas señales de polarización la motivaron a escribir el libro en cuestión. 

“Yo voté por AMLO, porque me pareció que la transición por la que había luchado mi generación había perdido el camino”, explicó Dresser. Dijo también que las disfuncionalidades de la democracia mexicana llevaron al poder “a un presidente que dijo que había errores y que había que corregirlos. Votamos por él porque creímos que tenía el diagnóstico correcto, pero ahora vemos que hay un desfase entre el diagnóstico y la aplicación de soluciones incorrectas que profundizaron los errores previos”. 

Entre las ideas que expuso Denise Dresser, la que más reiteró fue la del ataque a las instituciones que fungen como contrapesos del Estado que se está haciendo desde la llamada cuarta transformación: la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), los organismos reguladores, el Instituto Nacional Electoral (INE). Dijo que, al igual que ocurre con otros gobiernos con líderes autoritarios, “la democracia no está muriendo a manos de golpes de Estado, de militares y tanques, sino a manos de líderes democráticamente electos que usan su legitimidad para desmantelar las instituciones, concentrar el poder y quedarse en el gobierno” 

Para lograrlo, continuó, López Obrado echa mano de una “narrativa seductora en la que alienta la polarización con un mensaje que pone al pueblo contra las élites, contra los saqueadores, contra los oligarcas, y alimenta la idea de que la democracia de antes era una simulación”. 

Dresser mencionó que la popularidad del presidente no es sinónimo de un buen gobierno ni de tener una buena democracia y dijo que “la cuarta transformación ha colonizado las instituciones y el lenguaje, con el surgimiento del amloñol, en el cual los contrapesos son obstáculos para la transformación, los amparos están contra las obras públicas y la sociedad civil son grupos manipulados por Claudio X. y por Estados Unidos. El amloñol es seductor porque alienta un discurso de ‘el pueblo contra los privilegios’”. 

Entre otras cosas, también se refirió al llamado plan C de Morena, que consiste en obtener la mayoría calificada en el Congreso de la Unión para sacar adelante las reformas constitucionales propuestas por López Obrador y que Claudia Sheinbaum ha dicho que dará continuidad. “El riesgo del plan C está en las letras chiquitas: busca destruir al Inai, al aparato regulador del Estado, avanzar en la militarización. En ninguna parte del mundo coexisten la militarización y la democracia”. En ese sentido, agregó que la lección más importante que dejó la elección de 2018 fue “nunca darle tanto poder a un presidente o a un partido”, por lo que invitó: “Voten por quien quieran, pero no le den todo el poder a un partido. Si Morena obtiene la mayoría calificada va a ser el game over para el andamiaje institucional del país. El plan C sí es un peligro para México”. 

Cuestionada sobre por qué alguien habría de votar por el PRI o por el PAN conociendo sus antecedentes, compartió su estrategia: “Voy a votar por el contrapeso tapándome la nariz”. 

FOTO: Luis Ponciano