La Universidad participará en la actividad, que se realiza cada dos años. El encuentro tiene como tema central la “Rebeldía compasiva” y también se prepara una exposición itinerante. Y todavía más: para el ITESO, la participación en el ECSUJ forma parte de los festejos por los 30 años del Centro de Promoción Cultural
Los tiempos que corren son tiempos complicados. Las crisis económica, ambiental y de violencia orillan a las personas a dejar sus lugares de origen en busca de mejores oportunidades, la guerra es noticia todos los días y en México los acontecimientos recientes han sido un duro recordatorio de las violencias que aquejan a las personas. “¿Quién no se rebelaría ante todo lo que está sucediendo?”, pregunta Mayra Kitroser, y añade: “Sin embargo, debe ser una rebeldía que busque desarrollar estos nuevos futuros, los nuevos presentes que tanto necesitamos”. Por eso, para responder a esta búsqueda, el tema del XIV Encuentro Cultural del Sistema Universitario Jesuita es la “Rebeldía compasiva” y el ITESO ya alista maletas para participar en la actividad que se realizará del 7 al 10 de abril y tendrá como sedes la Ibero Ciudad de México y el Tecnológico Universitario del Valle de Chalco.
El Encuentro Cultural del Sistema Universitario Jesuita (ECSUJ) fue creado en 1995 y se realiza cada dos años, organizado por las áreas de arte y cultura de las universidades confiadas a la Compañía de Jesús en México. En el caso del ITESO, la participación es coordinada por el Centro de Promoción Cultural (CPC), instancia universitaria que este año cumple 30 años. “Cada edición participamos con una delegación integrada por estudiantes de cualquier carrera, de cualquier área de la Universidad. En esta ocasión van 34 estudiantes”, dice Mayra Kitroser, directora del CPC del ITESO, quien agrega que “la invitación es a una experiencia inmersiva, cultural y artística que va a tener muchas ramificaciones. La temática de la ‘Rebeldía compasiva’ se va a abordar desde diferentes perspectivas”.
El programa de actividades incluye ocho talleres de diferentes perspectivas, todos articulados al tema general del ECSUJ, además de espacios colectivos de trabajo y presentaciones de los diferentes grupos, espacios de improvisación musical, literaria y dancística. “Es un lugar de encuentro. Vienen estudiantes de todas las universidades y pueden convivir, compartir, conocerse, platicar sus aventuras y convivir en las diferentes actividades. Si quieres que las personas se conozcan, ponlas a trabajar juntas”, dice Kitroser.
Al profundizar sobre el tema del encuentro, la rebeldía compasiva, explica que no es posible llegar a este tipo de rebeldía, la que desarrolla futuros, “si no es desde la empatía, la compasión por el otro y entender al otro en su realidad; ser humanos en toda la profundidad que eso implica y serlo desde la garra, desde la parte rebelde para encontrar las fibras humanas que nos conectan entre personas. Es algo que tiene mucho que ver con identidad ignaciana de las universidades, con el compromiso social, el entendimiento del contexto sociocultural y político en que vivimos y cómo nos sumamos reflexivamente”.
La participación en el ECSUJ forma parte de las actividades para celebrar los tres decenios del CPC. Su directora explica que los festejos se realizarán a lo largo del año y que la intención es “celebrar desde lo que hacemos cotidianamente. Hemos hecho un proceso de reflexión sobre el trabajo del centro, estamos trabajando sobre un esquema nuevo, con líneas estratégicas y temáticas que van a definir el trabajo hacia el futuro. 30 años de historia deben servir para proyectar hacia el futuro”.
Por otra parte, las actividades del ECSUJ también contemplan la realización de una exposición itinerante titulada Una galaxia en los ojos de otros: ternura radical, en la que, a partir del Manifiesto de la Ternura Radical, se ha invitado a las y los estudiantes de las ocho universidades que integran el SUJ para que envíen sus propuestas de dibujo, pintura, collage, ilustración, fotobordado, cómic, grabado, esténcil y fotografía. En la convocatoria se explica: “Se sugiere vincular la obra al tema migratorio, la ternura como un acto de empatía profunda y comprometida, uno que desafía las normas convencionales sobre cómo nos relacionamos con las experiencias ajenas y con quienes son vulnerables, marginados o desplazados. Desde un enfoque busca reivindicar la humanidad de las personas migrantes, no desde la lástima, sino desde la solidaridad y el reconocimiento de sus sueños, resiliencia y dignidad”. Se tiene previsto que la obra seleccionada se exhiba como parte del XVI Foro de Derechos Humanos del SUJ, cuyo tema será la migración, y se tiene previsto que llegue al ITESO entre mayo y junio de este año.
FOTO: Cortesía Centro de Promoción Cultural