En la vigésima tercera edición del modelo de Naciones Unidas del ITESO, UNITESO, la movilidad humana y el desarrollo fueron el eje rector de las mesas de trabajo

Del 5 al 7 de marzo, 95 estudiantes de diversas carreras del ITESO, así como de Prepa ITESO y universidades invitadas, participaron en la vigésima tercera edición del modelo de Naciones Unidas de la Universidad. 

Catalina Morfín López, directora general académica, celebró que UNITESO se haya convertido ya en una tradición, y una que además es propuesta, promovida y organizada por la comunidad estudiantil a través de las sociedades de alumnos. 

Aplaudió que en la edición 2024 la movilidad humana y el desarrollo fueran el eje rector de las mesas de trabajo, a la vez que señaló éste comulga con una de las misiones del ITESO, aquella que dice que “es necesario participar en los procesos de transformación social para generar alternativas de desarrollo integral para beneficio del país”. 

Señaló que el UNITESO propone un espacio para “centrarnos en el quehacer de los internacionalistas, por lo que nuestro trabajo será entender, discernir y visualizar opciones para avanzar en esa construcción de puentes entre personas, culturas y sociedades” 

Morfín López invitó a los presentes a ofrecer atención y cuidados a las personas que emigran o buscan refugio, respetando irrestrictamente su dignidad, además de diseñar y evaluar las mejores estrategias para atender a la mayor necesidad. 

Karla Páez Ojeda, estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales y secretaria general de UNITESO, reconoció los esfuerzos del comité organizador y se dijo complacida de contar con la participación de delegados interesados en lograr incidencia y generar soluciones ante las problemáticas que aquejan a la sociedad.  

Afirmó que el tema del foro se eligió para invitar al diálogo y promover la sensibilización de las personas ante las distintas realidades migratorias que existen en el mundo, en tanto que confió en que las conversaciones que emanen puedan trasladarse a otros espacios sociales, académicos y laborales, considerando que “la lucha por el respeto de los derechos humanos es una batalla ardua y constante, pero sobre todo cotidiana”. 

Por su parte, Sofía Andrea Meza Mejía, coordinadora de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, señaló que hablar sobre la movilidad humana y el desarrollo es crucial para los procesos y cambios globales de las últimas décadas, a la vez que consideró imperativo que el tema se discuta en este tipo de plataformas para promover la reflexión y la búsqueda de estrategias de transformación social. 

Durante las jornadas se celebraron sesiones del Consejo Económico y Social (ECOSOC) con énfasis en el fortalecimiento de alianzas para el cumplimiento de la Agenda 2030; de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO) para hablar de los cruces entre migración, desplazamiento y educación; del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con el tema de desarrollo y dignidad humana ante la securitización fronteriza; así como de Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres) y el área de Derechos Humanos, para discutir en torno a la atención a mujeres en contextos de desplazamiento forzado y a la protección a las infancias refugiadas, respectivamente. 

Cada año, UNITESO reúne a estudiantes de diversas carreras para participar en un ejercicio de simulación de las actividades de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). A través de comités especializados, los participantes asumen el rol de delegados y delegadas de diferentes países, así como de representantes de organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación y otros actores internacionales, debatiendo y buscando soluciones a problemáticas actuales y relevantes en un entorno simulado. 

La dinámica apuesta por la formación de las y los estudiantes en cuanto al pensamiento crítico, la investigación, la negociación, la resolución de conflictos y la expresión oral y escrita, además de promover el diálogo para la construcción de soluciones ante problemáticas globales, desde una perspectiva local y priorizando el desarrollo sostenible, la paz y la justicia social. 

Necesario trabajar desde la transdisciplina

“Las relaciones internacionales no sólo están enfrentando un momento crucial, sino que también nos están fallando […]. Estamos en un mundo que enfrenta una situación límite, y los propios paradigmas clásicos de las relaciones internacionales son responsables de estar construyendo este mundo”, afirmó Adriana Sletza Ortega Ramírez, profesora investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y encargada de inaugurar el foro con la conferencia “El papel de las relaciones internacionales ante la búsqueda de estrategias de transformación social”. 

La catedrática señaló que la teoría y la metodología de las relaciones internacionales están muy polarizadas. Tomó como ejemplo el desmantelamiento del sistema migratorio de Estados Unidos que lideró el entonces presidente Donald Trump, sin importar el estatus legal de las personas en movilidad. La académica afirmó que ésta y otras situaciones obedecen a un contexto macro que obliga a los internacionalistas a tomar conciencia del impacto que tienen las decisiones que se toman a estos niveles.  

La también presidenta de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI) compartió que desde la multidisciplina y la transdisciplina, las relaciones internacionales tienen una herramienta importante para enfrentar los retos actuales. Consideró una ventaja que el perfil profesional del internacionalista permita “ver grandes procesos y cómo es que éstos se reflejan en procesos locales, con una capacidad de análisis crítico, pero también de proponer y generar estrategias”. 

“Los internacionalistas somos líderes, muy capaces de buscar soluciones y proponer espacios para la cooperación, la negociación y el encuentro”, afirmó. 

Mujeres migrantes

Laura Isabel Cortés Ladino, de Caminantas, Red para Mujeres Migrantes, impartió la conferencia “Retos que enfrentan las mujeres en procesos de movilidad humana”, misma que se basa en las experiencias de quienes forman parte de este colectivo que acompaña a mujeres migrantes y refugiadas internacionales en sus procesos de integración. 

La ponente señaló que, aunque en México no se considera un crimen no contar con documentación migratoria, esta situación de irregularidad sí bloquea otros derechos, como trabajo, vivienda, salud y educación, a pesar de la universalidad de derechos humanos que pregonan las leyes mexicanas. 

Llegada desde Colombia en 2016 para continuar con sus estudios de maestría, Cortés Landino sabe de las dificultades de llegar a un país ajeno e intentar integrarse a la sociedad, aun habiendo migrado de manera regular. Y los retos se magnifican para quienes lo hacen de manera irregular. 

En ese sentido, consideró que la perspectiva de género es necesaria en temas migratorios. Puso como ejemplo el caso de una mujer migrante que sufre de violencia de género. “¿Qué pasa cuando no puedes trabajar porque no tienes permiso de trabajo y además estás en el país condicionada por el vínculo con la persona que te está agrediendo? En México, la residencia por vínculo familiar no incluye permiso de trabajo, es decir, se espera que la persona sea mantenida por quien le da la residencia. Hay una situación de dependencia muy fuerte que en los casos de violencia de género llega a ser un factor bastante difícil”, mencionó.  

Además, si bien en México se vive un contexto menos punitivo en la materia en comparación con Estados Unidos, el tema de la discriminación y los estereotipos impera, especialmente la hipersexualización de las mujeres latinas, el acoso sexual, trata de mujeres y la falta de redes de apoyo. 

Desde Caminantas se facilita una red de apoyo para mujeres migrantes, constituida por alrededor de 80 mujeres. “Ofrecemos orientación en temas como regularización, violencia de género, acceso al trabajo y a la salud, refugio, entre otros”, dijo.  

Constituida como asociación civil en 2023, Caminantas también cuenta con un Manual para trabajar en México, así como otros recursos de acceso gratuito que pueden resultar de utilidad para mujeres y migrantes en general, en sus procesos de integración al país y específicamente en Jalisco. 

FOTOS: Zyan André