La alianza entre el ITESO y esta organización internacional con sede en Finlandia –cuya misión es crear lazos entre alumnos, empresas y organizaciones–, tiene como objetivo primordial el impulso al ecosistema de innovación de la región, mediante la búsqueda de soluciones a toda clase de desafíos tecnológicos y sociales.

Si tienes una buena idea; si no la tienes pero has detectado un problema en tu colonia, tu escuela o cualquier punto de la ciudad; si crees saber cómo mejorar el desempeño de una empresa, una escuela o una organización ciudadana o si simplemente conoces a alguien que pueda responder que sí a cualquiera de las anteriores opciones, el ITESO está a punto de abrir un lugar ideal para encauzar estos y muchos otros desafíos.

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Después de visitar Guadalajara en abril para empaparse del entorno de emprendimiento educativo y tecnológico de las universidades de la ciudad, la organización finlandesa Demola, en conjunto con el Banco Mundial, eligió a la universidad jesuita como su primer aliado en América y así dar a luz a Demola-Guadalajara.

¿Pero qué es Demola? Es una empresa situada en Tampere, al sur de Finlandia, que coordina una red internacional de universidades con las que trabaja muy de cerca para potenciar sus ecosistemas de innovación y emprendimiento, por ejemplo en el País Vasco, Letonia, Eslovenia, Budapest y Suecia.

“Decidimos que era momento de hacer algo juntos”, afirma Óscar Fernández, jefe del Centro para la Gestión de la Innovación y la Tecnología del ITESO (Cegint).

El modelo de co creación de Demola consta de tres principios básicos: resolvamos desafíos reales, innovemos y empoderemos a los alumnos.

“El modelo está abierto para cualquier tipo de necesidad que planteen o la sociedad o la industria. Hay que recordar que la innovación tiene su principio en las necesidades no atendidas”, explica Roberto Osorno, académico del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática del ITESO y representante de Demola en México.

La propiedad de los productos que surjan en este innovador modelo, será 100% de los estudiantes

“Es un modelo que empata muy bien con procesos de investigación y desarrollo que las organizaciones más desfavorecidas no tienen, principalmente las pequeñas, sean empresas u ONG”, añade Osorno.

Aquí, en el Parque Tecnológico ITESO, se abrirá en enero de 2015 la sede de Demola-Guadalajara, dedicada a la co creación y a la búsqueda de soluciones a los desafíos que se vayan aprobando (la primera “camada” constará de unos 20); aquí

En el sitio facebook.com/DemolaGdl ya se pueden conocer los detalles de algunos de ellos y ya se pide a estudiantes de distintas carreras de humanidades, negocios e ingenierías que se integren.

¿Ejemplos? Aportar competitividad a las empresas de la región; mejorar el transporte público; apoyar a los jóvenes para que encuentren trabajo; desarrollar un software que acelere los procesos de las empresas; crear muebles que se adapten a las viviendas de interés social o un dispositivo que les permita escuchar y comunicarse mejor a los sordos.

Todos crean, todos colaboran, todos ganan

DEMOLA, originaria del tercer país menos corrupto del mundo, según Transparencia Internacional, además de proveer tecnología, asesores o su amplia red de conocimiento e innovación, funge como una especie de “árbitro” para proteger los intereses de alumnos, empresas y organizaciones que se den cita en el ITESO.

El PAP “Demola, innovación abierta” tendrá sesiones informativas el 12 de noviembre a las 11:00 horas y el 13 de noviembre a las 9:00 horas, ambas en el Auditorio del edificio T

El proceso es más o menos el siguiente: DEMOLA Guadalajara aprueba el desafío X que le plantea una empresa, una ONG o un grupo de personas, que en cualquier caso deberán aportar 10 mil pesos para gastos de operación; luego reúne a los alumnos con el perfil para resolverlo; ellos tendrán 15 semanas para proponer una solución, después de trabajar conjuntamente con el que lanzó el desafío; los alumnos serán dueños al 100% del producto final; por contrato, si al que lanzó el desafío le interesa comprarlo, los alumnos tendrán que vender, pero si no hay interés, ellos podrán hacer lo que les plazca con su proyecto.

“Estamos tratando de impactar el ecosistema de la región, y eso no se puede hacer solamente desde el ITESO; el modelo está abierto a todas las universidades”, subraya Osorno. “Esto nos propone un cambio de mentalidad a los empresarios y a los alumnos, y yo creo que podemos pensar diferente”. Texto Enrique González Foto Roberto Ornelas