En las Jornadas de Sexo, Arte y Diversidad se habló sobre los avances y las resistencias que impiden el progreso de los derechos sexuales.

POR MARCELA GUTIÉRREZ

El voluntariado UNISIDA del Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles del ITESO y la Sociedad de Alumnos de la carrera de Derecho realizaron un panel sobre los derechos sexuales de los y las jóvenes, sus transformaciones socioculturales en las últimas décadas y sus limitaciones legales desde distintos campos profesionales.

Hablar acerca de la sexualidad en diferentes espacios es una estrategia de prevención por parte del voluntariado UNISIDA, que busca combatir los prejuicios y estigmas que rodean el tema, por lo que propusieron que desde cuatro perspectivas se ahondara sobre los derechos sexuales.

Paola Lazo, doctora en Estudios Científico-Sociales del ITESO, explicó que en los últimos 7 años se ha visto un mayor empuje en México por tratar de introducir los derechos humanos en al ámbito de la sexualidad, sin embargo, aún existe un gran debate y polémica con las legislaciones que frenan la defensa de derechos que tienen relación con la interrupción legal del embarazo, por el matrimonio igualitario y por la autodeterminación de identidad de género.

“En doce entidades federativas mexicanas, incluyendo Jalisco, el matrimonio igualitario es legal, pero lo que más ha provocado resistencias es la posibilidad de que las parejas homosexuales adopten o tengan hijos. Dicha iniciativa de ley fue rechazada”, abundó.

En cuanto a la interrupción legal del embarazo, este se formalizó en el 2008 cuando se legalizó en la Ciudad de México, hasta las doce semanas de gestación. Es así que todas las mujeres pueden acceder a este derecho únicamente en la Ciudad de México, ya que en el resto de los estados sólo se puede abortar si es algún caso de violación, explicó la Dra. Lazo. Mencionó también que la Ciudad de México es el único lugar donde existe una ley de identidad de género que a partir del 2014 se convirtió en trámite administrativo en donde se puede cambiar la identidad, el nombre de la persona en el acta de nacimiento, con un costo de 62 pesos.

Si bien hay avances en la cuestión legal, el profesor Sergio Salazar explicó que también hay resistencias que impiden su progreso. El maestro en Comunicación de la Ciencia y la Cultura por el ITESO, habló acerca de tres fuerzas que organizan la resistencia en la promoción y el goce de los derechos sexuales.

Por un lado, la resistencia política de los estados en términos legales, al poner trabas para no cumplir con las leyes; las razones socioculturales de grupos conservadores que hablan sobre una ideología de género inexistente, en donde muestran una visión del cuerpo conservadora, y la discriminación que hay entre distintos grupos de la diversidad sexual, al invisibilizar a comunidades bisexuales, asexuales y lésbico gay, apuntó el profesor del ITESO.

Por otra parte, Liliana Castañeda, profesora de la UdeG, habló sobre la importancia de discutir los derechos reproductivos.

“En el artículo cuarto de la Constitución el derecho reproductivo se define como la libre determinación de cuándo y cuántos hijos tener. No establece la idea de con quién o la falta de determinación de a quién le corresponde el derecho reproductivo, si al hombre o a la mujer. No establece el derecho al deseo de no tener hijos por parte de las mujeres y las consecuencias sociales que esto acarrea”.

Los panelistas concordaron con la idea de que los derechos sexuales y los reproductivos son cuestiones importantes que requieren de un estudio por separado y una justa determinación legal que permita el goce y el pleno desarrollo de cada individuo.

Las panelistas concluyeron, además, que la concientización es clave para la promoción adecuada de dichos derechos sin que resistencias conservadoras traten de conquistar y limitar este derecho fundamental, a través de la imposición de ideas.