Ante el escenario de crisis que atraviesa el país, y Jalisco en particular, la Universidad Jesuita de Guadalajara dio a conocer su nuevo centro, que estará enfocado en la defensa de los derechos humanos

Con el objetivo de rescatar  la  dignidad  humana y buscar justicia para las víctimas que han visto violados sus derechos humanos, el ITESO ha puesto en marcha el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ, espacio que busca ser una respuesta concreta a la grave crisis en materia de derechos humanos que atraviesa el país, y Jalisco en particular, situación que ha sido denunciada y evidenciada en múltiples ocasiones por organismos tanto locales como nacionales e internacionales.

Desde que asumió el cargo como Rector del ITESO, en octubre del año pasado, Luis Arriaga, SJ, integró una comisión que hiciera un diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en el estado y en la región. El nuevo centro, que depende de la Dirección  de  Integración  Comunitaria de la Universidad y es dirigido por Alejandra Nuño, es producto del trabajo de dicha comisión.

El  Rector  detalló  que  el  centro  trabajará con cuatro programas principales:  Desaparición,  tortura  y  ejecuciones  extrajudiciales,  buscando  incidir  en  la  agenda  pública  para  comprender  mejor  estos  fenómenos;  Seguridad ciudadana y justicia, desde donde se realizarán diagnósticos de las consecuencias que tienen en los derechos humanos ante la militarización o el colapso de las instituciones encargadas de la procuración de justicia; Violencia de género, que trabajará en temas de  violación  de  derechos  humanos  de  las  mujeres  y de los colectivos de diversidad sexual; y Derecho al  agua  y  el  territorio,  buscando  hacer  efectivo  el  derecho a la tierra y el territorio, así como a la movilidad, la vivienda y un ambiente sano. “Desde el ITESO, Universidad Jesuita en Guadalajara, soñamos con un mundo mejor y hacemos esta propuesta para trabajar, desde una academia activa y comprometida, con todas aquellas personas, universidades e instituciones  que  quieran  caminar  en  esta  utopía  para  cambiar nuestra realidad”.

“Obstaculizada la convivencia, deterioradas las instituciones que la garantizan, rotas las certezas que dan seguridad a las ciudadanas y ciudadanos en su actuación, los derechos humanos —y la misma dignidad humana—, pasan a segundo término. Es relevan-te entonces insistir en los derechos humanos como instrumentos adecuados para el fortalecimiento de nuestras sociedades”, dijo Luis Arriaga, SJ, durante la presentación oficial del Centro Francisco Suárez, SJ.

Cada uno de los programas arriba descritos realizará cinco tareas principales, de acuerdo a sus líneas de trabajo: litigio estratégico; fortalecimiento institucional y generación de capacidades en actores sociales; incidencia en políticas públicas; información, análisis, investigación e innovación en torno a la situación de los derechos humanos en Jalisco y la región; y acompañamiento a víctimas de violaciones de derechos humanos desde un enfoque diferencial que garantice el derecho a la verdad, el acceso a la justicia, la reparación y con garantías de no repetición.

Con nombre y apellido

Se llama Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia y se apellida Francisco Suárez, SJ. El nombre proviene del jesuita, teólogo, filósofo y jurista español, nacido en el si-glo XVI y que es considerado como una de las principales figuras del movimiento de la Escuela de Salamanca (más en la página 11).

Bienvenida local e internacional

Para su inauguración, el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia contó con la participación de representantes del gobierno estatal y de instancias internacionales. Rainer Huhle, profesor invitado de la Universidad de Nuremberg  y  exintegrante  del  Comité  de  la  ONU  contra  la  Desaparición Forzada, mencionó que para este centro era una gran oportunidad para orientar a la sociedad entera, no  sólo  a  la  comunidad  universitaria,  y  ofreció  crear  un  vínculo para trabajar en colaboración con la Universidad de Nuremberg.

Ana Carolina Chimiak, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad), celebró en nombre de la asociación la apertura del Centro Francisco Suárez, SJ, pues es momento de “cambiar el paradigma del papel que debe jugar la sociedad civil. Es hora involucrar a los profesores y estudiantes en la defensa de los derechos humanos”.

En la misma línea se expresó Patricia Martínez, coordinadora general estratégica de Gestión del Territorio del gobierno de Jalisco, quien señaló que el ITESO es un actor importante en el estado y, desde su área de trabajo, subrayó la importancia de trabajar por el derecho a la ciudad.

Finalmente, Jan Jarab, representante en México de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los  Derechos  Humanos,  se  sumó  a  las  felicitaciones  por  “compromiso (del ITESO) por la promoción y la defensa de los derechos humanos en México” frente al excepcional contexto de violencias en el que “las universidades pueden hacer grandes cosas desde el ámbito educativo y desde la investigación”. Finalmente, señaló que el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ, es una “muestra de la vocación transformadora del ITESO. Los retos nos interpelan a ser más creativos y a formar nuevas estrategias de incidencia”.