Las y los investigadores del ITESO y rectores de las universidades jesuitas se reunieron a dialogar en torno a la investigación, un legado que la Compañía de Jesús ha preservado por más de 400 años, que incide socialmente y está orientada por la justicia.

En las universidades confiadas a la Compañía de Jesús, como el ITESO, la investigación es parte toral de las actividades cotidianas y  debe  cumplir  con  características  específicas,      fundamentalmente, ofrecer  alternativas  de  solución  a  los grandes problemas sociales.

Estas características las desglosó Catalina Morfín, directora general académica del ITESO, para abrir el encuentro Diálogos de la Investigación ITESO 2019, quien expresó que la investigación debe tener pertinencia social y académica; se debe trabajar en un esquema de colaboración y en red; también que debe contar con continuidad en sus objetivos, consonar con la misión del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) y que fortalezca los programas de posgrados y licenciatura desde su ejercicio.

“La universidad está llamada a trabajar en la solución de los grandes problemas sociales, a ofrecer alternativas a nuestros modos de producción y organización política y a mantener una relación crítica y de mediación con todos los sectores de la sociedad”, mencionó la directora.

Como ejemplo habló del trabajo en red e interdisciplinario que se refleja en los 11 Programas Formales de Investigación (PFI) con los que cuenta el ITESO. Cuatro de ellos fueron abiertos este año y están dedicados al desarrollo empresarial de Mipymes; a la construcción de alternativas ante desigualdades; a aplicaciones de materiales avanzados y sistemas dinámicos; a la solución de problemas en salud, energía y medio ambiente; y un último enfocado a las relaciones y prácticas sociales que manifiestan la dimensión moral de la vida humana, en el que colaboran los y las investigadoras de los departamentos de Formación Humana (DFHhttps://filosofiayhumanidades.iteso.mx/) y de Filosofía y Humanidades (DFyH).

Mesa de rectores

En mesa de diálogo, los rectores de la Universidad Iberoamericana campus Ciudad de México y Puebla y del ITESO, discutieron respecto al papel de la investigación en el SUJ y la relación que esta guarda con la realidad del país.

“En la Compañía de Jesús somos herederos de un legado. Desde muy temprano en nuestra historia nos dimos cuenta de la importancia de la investigación, no solamente centrada en teología o filosofía, sino también en ciencias naturales y matemáticas”, resaltó Luis Arriaga Valenzuela, SJ, Rector del ITESO.

Mencionó que hay ciertos temas que deben ser atendidos desde la investigación. Algunos de ellos son la desigualdad, pobreza y exclusión; gobernabilidad democrática, derechos humanos y ciudadanía; justicia socioambiental y desarrollo sustentable; migración; culturas juveniles, problemática ambiental y el desarrollo de tecnología para propiciar la calidad de vida humana en sus diversos aspectos.

Para el rector de la Ibero Ciudad de México, David Fernández Dávalos, SJ, “que la Compañía de Jesús se interese por la investigación de la ciencia dura, la ciencia natural y ahora la ciencia social, (…) está en el corazón de nuestra espiritualidad. Conocer las cosas es conocer a Dios: la fe nos dice quien hizo las cosas y la ciencia nos dice cómo las hizo”, apuntó.

Quien fue rector del ITESO de 1998 a 2002, señaló que una investigación típica de una universidad del SUJ busca esclarecer qué sucede, por qué sucede y que acciones se deben emprender para mejorar el entorno a partir de ese conocimiento.

“La investigación se define en torno a problemas de necesidades concretas de la sociedad en la que estamos insertos y tiene la justicia como orientación central. Como objetivo tiene ampliar el conocimiento, pero también discernir cuales son los puntos a fortalecer y modificar de la realidad, de suerte que vaya siendo cada vez más como la voluntad de Dios señala”, comentó el jesuita.

Recién nombrado como rector de la Ibero Puebla en mayo de este año, Mario Patrón Sánchez coincidió con sus colegas en cuanto al deber ser de la investigación y añadió que es importante sumar el compromiso social como característica inalienable de cualquiera de estas casas de estudio.

“El sentido de ser de la universidad es la incidencia en la realidad. La perspectiva es transformadora, es incidir desde los desventajados y faltos de poder. Eso marca nuestra forma de hacer investigación”, mencionó.

Los desafíos

Tras décadas de trabajos, son muchas las aportaciones que han hecho las universidades jesuitas a la escena nacional desde su investigación. Sin embargo, los rectores coincidieron en que uno de los principales desafíos es construir investigación institucional, “que no es la suma de las investigaciones individuales, sino la racionalidad desde la cual la universidad quiere incidir en un momento particular de la realidad concreta local, regional, nacional o internacional”, explicó David Fernández, SJ.

Mario Patrón comentó que las malas prácticas instauradas al interior del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) han complicado el quehacer de los académicos, quienes se ven enfrascados en una dicotomía entre la docencia y la investigación. “En la medida en que podamos vincular más estos dos universos, vamos a poder enfrentar mejor el reto”, señaló.

Es así que el rector de la Ibero Puebla previó que se pudieran crear incentivos, indicadores y métricas para los investigadores más apegados a la pertinencia social, a fin de aumentar el impacto de las investigaciones.

Ante este panorama, David Fernández, SJ comentó que en la Ibero Ciudad de México “la promoción de la inscripción al SNI es una atribución de la universidad, que decide con base en sus necesidades diferenciadas según los departamentos y los temas a investigar”. Explicó que esto permite que los proyectos institucionales se alineen a las prioridades institucionales y que sea un trabajo de calidad, que cobre pertinencia y que incida en la transformación.