Por medio de un ejercicio transdisciplinario, los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) reflejan desde hace más de 20 años, la vocación solidaria y de ejercicio profesional que abandera el ITESO y sus OFI
Las Orientaciones Fundamentales del ITESO promueven tres acciones: formar profesionistas libres y competentes al servicio de la sociedad; el ampliar las fronteras del conocimiento y la cultura; y el desarrollo del diálogo con las distintas organizaciones sociales buscando soluciones viables y pertinentes para la transformación de los sistemas e instituciones.

Todas esas acciones están de manera implícita en el tipo de iniciativas que se desarrollan en los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP).

“Esto tiene que ver con proyectos transdisciplinares y de aprendizaje y servicio solidario. Son dos de las metodologías que trabajamos. Al final han estado en las orientaciones y en la tradición de las universidades jesuitas a lo largo de los años”, considera Rebeca Acevez Muñoz, directora del Centro Interdisciplinario de Formación y Vinculación Social (Cifovis) y coordinadora de los PAP.

En los PAP, los estudiantes, después de recorrer un trayecto formativo académico en su paso por la universidad, se inscriben a dos asignaturas –de una oferta de más de 80–, cuya finalidad última es problematizar la realidad para generar alternativas que, de preferencia, puedan revertir las desigualdades de los contextos en los que están inmersos.

“Creo que las OFI ordenan bastante bien la tradición de las universidades jesuitas en un contexto específico que es Jalisco y Tlaquepaque, por su ubicación geográfica y le dan los componentes necesarios para que el ITESO sea lo que es hoy”, añadió.

Desde sus principios, las asignaturas PAP están diseñados para formar desde la cooperación y la solidaridad, pues se diseñan de manera colaborativa entre comunidades académicas y actores sociales en diversos escenarios; involucran trabajo en equipo para atender un problema o necesidad real de un usuario o destinatario externo; y además suponen una adecuada autonomía del colectivo de estudiantes en las actividades de estudio, diagnóstico y planeación de un proyecto construido entre las partes.

También demandan la ejecución y evaluación colaborativa de los resultados y/o productos del trabajo; integran un momento formal para le entrega y devolución de los conocimientos generados con las evidencias del caso en las que participan las partes involucradas; implican la puesta en práctica de diversos saberes profesionales que el estudiantado desarrolla a lo largo de su trayectoria: propician en las comunidades una labor reflexiva de síntesis e integración del aprendizaje, así como el diálogo entre las diversas disciplinas para el abordaje de problemas complejos a través del desarrollo de proyectos aplicados; y en su diseño, consideran momentos rigurosos de análisis que ubican la problemática específica del proyecto a partir del estudio de las desigualdades.

Acevez destacó que, a través de los PAP y la vinculación con comunidades, la Universidad además de fomentar prácticas de investigación y formación también contribuye activamente al cambio social. Sin embargo, consideró que este modelo exige atender desafíos académicos y sociales que requieren de un constante proceso de adaptación y reflexión para seguir siendo un referente de formación integral y compromiso social en el futuro.

“En planteamiento, en inspiración y proyección se reflejan las orientaciones, pero claro que cuesta trabajo por cómo estamos organizados en diversas áreas y cómo nos han enseñado a pensar la realidad también. Creo que uno de los grandes aportes es justo reconocer que esta visión ha estado presente a lo largo de la tradición de la universidad jesuita, en particular de las OFI y en cómo hemos tenido que ir creando dispositivos y mecanismos necesarios de gestión para que esto suceda”, expresó.

La académica formada en Educación (licenciatura) y Gestión del Conocimiento (maestría) en el ITESO, reconoció que al interior de los PAP los estudiantes pueden darse cuenta de qué necesitan de otras disciplinas porque la realidad así se los demanda, aún cuando su vida profesional esté acotada y dirigida a buscar una solución mucho más disciplinar que interdisciplinar. Este diálogo con otros tiene una implicación directa en un escenario real, que les abre las perspectivas, pero desde un escenario contenido y hasta cierto punto controlado.

“Algo de lo que mejor evalúan los estudiantes, en términos de compartir ciertas narrativas de lo que les deja el PAP, es la parte de compartir con otras carreras y enfrentarse a un problema con otras visiones en escenarios reales, reconociendo que no es sólo para pasar una materia, sino para lograr un presupuesto de un proyecto, para construir un dispositivo para la mejora de cierta condición”, agregó quien fuera Coordinadora del Centro de Formación y Acción Social Ernesto Meneses.

Acevez Muñoz compartió que si bien, en los PAP las apuestas son por la transdisciplinariedad es importante reconocer que habrá problemáticas, proyectos u objetos de estudio que sí se tendrán que abordar de manera disciplinar y también son igualmente válidos dentro de estos esquemas de trabajo.

Apuesta por la dignidad humana
Estudiantes que han participado en los PAP suelen tener experiencias reveladoras, las cuales, una vez concluida su participación, incluso pueden definir su rumbo laboral, como le pasó a Mariana Simental Fink, egresada de Psicología, quien hoy en día sigue involucrada en el trabajo con infancias y sus procesos de aprendizaje, algo que descubrió durante su participación en el PAP “Atención a niños en contextos desfavorecidos” en el Centro Polanco, bajo la coordinación de la académica María de Lourdes Centeno.

“Para mí este PAP fue un parteaguas de lo que quería hacer en mi vida profesional y en cómo lo quería hacer, desde respetar siempre la dignidad humana, el trato humano y generar espacios donde cada persona quisiera transformarse, aprender o conocerse a sí mismo. Un espacio donde seas tratado con dignidad, que se apropien de esos lugares, desde la forma de relacionarme de modo horizontal, donde todos somos iguales”, declaró.

Simental Fink aseguró que este PAP la hizo reflexionar sobre la importancia de actuar con valores en cualquier parte de su vida, y poder ver al otro como una parte crucial de su forma de ser, su crecimiento y transformación. “Elegí este PAP porque no había trabajado con niños y quería intentarlo en un espacio donde te acompaña un profesor. Estuve dos semestres y lo que viví me llegó a transformar. Conocí esta libertad que tienes de transformar los espacios según las necesidades, pude ver a la educación y los aprendizajes desde una forma no tradicional, sino desde esta parte de lo individual, de las necesidades individuales. Te enmarca en esta sed de justica, de buscar lugares en donde todos tengamos las mismas oportunidades”.

Diana García, egresada de Psicología, también participó en este PAP, en el que consideró que se conjugan distintas áreas desde la personal, la profesional e incluso la espiritual. “Atravesamos momentos muy complejos en cuanto a los índices de violencia que se viven en el país, ese es uno de los puntos por los que me interesó este PAP, porque atiende una comunidad en particular que está inmersa en un contexto sumamente violento”, dijo.

Para ella es fundamental favorecer entornos educativos donde los niños, niñas y adolescentes puedan acceder a escuelas que tengan modelos educativos de calidad, uno de los primeros entornos que conocemos los seres humanos en sus primeros años de vida y por lo tanto, un área fundamental. “Me ilusiona y me apasiona la posibilidad de ser una mediadora del aprendizaje, entendiendo que siempre conlleva una parte emocional, y que no puede estar separado. Aprender puede ser divertido, y ser un acompañante que se salga de los marcos tradicionales es algo que me llena de esperanza”, agregó.

Mirar por la economía social

Cecilia Sánchez Magallón egresó en 2024 de la licenciatura de Nutrición y Ciencias de los Alimentos y formó parte del PAP «Redes y proyectos productivos sociales», bajo la coordinación de Luis Manuel Macías. Según confiesa, este proyecto le permitió aplicar sus conocimientos en un contexto real, utilizando las enseñanzas en torno a la nutrición.

“Apoyamos a una organización con causa social de apoyo a adultos mayores y a mujeres (Flor de Luna), y fue algo significativo, representó la oportunidad de comprender cómo la economía social puede transformar comunidades y mejorar la calidad de vida de las personas”, reconoció Sánchez Magallón.

Como enseñanza, lo más significativo para Sánchez Magallón fue darse cuenta de cómo manejar este tipo de situaciones, además de que reflejan el ser itesiano, al ser palpable esa voluntad de apoyar. “La gran mayoría son personas vulnerables, o que se encuentran solas. La participación de nosotros juega un papel muy importante, para que se sientan acompañados y darles actividades dinámicas que los puedan sacar de su realidad”.

Romina Venturi Cuan, de la licenciatura de Recursos Humanos y Gestión del Talento, entró al PAP por esta pasión de conocer lugares y personas nuevas, algo que le dio la oportunidad de tener una esperanza en la humanidad. “Participar en el PAP de economía social significó abrir mi mente y entender que soy una persona consumista, es una enseñanza que me dejó, entender que por más fácil que tengas las cosas, no siempre es lo mejor para ti, para tu cuerpo o para la sociedad”.

Para ella, la cultura de colaboración del ITESO rinde dividendos, porque incluso, la gente involucrada o beneficiarios del PAP, siguen pidiendo que muchos de los estudiantes vuelvan o sean parte del proyecto, incluso hay algunos que han sido reclutados en las organizaciones.

Tecnología a favor del ambiente
Juan Manuel Gudiño, estudiante de la Ingeniería en Nanotecnología formó parte del PAP «Nanotecnología con impacto en la industria», que coordina la académica Yenni Guadalupe Velázquez Galván, en el cual se trabajó en el desarrollo de un biocarbón a base del bagazo del tequila.

«Participar en el PAP realmente ha sido casi un sueño hecho realidad, me emocionaba mucho este PAP cuando lo conocí. Ha sido una increíble experiencia, en el sentido de que me he acercado a lo que yo me imagino que es el mundo laboral, al menos en el área de la investigación. Aparte está enfocado en un área que me interesa mucho, que es un enfoque más ambiental”, expresó.

El alumno consideró que en este PAP descubrió el proceso de lo que puede ser una investigación, el tiempo que puede tomar ese tipo de procesos, pero también lo reconfortante y lo emocionante que es conseguir los datos que estás buscando, “el simple hecho de poder mejorar y trabajar en equipo es algo bastante relevante. Es bastante notorio que este es un proyecto llevado a cabo por personas del ITESO, ya que su enfoque es buscar la mejora ambiental, a la par de la comunidad a la que estamos apoyando”.

Isaac Newton Reynoso es el director general del área de las plantaciones de agave en la empresa Destilería Santa Lucía, la cual fue la destinataria de la labor de este PAP: “el proyecto nos ha brindado una perspectiva nueva al tema del bagazo. Si bien ya se tenía un proceso de compostaje en la empresa, no era el más efectivo también generaba gases de efecto invernadero en su proceso, por lo que siempre se buscaba una solución”.

A lo largo de este proyecto se han encontrado resultados positivos en la experimentación con el biocarbón fabricado a través del bagazo. El ITESO ha funcionado como un facilitador de proyecto, con sus recursos e instalaciones. “El contar con diferentes carreras colaborando y los estudiantes que forman parte, nos ha parecido muy valioso, pues esto nos ha apoyado a ir ampliando la vista. Esto empezó como un desarrollo de biocarbón y ahora sabemos que beneficios nos puede presentar, es un valor agregado para la industria del tequila”.

Perspectiva jurídica ambiental

Para Arturo Alejandro Castañeda y Zaragoza, egresado de la licenciatura en derecho en 2010, ser parte del PAP Clínica de Derecho y Gestión Ambiental, que es coordinado por el académico Francisco Javier Silva Castañeda, fue de un gran significado, pues le tocó ser asignado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), donde adquirió conocimientos que le han servido para su desempeño profesional.

“Significó mucho porque a la fecha de hoy, todavía mi enfoque como abogado es el derecho ambiental, entonces me dio muchas herramientas, mucha perspectiva en cuanto al manejo que se tiene del medio ambiente visto desde una institución pública. También los conocimientos que manejan ellos, incluso las áreas que tiene la propia procuraduría, las personas que trabajan ahí, que no solamente son abogados, sino ingenieros, biólogos y demás, realmente me dio mucha perspectiva y representó mucho para mí en cuanto a mi actual estado laboral”, recalcó.

Castañeda destacó que, al ser abogado, pudo aprender de la legislación ambiental en el ámbito federal. “Desde la carrera estuve interesado en la cuestión legal-ambiental, entonces al ver que se abrió uno de los PAP en la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ) lo terminé eligiendo, para ver el derecho ambiental en el día a día, no únicamente lo que estábamos viendo en las clases, sino desde el punto de vista de un profesionista».

Respecto a la visión desde el ITESO y la pedagogía ignaciana, recordó que uno de los principios que tiene la Compañía de Jesús es apostar por el crecimiento humano y la ayuda a los demás. Visión que adquirió desde la preparatoria, pues estudió en el Instituto de Ciencias, que también es parte de la comunidad jesuita.

“Siempre nos ha recordado que hay que ser hombres y mujeres por y para los demás, y yo creo que en esto se puede colaborar mucho desde la perspectiva ambiental, para conocer y medir cuál es el impacto de los seres humanos en él, y cómo podemos apoyarnos a nosotros mismos defendiendo a la naturaleza. Todos dependemos de un mismo ecosistema el cual vale la pena defender, y esa es una de las perspectivas que tiene la comunidad itesiana, el saber cómo servir a los demás desde una perspectiva jurídica ambiental».

 

FOTOS: Zyan André y Luis Ponciano