La instalación de un lavavajillas en la cafetería central es el primer paso para terminar con el uso de cubiertos desechables –aunque sean biodegradables– y conseguir que el campus deje de generar basura.
POR PALOMA HERNÁNDEZ, JUDITH MORÁN Y ERIKA TORRES

Pequeños ajustes en nuestros hábitos pueden hacer la diferencia en la crisis climática que vivimos. Dejar de usar popotes desechables, traer tus recipientes reutilizables para comida, usar bolsas de  tela  en  lugar  de  las  de  plástico,  apagar las luces cuando no estés en un salón, bañarte en poco tiempo y cerrar las llaves del agua si no la estás utilizando, todo suma en el cuidado de nuestra casa común.

En el ITESO estos cambios se comenzaron a gestar desde hace 10 años, cuando un grupo de estudiantes formaron el colectivo RedUc (facebook.com/RedUC-133036573812/) e hicieron conciencia sobre el unicel que se usaba en las cafeterías y se sustituyeron con platos reutilizables.

Luego, en 2016, la Materioteca del ITESO presentó un estudio en donde mostraron el cálculo de ahorro de agua y energía que representaría la instalación del lavavajillas para utilizar loza y cubiertos reutilizables y una opción de uso de cubiertos hechos de material orgánico, como la semilla de aguacate o fibras de maíz.

Este 19 de noviembre la universidad dará un paso más en la reducción de la huella ecológica de la comunidad con la instalación de un lavavajillas y a propósito de ella se sustituirán los vasos y cubiertos desechables que daban en la Cafetería Central. La Oficina de Compras, quien está a cargo de este servicio, estima que se dejarán de consumir 4 mil 610 vasos, tenedores, cuchillos y tenedores al día.

En cuanto al consumo de agua, explican que para lavar un plato de manera convencional es de 500 mililitros, con la lavavajilla se espera que el consumo de agua por plato disminuya a 51 mililitros, lo que representa un ahorro de 90 por ciento. A su vez, la lavavajilla, que solo utilizará 60 litros de agua por hora, disminuye el uso de energía eléctrica hasta 57 por ciento.

La capacidad de lavado máxima es de mil 170 platos por hora. Otra de sus ventajas es que los trastes sucios se lavarán a una temperatura de 85 grados, lo que garantiza la eliminación total de gérmenes y se utilizará un detergente biodegradable.

La Oficina de Compras de la universidad informa que la lavavajilla se instalará en el local 5 de la Cafetería Central –donde estaban los tacos–. Ahí llevarás los platos y cubiertos que uses durante la comida, esta es la parte en la que todas y todos participamos.

La siguiente parte del proceso, aunque serán menos las personas involucradas, es igual de importante puesto que ellas garantizarán la separación adecuada de los residuos orgánicos. Este engrane del proceso, agrega Mariana Carrillo, permitirá en un futuro echar a andar el proyecto de producir composta con un biorreactor que están desarrollando en el Proyecto de Aplicación Profesional “Desarrollo tecnológico para la sustentabilidad ambiental” y seguir avanzando en el proyecto de basura cero en la universidad.

En el caso de los alimentos para llevar o en establecimientos fuera de esta cafetería se seguirán sirviendo en platos desechables que son compostables, reciclables o biodegradables como los hechos con fécula de maíz, únicamente será necesario regresar los cubiertos y depositar en el basurero que corresponde los platos.

Otra forma de que colabores con la reducción de desperdicios que se generan en el ITESO es que traigas tus contenedores para que te sirvan ahí la comida, estos puedes lavarlos en las tarjas que están en la cafetería del Auditorio Pedro Arrupe, SJ, y la cafetería central –junto al Feo–.

¿Basura cero?

El que el ITESO haga esfuerzos por ser sustentable está en nuestro ADN y las medidas que se han tomado han conseguido que esta casa de estudios se haya colocado por tres años consecutivos como la universidad privada de México en el GreenMetric World University Ran-king, que organiza la Universidad de Indonesia.

En el manejo del agua, por ejemplo, el ITESO no tiene descargas al alcantarillado público y abastece su consumo total de un pozo de agua que no ha disminuido su nivel desde hace 27 años y es de calidad excepcional. (https://cruce.iteso.mx/cruce/reducir-la-huella-ecologica/).

El proyecto de basura cero es consecuencia de un proceso que lleva años desarrollándose, comenta Sergio Nuño, director de la Oficina de Servicios Generales.

Primero, fue la separación de residuos. En este participamos todas y todos quienes formamos parte de esta comunidad utilizando los botes para la basura orgánica, inorgánica, no reciclable, latas y botellas, así como electrónicos.

Estos se llevan a la parte sur del campus, donde hay un centro de acopio y se realiza una segunda separación –que en realidad podría evitarse si todos depositamos nuestros desperdicios en el contenedor correcto– y se envía lo más que se puede a empresas certificadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) para ser reciclados o reutilizados.

“Nuestro punto de mejora es el manejo de los residuos, porque de las 36 toneladas mensuales que producimos, la mitad es orgánica” señala Sergio Nuño. Aquí es donde encaja el siguiente engrane: el biorreactor que está desarrollando el PAP del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales.

Estudiantes y docentes del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales que desarrollaron el prototipo del biorreactor para los residuos orgánicos del ITESO.

¿Qué pasa con las colillas de cigarro?

Es uno de los residuos más difíciles de trabajar, por la falta de conciencia de los fumadores con el destino final de ese producto. Aunque hay recipientes para depositar ahí la bachicha, el 50% por ciento lo hace, pero el otro 50% lo tenemos regado por todo el campus.

Ese filtro tiene algunos productos sintéticos que nos obstaculiza que se puedan ir al desecho orgánico. Han venido varias empresas a ofrecernos acopiar las colillas, pero el problema es que no podemos entregar completo un contenedor de bachichas para darle un reciclado.

Como puedes ver, todo cuenta, hasta las más pequeñas acciones. Si quieres participar de manera activa en estos proyectos, acérca-te a RedUc en facebook.com/Re-dUC-133036573812/

LLAMADO A LA COMUNIDAD

Los platos, los vasos y los cubiertos son de todos, debemos cuidarlos, es la invitación que hacen tanto el colectivo RedUc en voz de Mariana Carrillo, como las otras áreas involucradas en el proyecto como la Oficina de Compras y Servicios Generales.

“Entre más cubiertos se pierdan nos retrasan en los avances. Como comunidad estamos todos en el mismo contexto de cuidarnos y cuidar lo que es de todos, de la casa común es el planeta tierra. Es nuestro, ITESO, es nuestro hogar, vivimos más tiempo aquí que en nuestra propia casa”.