El Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) y el Sistema Universitario Jesuita (SJR) firmaron un convenio de colaboración para sumar esfuerzos y diversificar la atención que se le da a las personas en situación de movilidad humana. “Es un momento crítico que requiere de acciones puntuales”, dice Karen Pérez, directora del SJR
Desde hace muchos años, el Servicio Jesuita a Refugiados, de la Compañía de Jesús, ha acompañado el caminar de personas que se encuentran en situación de movilidad humana. Karen Pérez, su directora, dice que en este acompañamiento han sido testigos de cómo enfrentan diversos desafíos, como la falta de protección legal y humanitaria, y también han visto cómo el acompañamiento integral puede realizar la realidad de las personas. En el ánimo de reforzar ese acompañamiento, el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) de México firmó hace unos días un convenio de colaboración con el Sistema Universitario Jesuita (SUJ).
“Dadas las circunstancias actuales y el contexto, es un avance importante en el esfuerzo colectivo que hemos venido haciendo desde hace muchos años”, dice Karen Pérez, directora del SJR, quien menciona que el convenio viene a dar continuidad al trabajo que se ha realizado con los programas de asuntos migratorios (Prami). “Este acuerdo formal refuerza la colaboración y nos va a permitir articular de manera más efectiva, con acciones más puntuales en favor de las personas en contexto de movilidad”.
Entre las acciones que contempla el convenio se encuentran: promover los derechos humanos de la población migrante y refugiada; contribuir a la promoción de una cultura de hospitalidad e inclusión de las personas migrantes en México y en la región de América; realizar investigaciones, actividades académicas y formativas para promover el conocimiento sobre la migración forzada en México; impulsar acciones conjuntas de incidencia pública, política y comunitaria con miras a la transformación; y fortalecer el trabajo de la Red Jesuita con Migrantes, México y Centroamérica-Norteamérica.
Anteriormente, había dos servicios orientados al tema migratorio: el Servicio Jesuita a Refugiados y el Servicio Jesuita a Migrantes. Ahora son uno solo, bajo el nombre de Servicio Jesuita a Refugiados, y Karla Pérez explica que “ha sido un proceso que nos ha llevado tiempo y llegamos a la conclusión de que tenemos que atender a las personas en contexto de movilidad, llámense migrantes, refugiados, retornados, deportados, desplazados. Lo que estamos intentando es transversalizar el modelo de atención, saber que no sólo existe un tipo de movilidad y que todas estas personas todos los días intentan obtener un estatus migratorio. Hay mucha falta de empatía, de conciencia y la fusión nos da un marco más amplio para poder atender a las personas”.
Sobre el convenio, Karen Pérez añade que la firma permite “tener una mirada más amplia desde los distintos niveles de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús. Son momentos críticos que requieren acciones puntuales y es por donde queremos caminar ahora”.
Karina Arias, académica del ITESO e integrante del Programa de Asuntos Migratorios (Prami) del Centro Universitario Coincide, dice que la relación de trabajo con el Servicio Jesuita a Migrantes —hoy SJR— viene de tiempo atrás, por lo que participar del convenio como parte del SUJ lo que hace es “refrendar este compromiso desde el sector académico, con la colaboración y el apoyo a la obra social dedicada al tema, como es el SJR”.

Con la firma del convenio, que tuvo lugar el pasado 20 de febrero, se articula el trabajo que ya realizaban las Ibero Ciudad de México, León, Puebla, Tijuana y Torreón y el ITESO, al que se integran ahora el Tecnológico Universitario del Valle de Chalco y el Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA).
Arias Muñoz dice que con esta firma el ITESO refrenda su compromiso de tener el tema presente dentro de la comunidad universitaria con miras a colaborar con el SJR y con otras organizaciones que trabajan el tema y que trabajan en red. “En este contexto de incertidumbre, de desgaste que venimos arrastrando, buscamos responder cómo desde las universidades podemos dar un acompañamiento de autocuidado al equipo del SJR”.
En lo que respecta al convenio, Karina Arias dice que su firma hace más fuerte el vínculo entre las universidades del SUJ, lo que permite analizar de maneras más amplia lo que ocurre en diferentes realidades para pensar en acciones conjuntas como, por ejemplo, de investigación, el intercambio de estudiantes, el trabajo en red. “La visión de conjunto nos permite tener acciones más sólidas, acompañadas y que no sólo vienen de una visión académica, sino desde las propias necesidades de las personas”.
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