En 2019, la UNESCO proclamó el 15 de abril como el Día Mundial del Arte. Un año después, el ITESO abrió la Licenciatura en Arte y Creación, un programa que busca formar profesionistas que se desarrollen en el medio artístico como creadores o curadores, y que casi tres años después ha rebasado todas las expectativas
Creadores que produzcan obra con un contenido que no deje de lado lo político y lo social. Curadores que doten de discursos bien fundamentados las propuestas artísticas de museos y galerías. Profesionistas formados con un enfoque ético y multidisciplinario y que sepan que pueden vivir del arte. Éstas son algunas de las líneas que guían el trabajo que cada día se realiza en la Licenciatura en Arte y Creación del ITESO, programa de estudios que está próximo a cumplir tres años de existencia y que en este tiempo ha superado todas las expectativas que había en torno a su apertura.
La primera generación comenzó sus estudios en el periodo Otoño 2020. Pero los trabajos para llegar a ese día comenzaron mucho antes, explica Mario Rosales Ortega, coordinador de la licenciatura. Cuenta que los antecedentes se remontan más de siete años, cuando comenzó la inquietud por ofrecer un programa dedicado al arte. Así, se realizaron diálogos entre profesores y artistas egresados. Ante la opinión generalizada de que la idea no sólo era buena, sino pertinente, comenzaron a brotar más preguntas.
“¿Por dónde debía ir la carrera? ¿Qué del arte debía abordarse? Se decidió una formación que retomara las prácticas contemporáneas del arte, que fuera multidisciplinaria y con un componente ético. Se diseñó un programa con particularidades que buscan innovar en materia educativa. Hay una formación en teoría del arte, los debates, las rupturas”, explica Rosales, y añade: “Donde sí nos deschongamos fue en lo relacionado con la creación. No queríamos una formación tradicional, sino atender los perfiles de las y los alumnos. Tenemos un taller de creación artística por semestre en el que los alumnos trabajan con artistas asesores y cada quien busca darle salida a sus intereses creativos”. Además, hay dos laboratorios: uno llamado Co-laboratorio de Prácticas Estéticas y un e-Laboratorio.
Mario Rosales explica que la carrera tiene tres ejes: el teórico-conceptual, la creación artística y el abordaje de la relación entre arte y espacio público. La idea es formar dos perfiles de profesionistas: el artista creador, entendido como quien produce obra en cualquiera de las disciplinas, y el artista curador. A lo largo de la carrera, el primer eje se atiende de manera más tradicional; el segundo se explota en los talleres y laboratorios; el tercero, a través de intervenciones en el espacio público y en el espacio digital.
Una pregunta habitual para todo aquel que ha expresado su interés por dedicarse a las artes en un país como México: “¿Y de qué vas a vivir?”. Ese lugar común también fue tomado en cuenta durante el proceso de creación de la carrera. Mario Rosales señala que, en primer lugar, es importante saber que “la crisis laboral está en todas las áreas, no hay suficientes espacios para todos los profesionistas que están saliendo de las universidades. La gente estudia mucho y hay pocos trabajos bien remunerados”. Es una realidad, señala, que uno de los problemas del mundo del arte es que el proceso creativo pocas veces se paga, pero añade que en la carrera hay materias enfocadas también en la formación económica. “Queremos enseñarles que el artístico es un trabajo profesional y que tienen que aprender a vivir de esto, a ser estratégicos”, dice el coordinador.
Y aunque esa incertidumbre es una constante, no se ha visto reflejada en la matrícula: ésta ha superado todas las expectativas, aun en el contexto de la contingencia sanitaria. Mario Rosales comparte que en los planes iniciales contemplaban recibir un promedio de 20 estudiantes en el periodo de Otoño y diez en Primavera. En Otoño 2020 llegaron 37 y en Primavera 2021 se inscribieron ocho; en Otoño de 2021 se matricularon 28 y en Primavera 2020 12. Pero en Otoño de 2022, una vez que se quitaron las restricciones que trajo la pandemia, hubo 45 inscritos. “No lo esperábamos, rápido ha pasado de ser una carrera pequeña para convertirse en una carrera mediana”, dice el coordinador.
La Licenciatura en Arte y Creación “trabaja de la mano” con la de Gestión Cultural. También hay un trabajo conjunto con la Licenciatura en Artes Audiovisuales y con el Centro de Promoción Cultural, además de la vinculación y la colaboración con galerías y espacios culturales. “Ésa es la función del arte: dinamizar, activar, cuestionar. Y ésa es la riqueza de esta carrera”, concluye Mario Rosales.
Mario Rosales, coordinador de la Licenciatura en Arte y Creación del ITESO.
FOTOS: Luis Ponciano