Los Ecodiálogos organizados por la Materioteca de la universidad expusieron la necesidad de recurrir a nuevos materiales para aminorar el impacto ambiental de cualquier inmueble.
Como ciudadanos tenemos que saber seleccionar la tecnología para saber utilizarla en los momentos en los que realmente resulta necesaria.
Por eso, los planes de desarrollo urbano contemporáneos deben hacer uso de ella para construir edificios sustentables que cuenten con las certificaciones que avalen su funcionamiento como contribuidores a la contención del cambio climático, se afirmó en las jornadas de Ecodiálogos del ITESO, el jueves 17 de marzo.
En un espacio que reunió en la terraza de la Biblioteca del ITESO a profesionistas y estudiantes interesados en desarrollar su conocimiento y compartir sus experiencias aportando soluciones para proyectar un México más sustentable, los Ecodiálogos abordaron temas como el desarrollo global y local sustentable.
En este afán de dar a conocer proyectos que tienen un impacto positivo en el entorno, uno de los ponentes habló desde su experiencia sobre las características de los edificios sustentables y transformadores que cuentan con certificación LEED, es decir, que son capaces de administrar de la mejor manera posible recursos como luz, aire o agua.
“La certificación LEED [Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés] es un sistema que evalúa diferentes aspectos en el desempeño de un edificio para dar validez a todos los aspectos de desarrollo sustentable: ahorro de energía, ahorro de agua y uso de materiales ambientalmente responsables”, afirmó Pablo Paredes.
El ITESO tiene un edificio con estas características: los Talleres para la Innovación y el Diseño (TID) que se ubican a un costado de la unidad deportiva. Estos fueron inaugurados en 2010 y tienen la certificación LEED que otorga el Consejo de Edificación Verde de los Estados Unidos y que no es nada sencillo obtener, ya que hay que cumplir una serie de requisitos, por ejemplo, aprovechar la luz solar y contar con luces inteligentes.
Los cálculos de diversos especialistas apuntan que las construcciones (casas, edificios, etcétera) aportan un 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, y hasta un 50% de los desechos sólidos, por lo cual en la actualidad el diseño sustentable resulta una prioridad.
El 97% de la energía consumida en Jalisco es importada de termoeléctricas que a su vez son grandes demandantes de energía fósil altamente contaminante y el bajo desarrollo en energías renovables son las razones por las que se busca ofrecer una alternativa a la problemática de energía en la ciudad. La propuesta no solo es cambiar la fuente de energía sino modificar la demanda de la misma a través de los espacios.
Otra ventaja de adoptar un edificio en estas condiciones es que el nivel de certificación L.E.E.D. es un diferenciador competitivo, esto quiere decir que el consumidor demanda espacios en los que se pueda tener un buen ambiente de trabajo para alcanzar una óptima productividad.
Ejemplo de ello fue Seguros Monterrey, una de las empresas que quiso establecer oficinas bajo estas circunstancias en las que tendrá beneficios como menos consumo de energía, mayor confort y calidad.
De acuerdo al especialista en Arquitectura bioclimática, Jalisco tiene 55 proyectos registrados con dicha certificación, entre ellos están Atmosfera, primer edificio verde ubicado en la colonia Providencia en Guadalajara y el edificio Q del ITESO. Texto Marcela Gutiérrez Foto Archivo