Para ser “la distribuidora que le hubiera gustado tener” Minerva Bolaños creó Belicosa, que se encarga de movilizar proyectos de cortometraje independiente

Por Rodrigo Jacome Maldonado y Natalia Lemoine Guzmán

Cuando pensamos en distribución de cine lo más común es pensar en salas de Cinépolis y Cinemex; en pantallas enormes y películas de altos presupuestos. En realidad, el mundo de la distribución es vasto, diverso y, también, confuso y complicado. Cuando se habla de cine independiente las técnicas y las rutas de distribución son diferentes de proyecto a proyecto, pues  desde la temática, el idioma, la duración y hasta el presupuesto determina a dónde llegan estos y de qué manera se ven.

Para explorar estas otras formas de distribución hablamos con Minerva Bolaños, distribuidora independiente que dirige Belicosa Films & Distribution, que se encarga de movilizar proyectos de cortometraje independiente con historias poderosas, retadoras y relevantes. Ha distribuido títulos como Patrona (Dir. Fanie Soto), nominado al Ariel; Luces de noche (Dir. Octavio Daniel Carreño) y La pecera (Dir. Victoria Garza).

Minerva es directora, guionista, editora y distribuidora originaria de Chihuahua. A los veinte años vino a estudiar a Guadalajara, en el Centro de Artes Audiovisuales, donde aprendió sobre cine experimental, y después se mudó a la Ciudad de México para estudiar en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), en donde comenzó los esfuerzos que la llevarían a convertirse en una distribuidora. Ha realizado varios cortometrajes que se enfocan en temas sociales, como la dignidad de las infancias, violencia de género y aborto, entre otros. Su labor como distribuidora la aborda desde esa misma convicción.

En el CCC Minerva comenzó a investigar por su cuenta distintos festivales. Lo que impulsó su interés fue inscribir los proyectos de sus amigas a estos y, conforme conocía más espacios de exhibición y posibilidades de distribución, más se acercaba a lo que formalmente hace una distribuidora, al principio sin estar totalmente consciente de ello. Gracias a esta investigación y su trabajo al mover sus propios proyectos, llegaron algunas oportunidades que le dieron más herramientas para formalizar su conocimiento.

En el Festival Internacional de Cine de Odense, Dinamarca, asistió a una plática de distribución impartida por Salaud Morisset, una distribuidora francesa que hablaba sobre aspectos de producción en proyectos grandes. Minerva cuenta que en ese momento pensó: “Quiero esto, pero para mortales, ¿qué alternativas hay para la banda normal?” Entonces se dio cuenta de que quería tener su propia distribuidora.

 

El comienzo

Belicosa nace de una plática que Minerva tuvo con Monserrat Fuentes, dueña de Xácara Culture, un espacio de gestión cultural, donde Xácara terminaría brindando apoyo para el crecimiento de la distribuidora. El nombre, Belicosa, es una reapropiación de un apodo que Minerva tenía en la preparatoria y lo resignificó por las mujeres que luchan, o como lo dice ella, mujeres que sacan las garras.

También nació debido a dos factores importantes: ella quería tener una productora para su propia película, y ser “la distribuidora que nunca tuve. Quiero darle a los demás lo que yo nunca pude tener”.

Formalmente, el proyecto comenzó en septiembre de 2023, cuando la página y las redes se concretaron, aunque ya operaba de manera independiente desde 2021. Minerva también comenzó a involucrarse como asesora de postproducción, considerando los criterios de los festivales y las tendencias que benefician a los proyectos para tener una mejor distribución y la oportunidad de llegar a más selecciones.

 

El proceso de selección

“Busco proyectos que me gusten a mí, que me convenzan, con discursos contundentes y que me muevan, me hagan reír, pensar, reflexionar, que me sorprendan o me muestren cosas como nunca me hubiera imaginado.” También se busca que sean proyectos en los que exista una colaboración para beneficio del mismo —como el involucramiento de la propia Minerva en la postproducción—, ya que los que se eligen son historias que de alguna manera la terminan moviendo, y eso hace que busque lo mejor para ellos.

Cada proyecto tiene su propia ruta de exhibición, pues se piensan desde los espacios de exhibición y los proyectos que interesen a las personas en los festivales. Belicosa cuenta con una base de datos en la que Minerva hace un análisis de cada proyecto, evalúa las mejores opciones y forma la ruta. Es una investigación que es actualizada constantemente y que sigue en curso, pues estima que hay alrededor de 12,000 festivales en el mundo.

 

Los retos de la distribución

Minerva describe que lo más tedioso del proceso es perseguir a las autoras. “A la gente hay que repetirles 35,655.43 veces lo mismo.” Materiales, exports, editables, pósters, documentación. Este proceso comunicativo con los creativos de un proyecto es el más pesado porque de festival a festival los requerimientos varían en muchas formas, lo cual implica hacer modificaciones y adiciones constantes a los proyectos.

En cuanto al asunto monetario, Minerva habla del elevado costo que tienen las entradas a los distintos festivales, con presupuestos de distribución que van de los 30,000 hasta los 60,000 pesos. Todo el tiempo hay ciertas inclinaciones por parte de los festivales hacia ciertos tipos de cortos. Por ejemplo, actualmente los tipos de cortos que obtienen más descuentos para entradas —waivers— y son más buscados por festivales son sobre infancias, experimentales, de técnicas mixtas, narrativas no–lineales y violencia de género.

Otros retos de los que habla Minerva es que los festivales de cine en México no te conectan con otros países o inclusive dentro de la misma república. En festivales del extranjero asisten programadores de distintos festivales y tienen acceso a los cortos, lo que abre oportunidades, en caso de que haya interés en tu corto, de ser invitado.

 

El cine independiente

“Yo creo que cine independiente significa que no le tienes que rendir cuentas a nadie, que hay libertad creativa en la dirección y lo que se quiere contar. Creo que tiene que ver con respetar las decisiones de los creadores.” Le preguntamos a Minerva si considera que Belicosa distribuye cine independiente. Asegura que sí, ya que, si bien hay retroalimentación creativa que se deriva a partir de los estándares de los festivales, no hay una exigencia de cambiar la historia ni de limitar lo que el autor quiera contar; todo lo que se hace, el trabajo de postproducción, la elaboración de la ruta, para que sea lo mejor para la visión del autor y lo que quiera decir con su proyecto.

 

Cortometrajes independientes y más allá

Minerva explica que la vida de un corto independiente en México, en cuanto a distribución en festivales, es de dos a tres años. A lo que puede aspirar después es a muestras de cine independiente, invitaciones a eventos, a ser usado para tu demo reel de realizador o a existir para ser visto en Vimeo, ya sea gratis o pagando cuota de visualización.

En casos de éxito muy contados un corto puede llegar a ser comprado por una cadena de televisión o una distribuidora que lo coloque en programas de cortos o en salas de cine antes de los largometrajes, pero es muy raro que ocurra eso, sobre todo en México. “Yo creo que un corto tiene tres funciones principales: transmitir un mensaje, impulsar tu carrera u otros proyectos que puedas tener y conectarte con otros cineastas”, y, claro, como un complemento inusual, pero bien recibido, el poder monetizar con él.

Con este panorama de la distribución de cine independiente, cineastas emergentes e independientes pueden crear expectativas realistas sobre cómo sus trabajos pueden verse y, además, puede ayudar a que el proceso de exhibición sea algo anticipado, pensado desde que se termina.

Como cineastas emergentes podemos tener fe en que existen espacios que se preocupan por los proyectos y le dan la curaduría específica a cada uno gracias a personas como Minerva, que aboga por esos proyectos y cuya labor  como distribuidora no se limita a cumplir con ciertos requerimientos, sino que la aborda desde el cariño y una conexión con cada cortometraje que acoge como suyo; porque eso es el cine, un arte que, al ser adoptado por personas con esta filosofía, puede llegar a lugares importantes.

 

Rodrigo Jacome Maldonado y Natalia Lemoine Guzmán estudian la Licenciatura en Artes Audiovisuales en el ITESO. Este artículo es parte de una investigación sobre distribución de cine independiente que se realiza en el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) “Mirar la ciudad con otros ojos”, Otoño 2024, de esa universidad.