Con un nuevo posgrado, el ITESO promueve la analítica de datos al servicio de la sociedad

Hace años, en las inmediaciones del Nevado y el Volcán de Colima había muchos árboles. Un seguimiento de la imagen satelital ilustra cómo la zona boscosa fue siendo sustituida con plantaciones de aguacate. ¿Conviene que así sea? Los datos dicen que sí: hay una alta demanda de este producto, lo que se traduce en altas ventas y más ingresos. Pero los datos también dicen que no: el cultivo de aguacate consume mucha más agua que un terreno boscoso y tiene otras implicaciones. En San Gabriel, Jalisco, por ejemplo, la catástrofe que representó el desbordamiento del río Salsipuedes se explica porque, debido al cambio de uso de suelo, el agua de lluvia avanzó sin que hubiera árboles suficientes para contenerla.

La importancia del análisis de datos y su correcta interpretación para el diseño de políticas públicas es el eje que guía el nuevo programa académico del ITESO, la Maestría en Política y Analítica Públicas, que fue presentado en la Casa ITESO Clavigero con una charla a cargo de Rogelio Campos, consultor senior para la OCDE y para PARIS 21 en la evaluación de estrategias nacionales de desarrollo estadístico, y coordinador de la Unidad de Información Estadística y Geoespacial de la Dirección de Información Académica del ITESO.

Catalina Morfín, directora General Académica del ITESO, explicó que la nueva maestría busca «asumir los retos del contexto actual» desde una «mirada ciudadana que propone una pluralidad de voces». Dijo que es necesario ver la política como «una herramienta de transformación para buscar el bien común» y que en esta búsqueda es importante tener una mirada «no sólo de los actores políticos, sino desde la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil».

Carlos Peralta, coordinador de la maestría, señaló que el nuevo plan de estudios es producto de «una reflexión sobre cuál es nuestra realidad y hacia dónde queremos ir. El punto de partida fue que nos dimos cuenta de que hay problemas sociales que no se están resolviendo». El académico señaló que el objetivo es formar profesionales que trabajen «de manera clara e intencionada en el diseño de políticas públicas que sean sustentables, poniendo énfasis en el análisis y la comprensión de lo que ocurre». Además, resaltó, es primordial que se mantenga un alto perfil de incidencia social.

Peralta detalló que la maestría tiene tres pilares: la gobernanza, la analítica de datos y la política pública. La idea es no sólo atender el aspecto académico, sino también buscar la transformación social. Se trata, sobre todo, de que los gobiernos participen en dinámicas de interacción con la sociedad civil, porque «ni el gobierno ni la sociedad pueden resolver los problemas solos. Hay que trabajar juntos, generar diálogos».

En su exposición, Rogelio Campos, quien además fue director del Instituto de Información Estadística y Geográfica del Estado de Jalisco, señaló que aun cuando en muchos casos los datos son menospreciados, en realidad «son la intersección que puede unir al gobierno con la sociedad, es un lenguaje que puede servir para ponernos de acuerdo».

Campos señaló que en el terreno de la recabación, el análisis y el uso estratégico de datos la iniciativa privada lleva un gran camino recorrido, y luego dio tres ejemplos de cómo los datos bien analizados pueden permitir diseñar mejores políticas públicas: uno, los mapas de incidencia criminal, que permiten establecer en qué áreas de la ciudad se debe reforzar la seguridad; en segundo lugar, los mapas satelitales, que permiten ver cómo van perdiendo terreno La Primavera y el área colindante del Nevado y el Volcán de Colima, y, por último, la recolección y el cruce de datos para la búsqueda de desaparecidos y la identificación forense.

Alfonso Hernández, académico del ITESO, señaló que la analítica de datos ya está muy instalada en la sociedad, por lo que la creación de esta maestría en la universidad «es una apuesta por estar al día». Es, también, una manera de combatir el «datismo», es decir, el uso de los datos sin algún criterio u objetivo. «Los datos necesitan una explicación, deben interpretarse para ver qué conocimiento aportan. Es importante darles un uso ético, porque en materia de ciencia de datos la ética es fundamental», dijo Hernández.

En línea con este comentario, Campos señaló que «las máquinas tienen las mejores respuestas, pero los humanos tenemos las mejores preguntas. ¿Cuáles preguntas queremos contestar?». En ese sentido, añadió, la maestría creada por el ITESO puede servir para hacer preguntas que permitan el diseño de políticas públicas que resuelvan problemáticas específicas.

La Maestría en Política y Analítica Públicas está pensada en el esquema escolarizado y está dirigida a estudiantes de ciencias sociales, ciencias políticas, administración pública, organizaciones de la sociedad civil, integrantes de la iniciativa privada y servidores públicos con visión de gobernanza. En https://posgrados.iteso.mx/maestria-politica-analitica-publicas es posible conocer más sobre el plan de estudios.

FOTOS: Roberto Ornelas