La crisis de desabasto de gasolinas, provocada por la lucha federal contra el robo de combustibles, ha llevado a los ciudadanos a explorar la bicicleta, el auto compartido y el transporte público como alternativas de movilidad. Conoce sus historias y su experiencia tras aparcar su vehículo en la cochera.
Julián Curiel dependía casi totalmente de su automotor para movilizarse. Lo manejaba cinco o seis días a la semana, recorría 30 kilómetros diarios, y gastaba alrededor de mil 600 pesos mensuales en gasolina.
El actual desabasto de combustibles en Jalisco lo convenció de adoptar la bicicleta como medio alternativo de movilidad, recorriendo las mismas distancias que antes hacía con su vehículo de cuatro ruedas. Mientras que anteriormente su tanque de gasolina duraba de 7 a 10 días, en todo este mes apenas ha usado la mitad.
“Te sientes más activo, te ayuda a mejorar tu condición física y es muy bueno no estar dependiendo de la gasolina todo el tiempo o preocupando por encontrar estacionamiento”, explica Julián. “Ayudas a no generar tanto tráfico en las calles, al medio ambiente no quemando combustibles fósiles y he ahorrado dinero”.
Ante la carestía de gasolinas, que ha provocado el cierre de hasta 85 por ciento de las 900 estaciones de servicio en el estado, los jaliscienses adoptan una movilidad alternativa basada en el uso de la bicicleta y el transporte urbano. Además de evitar filas en las gasolineras de ocho a diez horas de duración, han redescubierto una nueva forma de apropiación del entorno urbano.
“Descubrí que enojarme, despotricar, estar de malas, no hace que haya gasolina”, comenta Danae Vázquez, quien ahora usa el transporte público para ir de su casa al trabajo. “La medida me sirvió como un ejercicio de tolerancia, camino más y me siento como turista en mi ciudad”.
Como consecuencia del desabasto, las estadísticas registran ya un incremento de la movilidad alternativa. Entre el 1 y 10 de enero de este año, se sumaron 61 nuevos suscriptores al programa MiBici Pública, dando un total de 618 mil 259 más que en el mismo periodo del 2018.
Igualmente, se incrementó en un 59 por ciento el número de viajes en el sistema de bicicleta pública, al realizarse 108 mil 803 traslados en los primeros diez días del 2019, de acuerdo a datos del Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan).
La falta de gasolina llevó mayor afluencia a las Líneas 1 y 2 del Tren Ligero de Guadalajara. Del 7 al 13 de enero, un millón 624 mil 404 personas utilizaron este transporte, 140 mil más que en el mismo periodo del 2018, añadiendo 20 mil pasajeros diarios nuevos.
El Macrobús también registró un incremento de 106 mil pasajeros durante las dos primeras semanas de enero, acumulando un total de 1.6 millones de usuarios, según datos del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (SITEUR).
Mayor solidaridad y sensibilidad
A pesar de no tener indicadores sustanciales que marquen un cambio de paradigma en la movilidad de la Zona Metropolitana de Guadalajara, sí se ha detectado una mayor tendencia a compartir el auto y dar aventón, así como redes de apoyo a nuevos ciclistas urbanos.
“Se ha dado más difusión de cómo abordar la calle a quienes van empezando a moverse en bicicleta”, asegura Yeriel Salcedo, profesor del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) “Movilidad urbana sustentable para el área Metropolitana de Guadalajara” e integrante del colectivo Guadalajara en Bici.
“Hemos visto que hay menos automóviles -aunque no de manera considerable- y la contaminación también ha bajado”.
Del 4 al 11 de enero de 2019 bajó 7 por ciento la mala calidad del aire con respecto al mismo periodo del año pasado, de acuerdo a una investigación periodística de El Diario NTR fundamentada en los datos del Sistema de Monitoreo Atmosférico de Jalisco (Simaj).
“Reconozco que abusaba del carro”, señala Martha González, enfermera jubilada de 50 años de edad. Actualmente, utiliza el transporte público y camina para ahorrar gasolina de su vehículo.
“Si hay gente que ocupa el carro porque tiene niños o recorren distancias largas, mejor les dejo que ellos hagan filas para que carguen la gasolina, la necesitan más. He disfrutado los trayectos en camión, me ahorro dinero de los estacionamientos, el gasto en camión no es tan caro, y el desgaste del coche también es menor”.
El desabasto ha representado un poco de oxígeno para Jalisco, un estado muy dependiente de los vehículos de motor. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cuenta con el tercer parque vehicular más grande del país, con 3 millones 605 mil 557, sólo por detrás de la Ciudad de México y Estado de México.
Desde el 2010, el estado ha crecido 30.94 por ciento en el número de automóviles, al pasar de 1 millón 615 mil a 2 millones 115 mil en lo que va de esta década.
“Da la impresión de que maestros colegas míos no pudieran tomar el camión o el tren, no se acaba el mundo si un día dejan de usar el transporte particular”, señala Oscar López, estudiante del doctorado en Ciencias Sociales de la UdeG, quien por el desabasto ha recurrido a la bicicleta para trasladarse en distancias cortas.
Las personas entrevistadas aseguran que continuarán con sus nuevas rutinas de movilidad alternativa cuando el abasto de combustibles se normalice en Jalisco. Sin embargo, el verdadero impacto del desabasto en la adopción de nuevos esquemas de transporte se verá en las próximas semanas, avizora Yeriel Salcedo, del PAP Movilidad Sustentable.
“Ojalá se sensibilicen y vean los beneficios al medio ambiente y la salud, analicen si sus trayectos en bicicleta los hizo llegar en buen tiempo, o se sintieron más relajados consigo mismos, y vean la posibilidad de reducir el uso del coche”.
Polarización en redes sociales
Un primer análisis de Signa Lab del ITESO, el laboratorio de análisis de redes, considera que la polarización entre quienes están a favor o en contra del desabasto de combustibles ha sido “el principal hilo de discusión” en las redes sociales.
Del 9 al 11 de enero, Signa Lab registró que los cinco hashtags más utilizados son #Desabastodegasolinas, #DesabastoDeGasolina, #DesabastoGasolinas, #AMLOTeApoyamosAl100 y #Gasolina. Así mismo, las palabras “desabasto”, “gasolina”, “desabasto de gasolinas”, “combustible” y “AMLO” son las más frecuentadas por los usuarios de redes sociales.
En una mirada a las conversaciones en redes sociales se puede observar el uso de determinados hashtags en Twitter (#DesabastoGDL, #DesabastoZMG y #GasolinaGDL) principalmente de ciudadanos informando a otros ciudadanos sobre la disponibilidad de gasolina en alguna de las 500 estaciones de servicio que tiene la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Signa Lab anuncia que en un estudio de mayor profundidad analítica detectarán “características de cuentas con comportamiento automatizado (bots), de cuentas que distribuyen noticias falsas y de cuentas que alientan la polarización”, según un comunicado subido a su página de Facebook.