Al semestre se utilizan más de 250 mil cubiertos de plástico en la Cafetería central del ITESO y el colectivo RedUC busca que se cambien por metálicos.

POR MARÍA FERNANDA MARTÍNEZ 

Fue en el 2008 cuando se se propusieron fomentar la sustentabilidad en el campus y concientizar a la comunidad universitaria sobre las problemáticas que se tenían presentes. Hoy, 10 años después, la tercera generación de RedUC sigue fomentando la concientización de los acontecimientos que están afectando el ambiente y proponiendo alternativas.

En octubre de 2009, la primera generación de RedUC se encontraba en una difícil situación. Concientizar a la comunidad estudiantil y al personal del ITESO sobre los daños que el unicel provoca al ambiente no era una tarea fácil.

Entonces decidieron hacerse escuchar. Alumnos y alumnas integrantes del colectivo tomaron la tarea de recolectar todo el unicel que se estaba generando en la Cafetería Central, lavarlo, y después regarlo por los pasillos de la universidad.

Con esta iniciativa, RedUC llamó suficientemente la atención y logró que se ordenara que los establecimientos de comida del ITESO cambiaran los platos desechables por platos reutilizables.

Sergio Medina, conocido como “Primo”, egresado de Ingeniería Ambiental, fue quien continuó dándole vida al colectivo hasta su salida como estudiante de licenciatura.

Actualmente, RedUC se encuentra en manos de ocho estudiantes de distintas carreras como Ingeniería Ambiental, Biotecnología, Psicología y Diseño.

Sofía de la Garza y Mariana Carrillo, ambas estudiantes de Ingeniería Ambiental comentaron que la propuesta “Desembotéllate” junto con el Proyecto de Aplicación Profesional Materioteca y la Oficina de Servicios Generales, que desinsentivó la compra de botellas de agua de menos de un litro y la promoción “Rellena tu día”, que fomentaba rellenar las botellas o termos en los bebederos instalados por todo el campus.

“No se trata de llegar a imponer, así no se logra nada. Debes concientizar a las personas, hacerles ver la realidad”, comentó Sofía de la Garza.

Una vez que se logró que sólo se vendieran botellas de agua de un litro o más, el colectivo se enfocó en las colillas de cigarro y, otra vez, en conjunto con Servicios Generales, comenzaron con la tarea de buscar zonas adecuadas para los fumadores, además de dar a conocer los problemas que las colillas generan en el medio ambiente si no se dejan en un lugar especial.

“Nuestro objetivo no es solo que seamos una universidad sustentable, sino que todo este aprendizaje que se está llevando a cabo se transmita fuera de la institución”, dijo Sofía.

Haber concientizado sobre el uso del popote fue otra de las iniciativas que se llevaron a cabo, logrando que se disminuyera aproximadamente un 20% su uso. A partir de este iniciativa, los establecimientos de las cafeterías no deben ofrecer popotes, ni tenerlos a la vista; sólo se entregan a petición de las y los consumidores.

A 10 años de su fundación, hoy el equipo de RedUC busca implementar una nueva iniciativa: que se dejen de utilizar cubiertos de plástico y reemplazarlos por cubiertos de metal. Esto, debido a que semestralmente se utilizan más 250 mil cubiertos únicamente en la Cafetería central.

“Esperamos concientizar a la comunidad de la universidad sobre el uso de cubiertos de plástico y la gravedad de estos”, comentó Mariana.

“Necesitamos nuevas ideas, gente interesada, no importa que no sean ambientalistas, el problema puede solucionarse desde distintas áreas”, culminó Sofía.

Si deseas ser parte del colectivo RedUC asiste todos los martes de 15:00 a 16:00 horas al salón C 101.