Tres sesiones para conversar sobre el Modelo Educativo del ITESO. Para analizar qué funciona, qué no y lo que la universidad debe aprender. Esta es la apuesta del ciclo Pensamiento Jesuita durante este semestre

POR ENRIQUE GONZÁLEZ

Lleva ya varios años entre nosotros. ¿Ha servido? ¿Dónde hay que mejorarlo? ¿Cuáles son sus fortalezas? ¿Y sus debilidades? ¿Qué tanto habrá que ajustarlo para los próximos años, para los próximos retos que plantean una ciudad, un estado, un país y un mundo en constante y profundas transformaciones?

Modelo

Los temas del ciclo serán “Principales líneas y criterios del Modelo Educativo”, “Luces y sombras del Modelo Educativo” y “Riquezas y desafíos del Modelo Educativo”

El Modelo Educativo ITESO (está completo aquí: http://bit.ly/1ZHwB9M) es, según las palabras de quienes lo elaboraron, “un conjunto de principios y criterios que orientan los procesos de aprendizaje en los programas de licenciatura”. En pocas palabras, ¿qué vamos a enseñarles a nuestros estudiantes y cómo se los vamos a enseñar?

Es una de las piedras angulares de esta institución y será el personaje principal en las siguientes tres sesiones del ciclo Pensamiento Jesuita sobre la Actualidad (14 de septiembre, 20 de octubre y 17 de noviembre, todas en el Auditorio W a las 18:00 horas).

En ellas, el jesuita David Velasco se sentará, en este orden, con los también jesuitas José Morales (Rector del ITESO), Arturo Reynoso (jefe del Departamento de Filosofía y Humanidades) y Gerardo Valenzuela (profesor del Centro Universitario Ignaciano).

“Tenemos la responsabilidad de que nuestros alumnos sean alumnos de calidad, de calidad en todos los sentidos, profesionistas con todos los conocimientos y además con esa calidad humana que les ayude a pensar en construir otro mundo, otro México”, afirma Valenzuela, nuevo coordinador del ciclo Pensamiento Jesuita.

“Quizás podría haber algunas universidades jesuitas que pudieran pensar –e incluso alumnos–, que nos falta mayor exigencia académica. Es probable, y si es así, yo esperaría que eso surgiera en este diálogo?”

Valenzuela, quien ya fue Rector de la Ibero León, ecónomo de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús y prácticamente acaba de llegar a Guadalajara procedente de Tampico para también colaborar con los Voluntariados del ITESO, analiza la huella de San Ignacio en el modelo que será desmenuzado.

“En el modelo ignaciano la sospecha siempre es importante, no se conforma con que el resultado sea así o asa, sino cómo va afectando la experiencia de las personas”.

Las tensiones en torno al Modelo Educativo no son pocas: elevar la excelencia académica, fortalecer el compromiso social del estudiantado, no dejar de lado la salud económica de la universidad…

“En México, el sistema educativo ha tirado hacia abajo, en lugar de tirar hacia arriba. Pensemos juntos cómo resolver estas tensiones”, solicita Valenzuela, quien espera ver en estas charlas a estudiantes, profesores, coordinadores y demás universitarios que quieran aportar sus experiencias. Foto Luis Ponciano