Por primera vez, la Caravana de Madres Centroamericanas llegó a Guadalajara, con el apoyo de FM4 Paso Libre, Amnistía Internacional México y el ITESO. Exigieron un mayor compromiso de las autoridades para dar con el paradero de sus familiares migrantes y cuidar sus derechos humanos.

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Desde hace nueve años caminan. Entran a México con un solo objetivo: encontrar a sus esposos, sus hijos, sus familiares. Son las integrantes de la Caravana de Madres Centroamericanas, que recorren el país buscando a aquellos que un día salieron de sus países de origen para buscar un futuro mejor y, de pronto, desaparecieron.

Por primera vez el grupo, cobijado por el Movimiento Migrante Mesoamericano, llegó a Guadalajara para hacer un llamado a la sociedad civil y a las autoridades: que se respeten los derechos humanos de las personas en tránsito por México.

Para su visita a Guadalajara, la Caravana de Madres Centroamericanas cuenta con el apoyo del FM4 Paso Libre, asociación que apoya a los migrantes durante su paso por la ciudad; Amnistía Internacional México y el ITESO. Durante un encuentro con los medios realizado el sábado 7 de diciembre, Mónica Salmón, directora de FM4 Paso Libre, explicó que “la caravana dio inicio hace nueve años como una estrategia para hacer frente a la indiferencia, negligencia y olvido por pate de las autoridades, tanto de sus países de origen como de México”. En este año, añadió, la caravana dedica su andar a Emeteria Martínez, una de las fundadoras del movimiento y que murió a principios de 2013 después de buscar durante 20 años a su hija, a quien encontró en 2010 en Ecatepec, Estado de México.

La crisis por la que atraviesan los migrantes indocumentados, dijo Salmón, es muy compleja sobre todo porque los registros no son confiables. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, hay 24 mil 800 personas extraviadas en México.

Según la Caravana de Madres Centroamericanas, la cifra asciende a 70 mil.

“Las omisiones, indiferencias y la carencia de información por parte de los gobiernos han obligado a la sociedad civil, y a los mismos familiares, a tomar pruebas de ADN, crear bases de datos y recorrer el país en busca de las personas”.

Jacqueline Galaviz, de Amnistía Internacional, dijo que es necesario “que los abusos contra los migrantes dejen de ser invisibles y que los gobiernos faciliten los métodos de búsqueda e identificación que sean fiables. Hacemos un enérgico llamado para que los abusos sean documentados, investigados y los culpables sean llevados ante la justicia. Es necesario establecer su paradero y su identidad. Romper la estadística y poner nombre y rostro a quienes son violentados”.

Por su parte, Marta Sánchez, del Movimiento Migrante Mesoamericano, explicó que el objetivo de la caravana es “despertar la solidaridad para con los migrantes en México. Aquí son robados, extorsionados, en algunos lugares discriminados, mal vistos o vistos con recelo. Hay una doble victimización”. Luego, Sánchez calificó a la caravana como “mágica”. Y para demostrarlo, contó el caso de la madre Narcisa del Socorro y Eugenio Marcelino, su hijo, quienes después de 10 años volvieron a encontrarse en Guadalajara. “Encontramos a Marcelino. Él estaba en Tijuana y se trasladó hasta aquí para encontrarse con su madre. Hoy lo recogimos en la central camionera, se aseó, compró flores a su madre”.

Eugenio salió de su casa en Nicaragua en 2005 con rumbo al norte. Se quedó en Tijuana. Ahí tuvo una hija. Ahora quiere arreglar su situación migratoria para poder venir a ver a la niña sin problemas. “Estoy feliz con mi hijo. Yo nunca perdí la fe de que él estaba vivo, porque yo lo sentía en mi corazón. En Nicaragua toda la familia lo espera. Gracias a mi Dios que está en cielo y gracias al padre José Luis por darme esa noticia tan buena. Ahora me lo llevo y lo amarro de una pata para que no se vuelva a ir”, dijo Narcisa.

La Caravana de Madres Centroamericanas, que comenzó su viaje el 2 de diciembre y terminará el próximo día 18, realizó una serie de actividades en la ciudad con los distintos grupos que apoyan a los migrantes. Su próxima parada será en León, Guanajuato, donde serán recibidas por la Universidad Iberoamericana León.

 

Migración en números

Mónica Salmón, directora de FM4 Paso Libre, señala que un informe preparado por la asociación arrojó los siguientes datos:

Según los periódicos locales y del Sistema del Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas, Jalisco presenta 2 mil 230 casos. Es el cuarto a nivel nacional después del Distrito Federal, el Estado de México y Tamaulipas.

En la llamada Ruta del Pacífico, Jalisco es el lugar donde se registran más agresiones contra migrantes, con el 9.8%. Le siguen el Estado de México (9.7%), Sinaloa (7%) y Guanajuato (6.7%).

Los centroamericanos son los más afectados, con el 66.1% de los casos. Los más agredidos son los hondureños (40%), seguidos por los guatemaltecos (13%), los salvadoreños (9.5%) y los nicaragüenses (3.4%). Los principales delitos cometidos contra los migrantes son robo, lesiones, extorsión, secuestro y violación sexual. Foto Archivo