El ITESO fue sede del 1° Encuentro de Centros de Acompañamiento Psicoafectivo del Sistema Universitario Jesuita (CAP-SUJ), donde representantes de nueve universidades se reunieron para compartir sus estrategias y reconocer los desafíos actuales en la atención de la salud mental de las comunidades universitarias

Por Diana Alonso

Con el fin de fomentar la cooperación, el intercambio de conocimientos y experiencias alrededor de la atención a la salud mental, se llevó a cabo el 1° Encuentro de Centros de Acompañamiento Psicoafectivo del Sistema Universitario Jesuita (CAP-SUJ), en el ITESO, durante el 20 y 21 de febrero.  

De las nueve instituciones que participaron estuvieron presentes la Universidad Iberoamericana Torreón, la Universidad Iberoamericana Puebla, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, la Universidad Iberoamericana Tijuana, la Universidad Iberoamericana León y el Tecnológico Universitario del Valle de Chalco (TUVCH). Además, se contó con la presencia en línea de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala, la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y la Pontificia Universidad Javeriana de Cali. 

El primer día, tras la bienvenida ofrecida por el director de Integración Comunitaria, Jorge Enrique Rocha Quintero, a los 35 asistentes presenciales y virtuales, las universidades tuvieron la oportunidad de presentar y compartir sus estrategias de atención a los estudiantes. Se abordaron detalles como las formas en que los estudiantes pueden acercarse a los centros para pedir acompañamiento, la cantidad de sesiones ofrecidas y los procedimientos a seguir en casos de atención de crisis, como el contactar a las familias o a instituciones especializadas como SALME, en el caso de Jalisco.  

Sin embargo, el acompañamiento psicoafectivo no se resume en lo anteriormente mencionado. También se habló de la implementación de otras actividades que no están directamente relacionadas con la terapia como talleres, charlas, grupos espejo y la difusión de información importante sobre temas que afectan a los jóvenes, como las relaciones y el estrés académico, entre otros. Un ejemplo de esto son las C-Juven Talks, en las que el personal de C-Juven comparte este tipo de temas. 

Mientras que algunas de las instituciones coincidieron en la estructura de sus protocolos, otras aún están en proceso de desarrollo. No obstante, todas convinieron en la importancia de elaborar manuales específicos para situaciones como emergencias psiquiátricas, adicciones y trastornos de la conducta alimentaria.  

Según un informe de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, tan solo de enero a septiembre del 2024 se atendieron más de 300 mil personas por diversas condiciones en el Sistema de Salud mexicano. De ellos el 52.8% fue por ansiedad, mientras que el 25.1% depresión.  

Durante el segundo día se discutieron los retos actuales que enfrentan los equipos de acompañamiento en las universidades. Entre estos desafíos están la desestigmatización al apoyo, ya que muchos estudiantes se limitan a la hora de buscar ayuda debido a esto; la falta de involucramiento familiar; los equipos reducidos frente a una alta demanda; la creación de redes de apoyo para estudiantes foráneos; y el complicado escenario dejado por la pandemia de Covid-19. 

Se llegó a diversas propuestas para fortalecer a los centros como la actualización de los protocolos, la creación de alianzas con entidades enfocadas a la salud mental y física, y capacitar al personal docente en temas de prevención para conformar una red dentro de la misma universidad. Por último, se acordó conformar una comunidad de aprendizaje en la que los representantes de estas instituciones se reunirán de forma bimestral para seguir socializando los procesos de atención y el desarrollo de manuales. Así como el planteamiento de un posible “Congreso SUJ de salud mental 2027”.

FOTO: Zyan André