La multifacética Casa ITESO Clavigero es no solo un espacio de tranquilidad en medio de la ciudad, sino un laboratorio para crear, discutir y aprender sobre el patrimonio cultural y cómo se ha transformado

Por Fernanda Ordoñana y Jaime López, estudiante y egresado de la Licenciatura en Gestión cultural, respectivamente

Al caminar por la zona de las colonias en Guadalajara, a tan solo una cuadra de la bulliciosa Avenida Chapultepec, podemos encontrar algunas de las fincas más bellas del occidente del país, y entre todas ellas destaca una casona amarilla que se alza rodeada del caos y el ruido citadino, pero que permanece como una isla silenciosa y tranquila para quienes la visitan: la Casa ITESO Clavigero.

Han pasado casi cien años desde su construcción y, aunque ya no es habitada por la familia González Luna, sus espacios siguen vivos y abiertos para ser descubiertos por quien se anime a dejarse sorprender por la atmósfera “barraganesca” en la que los juegos de luces y sombras se mezclan en una poesía atemporal y seductora. Es un lugar espléndido en el que el pasado y el presente se eternizan a través de la sensibilidad y la pasión de los colores.

Para Jaime, como gestor cultural y para mí, como estudiante de esa licenciatura, Casa ITESO Clavigero se ha convertido en un laboratorio en el que podemos crear, discutir y aprender sobre el patrimonio cultural y cómo se ha transformado. Otros estudiantes se han sumado con propuestas de intervención y difusión de la Casa, como los que están trabajando con el Archivo Fotográfico Memoria y Espejo o las voluntarias que han colaborado este semestre en la creación de una nueva página web que atienda las inquietudes y necesidades de los públicos.

Como estudiantes del ITESO es increíble saber que contamos con un espacio como la Casa ITESO Clavigero, que es reconocida a nivel nacional e internacional por ser una obra de uno de los arquitectos más importantes del siglo XX, Luis Barragán. A ella llegan cotidianamente estudiantes de otras universidades, vecinos de la colonia y turistas de países tan lejanos como Sudáfrica, Francia, Australia, India, entre otros, que viajan a México a conocerla. Para ellos, esta finca es una parada obligada ya que muchos arquitectos consideran que Casa ITESO Clavigero condensa lo mejor y lo más representativo de la primera etapa creativa de Barragán.

En estos tiempos pandémicos, visitar Casa ITESO Clavigero, es una forma de combatir la incertidumbre y el desasosiego, y claro, de disfrutar el legado de Barragán.

A lo largo de los 20 años que tiene de funcionar como Casa ITESO Clavigero, ha construido una identidad propia gracias a la producción de contenido cultural original, ya que las exposiciones se crean especialmente para la Casa, por lo que son únicas. Además, de presentar nuevas narrativas sobre los temas, las exposiciones que se presentan ahí complementan al espacio, las piezas no opacan a la Casa ni viceversa, todo el trabajo que se hace en la museografía y curaduría se encuentra en total balance con el lugar.

Para nosotros es un privilegio y una enorme oportunidad poder trabajar aquí y ver las caras de emoción de los visitantes ante los secretos que la Casa guarda. Cuando una persona entra por primera vez, es posible ver todos los pensamientos que pasan por su mente, su emoción se refleja en sus ojos e incluso es perceptible cómo sueltan los hombros, su postura cambia y se relaja… se dejan envolver por el espacio.

Es increíble también ver cómo las personas regresan y cómo cuando visitan la Casa por segunda, tercera, cuarta vez, la emoción sigue vigente, porque saben que van a encontrar algo nuevo. Como colaboradores de la Casa, tener contacto directo con los visitantes nos da la oportunidad de redescubrir el espacio y seguir encontrado nuevos significados del lugar día con día.

Otra característica de Casa ITESO Clavigero es que abre la posibilidad de que todas las personas, sin importar su edad, se la apropien. Pocos lugares de exposición en la ciudad dan la oportunidad también de ir en Navidad a una posada tradicional, en la que los niños se reúnen alrededor de la piñata, emocionados por romperla, para después tomar un ponche caliente con sus papás.

Casa ITESO Clavigero abre muchas posibilidades a gestores culturales, arquitectos, admiradores de Barragán y a todas las personas con ganas de explorar y conocer el patrimonio jalisciense, por lo que te invitamos a festejar con nosotros 20 años ser un espacio de diálogo y comunidad, y 15 años de haber recibido el nombramiento como Monumento Artístico de la Nación, máximo reconocimiento que un inmueble en México puede obtener.

Haz tu cita para visitar Casa ITESO Clavigero por tu cuenta, o con una visita guiada al correo jlopez.pastrana@iteso.mx