Un espacio de silencio para construir paz

La interioridad hace referencia a ese ámbito íntimo, delicado y esencial de la persona donde nos encontramos con lo que somos, ese espacio intrapersonal donde acogemos las resonancias que nos llegan del mundo exterior, donde saboreamos, sentimos, imaginamos, recordamos, reflexionamos, anhelamos y trascendemos, explica Carmen Jalón Oliveras (2014). Y añade que cultivar el mundo interior nos capacita para descubrirnos como fuente de paz. 

Al escaparnos de la vorágine del mundo, y al entrar en contacto con nuestro propio ser y con Dios a través de la oración, podemos abrir nuestro corazón y sentir una conexión más profunda con los demás y con nuestro entorno. Esta es la premisa del espacio de oración por la paz del Centro Universitario Ignaciano (CUI), el cual surge en el semestre de otoño 2022, como propuesta para dar continuidad a las acciones de la primera Jornada Universitaria por la Paz con Justicia en México. El Sistema Universitario Jesuita emprendió esta jornada por la preocupación ante el aumento de violencia en el país y un hecho lamentable para nuestra comunidad: el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Cerocahui, en la sierra Tarahumara de Chihuahua. 

El CUI ofrece este espacio semanal de oración a la comunidad universitaria para hacer silencio interior, conectarse con la paz que ya habita en cada una, en cada uno y fomentar la capacidad que tenemos de generar paz en nuestro entorno. Este espacio es una oportunidad para pausar, reflexionar y cuestionarnos sobre nuestro modo de proceder en el mundo y a hacer una toma de conciencia individual y colectiva. Luis Gerardo Moro, SJ, Padre Provincial de la Compañía de Jesús en México, señala que hay “cambiar nuestra cultura de violencia por una de reconciliación y amor”. Por lo tanto, a través de la práctica de la interioridad, podemos comenzar a construir una cultura de paz que comienza en el corazón de cada persona. 

Como comunidad universitaria tenemos el reto de generar iniciativas que brinden caminos de paz, esperanza y unidad. Alexander Zatyrka, SJ, Rector del ITESO, indica que, además de analizar problemas sociales y sus posibles soluciones, reconocemos “el gran país en que vivimos con todo lo bueno que tiene, alentamos la esperanza y el amor por nuestra patria e invitamos a hacernos cargo de ella”, y añade que sólo con la participación de todas y todos podemos construir la paz. 

A continuación te proponemos unos pasos para realizar una oración de paz: 

1. Encuentra un lugar tranquilo y sin distracciones para orar. Puedes encender una vela o colocar algún objeto sagrado que te ayude a centrarte. 
2. Comienza con una breve meditación para tranquilizar tu mente. Cierra los ojos y respira profundamente varias veces. Imagina que inhalas paz y serenidad y exhalas cualquier preocupación o ansiedad. 
3. Haz un examen de conciencia. Reflexiona sobre las veces que has contribuido a la discordia, conflicto o sufrimiento en tu vida o en la vida de los demás.  
4. Pide al Espíritu Santo que te guíe en la búsqueda de la paz. Pide la sabiduría para discernir cómo puedes ser un agente de paz en tu vida diaria. 
5. Visualiza un mundo en el que reine la paz y la armonía. Imagina cómo sería una sociedad en la que se valore la dignidad de cada persona y se respete la diversidad. 
6. Haz una petición a Dios por la paz. Pide por la paz en tu corazón y en el corazón de los demás. Pide por la resolución pacífica de los conflictos en el mundo. 
7. Finaliza tu oración con una acción de gracias por todo lo que has recibido y por la oportunidad de ser un instrumento de paz en el mundo. 

Bibliografía: 

Jalón Oliveras Carmen (2014) Crear cultura de interioridad. En el aula, en la pastoral y en la vida diaria. Madrid: Ediciones Khaf 

FOTO: Silviu Zidaru