La semana 12, en la que se concretan una serie de procesos que te ayudarán a tomar decisiones sobre las mejores opciones para tu próximo semestre, implica también un aumento del estrés, ya que entramos en la recta final. Lee aquí sobre una manera de abordarlo y las instancias universitarias que te apoyan
Por Hugo Solís
La vida universitaria es una etapa emocionante y transformadora, pero también puede ser un terreno fértil para el estrés. Desde la carga académica hasta las expectativas sociales y la búsqueda de identidad, como estudiante enfrentas una serie de desafíos que pueden afectar tu bienestar emocional y mental. Acompáñanos a explorar el manejo del estrés en la universidad, con un enfoque compasivo que reconoce los retos personales que cada estudiante puede enfrentar.
Comprendiendo el estrés en la universidad
El estrés en la universidad puede surgir de diversas fuentes, como la presión por las calificaciones, la preocupación por el futuro laboral, las relaciones personales y, en ocasiones, la sensación de soledad. Es importante reconocer que el estrés no es solo una respuesta emocional; puede manifestarse en síntomas físicos y mentales, afectando la salud general y el desempeño.
Puedes sentirte abrumado por la cantidad de tareas y responsabilidades y a veces, esta presión puede parecer insuperable. Es muy importante que cada estudiante comprenda que no está solo en esta lucha, muchos enfrentan situaciones similares y existen apoyos cercanos para acompañarlos a desarrollar estrategias para manejar esta situación.
La importancia de la autocompasión
Un paso importante en el manejo del estrés es desarrollar una actitud de autocompasión. Esto implica ser amable con uno mismo en momentos de dificultad, en lugar de criticarse o juzgarse por no cumplir con las expectativas. La autocompasión no significa conformarse, sino reconocer los propios esfuerzos y las limitaciones humanas.
Practicar la autocompasión puede ser tan simple como hablarte siendo consciente de las dificultades, pero sin menospreciarte, tratando de entender el contexto que te afecta y con consciencia de que cada experiencia es o puede ser un aprendizaje. En lugar de juzgarte con pensamiento como «debería haber hecho más», puedes optar por decirte: «puedo darme cuenta de lo que me afectó en ese momento y puedo aprender de esta situación para vivir mejor en un futuro.” Este cambio de perspectiva puede aliviar la presión que sientes y ayudarte a enfrentar los desafíos con una mentalidad más positiva, reconociendo que el esfuerzo que inviertas en ello será un gran beneficio a futuro.
Estrategias para el manejo del estrés
- Establece tus prioridades universitarias
Una de las maneras más efectivas de manejar el estrés es aprender a establecer prioridades. Hacer una lista de tareas puede ser útil para visualizar las responsabilidades y organizarlas en un orden que funcione. A veces, es esencial distinguir entre lo urgente y lo importante. Algunas tareas pueden parecer críticas, pero no necesariamente contribuyen a los objetivos a largo plazo. Enfocarse en lo que realmente importa puede reducir la sensación de agobio.
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- Técnicas de relajación / Mindfulness
Integrar técnicas de relajación en la rutina diaria puede ser un salvavidas para muchos estudiantes. Prácticas como la meditación, el yoga o la respiración profunda ayudan a calmar la mente y el cuerpo. Estas técnicas no solo disminuyen el estrés en el momento, sino que también fomentan una mayor resiliencia ante situaciones futuras. Para tu salud mental itesiana, acompáñate en CJuven.
Dedicar unos minutos al día a estas prácticas puede hacer una gran diferencia en la forma en que se perciben y manejan los retos.
- Conexiones sociales
Las relaciones interpersonales son fundamentales para el bienestar emocional. Es esencial fomentar conexiones con compañeros, amigos y familiares. Hablar sobre los retos puede aliviar la carga emocional y proporcionar nuevas perspectivas. No hay que subestimar el poder de una conversación sincera.
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- Estilo de vida saludable
Un estilo de vida saludable influye significativamente en la forma en que se maneja el estrés. Dormir lo suficiente, llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente son pilares fundamentales para mantener el equilibrio emocional. Estos hábitos no solo mejoran el bienestar físico, sino que también incrementan la motivación y capacidad de enfrentarse a situaciones estresantes.
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- Reflexión y gratitud
Tomarse un tiempo para reflexionar sobre las experiencias y expresar gratitud puede cambiar la perspectiva ante los desafíos. Llevar un diario puede ser una herramienta poderosa. Anotar las cosas por las que uno se siente agradecido ayuda a cultivar una mentalidad positiva y a enfocarse en lo que realmente importa. Si buscas acompañamiento espiritual, acércate al CUI.
El manejo del estrés en la universidad es un reto que muchos estudiantes enfrentan. Sin embargo, abordarlo con compasión y empatía hacia uno mismo puede facilitar el camino. Al establecer prioridades, practicar técnicas de relajación, fomentar conexiones sociales, adoptar un estilo de vida saludable y reflexionar sobre la gratitud, cada estudiante puede encontrar formas de manejar el estrés de manera efectiva.
Recordemos que, aunque la universidad puede ser un período difícil, también es una oportunidad para crecer, aprender y descubrirse a uno mismo. Ser compasivos con nosotros mismos y reconocer nuestras luchas personales es un paso crucial hacia un bienestar duradero.
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FOTO: Zyan André