Con una misa se celebró la Fiesta de San Ignacio de Loyola en el ITESO.
«Y estando allí sentado, se me empezaron a abrir los ojos del entendimiento; no que viese alguna visión, sino entendiendo y conociendo muchas cosas, tanto de cosas espirituales como de cosas de la fe y de letras; y eso con una ilustración tan grande que todas las cosas me parecían nuevas».
Son palabras de San Ignacio de Loyola, un joven soldado español que en 1534 decidió tomar los votos de obediencia, castidad y pobreza. Seis años después fundó la que hoy es orden de religiosos más numerosa de la Iglesia católica, con más de 17 mil miembros según el último censo oficial: la Compañía de Jesús.
Con motivo de la Fiesta de San Ignacio de Loyola en el ITESO se celebró una misa el martes 4 de agosto, en la que se destacó como uno de los rasgos identitarios de la compañía la búsqueda de la articulación de la fe, la promoción de la calidad humana y la ciencia.u
Luis Octavio Lozano, SJ, hizo un llamado a pensar, ver y actuar como Jesús y a hacerlo también como comunidad universitaria. Sugirió tomar un camino que nos humanice y hermane, que nos invite a construir una comunidad universitaria al servicio de las mayorías empobrecidas.
“Ser una comunidad de trabajo colaborativo, discernir más nuestras opciones y decisiuones, no mirar siempre hacia adenutrou. Ir más allá de Periférico, tener la sensibilidad de escuchar y mirar a todas aquellas personas que piden ayuda, esos son nuestros hermanos”, dijo.
El mismo día también se celebró el 400 aniversario del fallecimiento de Claudio Acquaviva, quinto superior General de la Compañía de Jesús y de la misión jesuita en Vietnam. Foto Roberto Ornelas