El PAP Escucha México del ITESO trabaja en un proyecto de transcripción de actividades en vivo

En la pantalla van pasando las láminas de una presentación y apenas se alcanza a ver el rostro de la persona que expone, el sonido falla un poco en mi computadora, pero puedo seguir lo que dicen sin problema, esto porque conforme hablan van apareciendo subtítulos apenas unos segundos después de que pronunciaron las palabras.

De manera formal esto se conoce como estenotipia informatizada y no fue pensado para mí, al menos no por ahora, porque no sé si para el 2050 todavía escucharé bien ya que, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, en unos 29 años una de cada cuatro personas va a tener problemas auditivos.

La presentación en línea es del Proyecto de Aplicación Profesional “Escucha México” del ITESO y la transcripción en tiempo real de esta sesión del cierre del semestre es parte del trabajo que iniciaron en conjunto con la Dirección General Académica para que todas las actividades tengan traducción instantánea para que las personas con discapacidad auditiva puedan seguir el evento.

Laura Romero, profesora del PAP, señala que ya se hicieron pruebas en los auditorios de la universidad y “ya es posible transcribir en vivo cualquier actividad académica y la idea es que en los actos académicos de final de semestre se pueda implementar el servicio de transcripción automática”.

Personal de los Laboratorios del Departamento de Estudios Socioculturales y de la Oficina de Sistemas Informáticos también han colaborado en el proyecto.

Paola Carroll, profesora del PAP, señala que con la emergencia sanitaria las universidades se fueron a la virtualidad y son pocos los profesores “no por falta de interés, tal vez por falta de conciencia, que graban las sesiones para que el estudiante pueda retomarlas o encuentran aplicaciones que les permitan transcribir en tiempo real”.

Agrega que “la discapacidad auditiva al ser invisible prácticamente, pasa desapercibida, no sólo el ITESO, en todas las instituciones. Es una discapacidad con la que se han quedado muy cortos y gracias a la pandemia están buscando desarrollar estrategias que permitan esta parte de acelerar procesos, pero en comparación con otras discapacidades creemos que todavía falta mucho por recorrer”.

Laura agrega que universidades en España, Argentina e Italia comenzaron a prestar el servicio de estenografía, grababan la sesión y una semana después enviaban la transcripción.

“De alguna manera estas transcripciones de las sesiones empezaron a elaborar tutoriales tanto para alumnos como para docentes y decir esto es lo que se tiene que hacer para que realmente el conocimiento pueda llegar a las personas con discapacidad auditiva”.

Otras universidades optaron por integrar intérpretes de lengua de señas “sin embargo no toda la población se comunica así, el mayor porcentaje se acostumbra a hacer lectura labio facial”.