Un grupo interdisciplinario de estudiantes trabaja por la seguridad y prosperidad de personas mayores en el PAP Geronto-tecnología, geronto-diseño y comunicación: ciudades amigables con los mayores en Guadalajara
Suena el despertador, todavía medio dormido te levantas, en tu camino al baño te tropiezas con la alfombra y caes, al intentar meter tus manos para amortiguar el golpe te lesionas una de tus muñecas. Tus huesos todavía son fuertes, así que solo te la inmovilizarán durante un par de semanas en las que deberás sortear tu día a día con una mano, te será difícil, sí, pero no imposible.
Ahora imagina que esto te ocurre cuando tengas 80 años como Francis, tus huesos serán más frágiles y esa caída traerá consecuencias graves. De hecho, este tipo de accidentes es la segunda causa de muerte en personas mayores, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con esto en mente, Mónica Montufar y Andrea Hernández, estudiantes de Arquitectura del ITESO, elaboraron un manual con consejos para que los adultos mayores hagan su vivienda más segura.
La implicación del proyecto no es menor, pues en 31 años la población de adultos mayores aumentará a más del doble, es decir, uno de cada cuatro mexicanos llegará a tener más de 60 años.
“Debemos prepararnos para la problemática que va a enfrentar el país. No tenemos la infraestructura para ellos y tampoco se están tomando las medidas adecuadas para atenderlos”, señalaron las estudiantes al presentar su propuesta de vivienda ideal dentro del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) “Geronto-tecnología, geronto-diseño y comunicación: ciudades amigables con los mayores en Guadalajara” del ITESO.
Durante semanas, Mónica y Andrea acudieron a dos Centros de día del DIF: Primero de Mayo y Oblatos, donde se ofrecen actividades recreativas, culturales y deportivas para personas mayores. Ahí, escucharon e hicieron preguntas sobre cómo apreciaban los espacios en los que viven, con esto como base idearon un manual para que las casas o departamentos donde ellos habitan sean más seguras sin necesidad de hacer adecuaciones o remodelaciones de gran inversión. La idea es identificar los riesgos y quitarlos del paso. Este material se entregó al DIF junto con los otros proyectos que se han trabajado en este PAP.
“La mayoría de las viviendas en el país no están adaptadas para los adultos mayores, afectan y ponen en riesgo su calidad de vida y es por eso que es tan importante hacer un cambio en la formación de arquitectos”, apuntaron las estudiantes y anticiparon un acercamiento con la coordinación de su carrera para proponer se incluya este tema en el programa educativo.
Este es un Proyecto de Aplicación Profesional cuyos orígenes se remontan al año 2000, cuan-do en la carrera de Psicología se comenzó a trabajar con adultos mayores en un Proyecto de Formación Profesional en escenarios de pobreza, cuenta Margarita Maldonado, quien, junto con María Martha Ramírez y Cristina Rojo, coordina el PAP.
En Primavera de 2019 se transformó a ser un proyecto interdisciplinario. Cristina Rojo detalla que esta etapa comenzó como una iniciativa para generar alternativas de envejecimiento saludable y activo dentro del programa Ciudades Amigables de la OMS (https://extranet.who.int/agefriend-lyworld/), al que pertenece el DIF Guadalajara.
Más que talleres
Este semestre de Otoño 2019, estudiantes de Psicología, Nutrición y Diseño del PAP van a los centros de día de Polanco y Primero de Mayo donde imparten tres talleres: alimentación, sexualidad y relaciones afectivas, y conceptos de la vejez. Pero es mucho más que eso, estos espacios son puntos de encuentro entre dos generaciones que son distantes generacionalmente, aquí se reúnen y comparten conocimientos, consejos y confidencias.
Margarita Maldonado destaca la dinámica que ocurre en los talleres mientras observa al grupo de Nutrición. Las y los adultos mayores ponen atención, tienen una actitud de respeto hacia las dos estudiantes jóvenes que en esta sesión les explican el tema del consumo de grasas, esto ocurre también en los estudiantes que escuchan los comentarios que hacen integrantes del grupo e instan al resto a escucharse mutuamente. Este taller tiene un agregado, al frente también está una estudiante de Psicología quien va intercalando ejercicios para favorecer procesos cognitivos como la memoria y la atención.
Al terminar las sesiones de los talleres hay un par de señoras que se acercan a las estudiantes para platicar en privado en alguna de las jardineras del lugar. Luisa Fernanda Basáñez, alumna de Psicología que imparte el taller de sexualidad enfocado a relaciones afectivas, cuenta que la persona que la abordó al final se ponía muy nerviosa al hablar ante el grupo, temblaba y se le llegaba a formar un nudo en la garganta, situación que fue cambiando hasta que ese día ya habló abiertamente con un tono de voz alto y tranquilo.
“Estamos enfocando el taller al amor de familia, amor propio y amor de pareja. Les enseñamos a manejar sus emociones, los empoderamos en esta parte de autoestima”. Agrega que el tema de sexualidad es tabú en esta población en especialidad porque se entiende solo como una cuestión de coito y en el taller se aborda la sexualidad desde una perspectiva más amplia.
“Los adultos mayores son una población que va a seguir en aumento, es un sector que tiene muchas áreas de necesidad, así que estudiantes de todas las carreras pueden enfocarse en los adultos mayores y ellos van a agradecer ese interés por ayudarlos porque son de la población más vulnerable y más ignorada”, lo dice mientras sostiene una bolsa con guayabas que le llevó una de las personas que toma el taller con ella.
Además de la atención emocional….
Este semestre, Dana Domínguez de Diseño tiene la encomienda de diseñar un zapato ideal para las personas de la tercera edad que sea confortable. Así que en las visitas a los centros de día se sienta a preguntarles qué les es más fácil abrochar, si un cierre o velcro, si es mejor un zapato abierto o uno cerrado, si quieren que sean más amplios de adelante, prefieren que sea de piel o de tela y hasta de qué color les gusta su calzado. Conforme avanzan las semanas, los bocetos de estas charlas van detallándose más y al final de este periodo tendrá una propuesta.
Esta se sumará a otras que ya entregó el PAP al DIF, como Punto Mayor, un módulo itinerante para que las personas mayores pudieran asistir, por ejemplo, a talleres de nutrición o psicología, que no pueden tomar los centros del DIF.
Además, estudiantes de las licenciaturas de Mercadotecnia y Comercio y Negocios Globales buscaron acercar el e commerce a los adultos mayores para que vendieran sus manualidades. “Pero se toparon con que el uso de la tecnología no es igual, ni la manera de aprender. Fue un proyecto interesante para ellos porque los hizo caer en cuenta desde dónde tenían que empezar, había un paso previo antes de impulsar este tipo de proyectos”.
Uno de los problemas más fuertes, dice Cristina, es que se segrega a este grupo poblacional. Se habla de incluirlos en el ámbito laboral, pero es difícil que accedan a nuevas tecnologías en un mundo donde las dinámicas comerciales les anula.
“Algunos de ellos decían, ‘yo ya trabajé muchos años y ya no quiero trabajar’, otros querían que los tomaran en cuenta y también que no los pongan a llenar las bolsas de lo que compra la gente. El tema es cómo capitalizar la experiencia que tienen muchos de ellos de manera que se pueda aprovechar en nuevas generaciones”.
En Verano, además del equipo de vivienda ideal, otro equipo puso atención al tema del servicio que les prestan los comercios e idearon una certificación para los comercios amigables con las personas mayores, basados en los criterios de la OMS y en las observaciones de los adultos que asisten a los Centros de día del DIF.
Con ellos se fueron a recorrer los comercios a los que regularmente asisten no solo para evaluarlos, también para hablar con los dueños de los negocios. El tema va más allá de si tienen rampas para ingresar a los negocios, también si tienen dónde sentarse, si hay una fila preferencial, si los anuncios de las ofertas son visibles e incluso si los llaman por su nombre.
Margarita Maldonado señala que, aunque generacionalmente los estudiantes están lejos de los adultos mayores, cuando cursaban el PFP y ahora toman este PAP se van sensibilizando sobre este sector de la población, incluso se van acercando a las personas mayores de su familia, “logran hacer contacto con sus propios ancianos desde otra perspectiva, esto vale la pena”.