Con la participación de representantes de 17 países de América Latina, se llevará a cabo en la Universidad el campeonato Programadores de América 2024, como parte del International Collegiate Programming Contest

Por Daniel Medina

El ICPC (International Collegiate Programming Contest) es la competencia de programación algorítmica más prestigiosa del mundo en la que estudiantes universitarios participan por equipos en un torneo en el que los desafíos implican la solución de problemas prácticos del campo profesional. Al igual que en muchos deportes, la competencia se estructura en varios niveles, desde lo local y lo regional y hasta la gran final internacional. Este 17 de marzo, el ITESO será sede del campeonato para América Latina, que lleva el nombre de Programadores de América 2024.  

Representantes de Argentina, Cuba, Colombia, Brasil, México y otros 12 países del continente pondrán a prueba su creatividad y sus habilidades de innovación en la creación de soluciones de software. El trabajo en equipo y bajo presión es característica inherente de esta contienda, que tiene por misión fomentar la excelencia en el pensamiento matemático y la formulación computacional. 

Los problemas que se plantean no solamente tienen complejidad en su lógica algorítmica, sino que también buscan la aplicación de soluciones viables en el contexto profesional, que necesariamente debe integrar la realidad social.  “Es un deporte de alto rendimiento. No por ser universitario es amateur: es una justa profesional en la que, para obtener ventaja, se requiere de máxima especialización, mucha inversión de tiempo de preparación y entrenadores en matemáticas, física, ciencias básicas y programación”, puntualiza Carlos Hernández Guillot, profesor del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática del ITESO y Director Regional de ICPC México.  

A pesar de que empresas líderes en materia tecnológica como Meta, Google y Microsoft cuentan con sus propias competencias de programación, ninguna tiene la historia, el tamaño, el prestigio y el impacto del ICPC. Su vinculación con el sector industrial es importante, ya que se colabora tanto en la formulación de los problemas a resolver como en ser semillero de talentos. “La estructura de competencia del ICPC es muy robusta: se tienen actividades en diferentes niveles y modalidades, con su propio sistema de gestión de concurso, que permiten una amplia gama de aplicaciones que han permitido que sea una importante herramienta de enseñanza y aprendizaje”, explica el académico. 

Las competencias de programación se han convertido en un mecanismo indispensable para la formación de cuadros en ingenierías, y poco a poco, con el desarrollo exponencial de la inteligencia artificial, se va a expandir a otras disciplinas. “El plan es ampliar la presencia de la programación competitiva en el ITESO, desde las ciencias computacionales hacia otras áreas, a la vez que integramos estudiantes de los primeros semestres, un club extracurricular de programación y la integración de estudiantes y profesores de otras licenciaturas que no son ingenierías”, remarca Hernández Guillot. 

El objetivo a corto plazo es incrementar la participación de estudiantes en las fases preliminares de la estructura de competencia de ICPC, a fin de que desarrollen y fortalezcan sus habilidades, tanto de programación como de resolución de problemáticas sociales, con las potencialidades de la innovación tecnológica. “Existe un ambiente muy favorable con las empresas, con el gobierno, con egresados y con muchos actores de la sociedad civil para cooperar en proyectos estratégicos en materia digital”, dice Hernández Guillot al explicar los múltiples beneficios que se desprenden de la organización de las competencias.  

Obtener la sede del campeonato regional para América Latina requirió un arduo trabajo que llevó a representantes del ITESO a Shenzhen, China para participar en una reunión entre directivos de ICPC y Ren Zhengfei, el director ejecutivo de Huawei, principal patrocinador de los campeonatos mundiales. Al centro de las discusiones estuvo la convicción compartida de que, en el umbral de la llamada cuarta revolución industrial, se deben tomar pasos urgentes para garantizar que el progreso inherente en la innovación tecnológica reduzca la pobreza, aumente la abundancia y mejore las vidas de las personas en todos los rincones del planeta.  

La clave de lo anterior es fomentar el talento de las nuevas generaciones para que contribuyan a las soluciones que sus comunidades requieren. La misión de ICPC ha llevado a esta competencia a ampliar su presencia internacional, y el terreno es fértil para que se celebre el campeonato mundial por primera vez en América Latina. “No quitaremos el dedo del renglón en nuestra aspiración de que Guadalajara y el ITESO sean la primera sede en América Latina de las ICPC World Finals”, concluyó Carlos Hernández Guillot. 

FOTO: Comunicación Institucional