El purificador LIBAR, que no solo previene del virus SARS-Cov-2, representa una vía para impulsar la reactivación económica y el regreso a las clases presenciales
Tener una buena ventilación y calidad del aire en los espacios cerrados se ha vuelto crucial ya que, como lo reconoció la Organización Mundial de la Salud (OMS), la covid-19 se puede contagiar por vía aérea. Sin embargo, muchos comercios como tiendas de abarrotes o restaurantes, así como hospitales y los salones de clase, no cuentan con sistemas de filtrado o purificación de aire que protejan a la población, lo que representa un problema mayúsculo hacia una futura reactivación económica y educativa.
Ante este panorama, estudiantes de las carreras de Diseño e Ingeniería Mecánica del ITESO, integrados en un PAP y coordinados por el profesor Miguel Ángel Huerta Gutiérrez, desarrollaron el purificador de aire LIBAR, que retiene las partículas del virus dentro de espacios cerrados, y cuyo bajo costo de fabricación y producción contribuirá a un próximo regreso a clases o a la plena operación de las pequeñas y medianas empresas de Jalisco.
«Buscamos cómo hacer más seguros los lugares cerrados, que es la gran problemática que existe ahora en la pandemia y donde se están presentando la mayor cantidad de contagios», señaló el profesor Huerta. «Satisfacemos las necesidades de las personas que están un poco más alejadas del acceso a soluciones para reactivar su economía o regresar a sus actividades».
Implementar el purificador lo más pronto posible será una de muchas contribuciones que el ITESO actualmente opera, incluyendo otros 78 proyectos, para contribuir a que la población logre superar los estragos de la pandemia por la covid-19. En este caso, LIBAR será un auxiliar para la operación de las pymes.
Absorbiendo el virus en el aire
Tras cuatro meses de trabajo este Proyecto de Aplicación Profesional (PAP), integrado por siete alumnas de Diseño, un alumno de Ingeniería Mecánica y el profesor Miguel Huerta, denominado «Innovación y diseño de productos con enfoque social», logró completar un prototipo, al cual nombraron como LIBAR por la semejanza del funcionamiento con el de las abejas, las cuales sorben o «chupan» el néctar de las flores, como lo hace el purificador sorbe las partículas del virus que se encuentren en un espacio cerrado.
El sistema consta de un filtro que absorbe partículas mayores a 0.3 micrones, y un ventilador de 12 pulgadas que opera con un motor de tres velocidades y filtra hasta 50 metros cúbicos de espacio, similar al tamaño de un salón de clases. Se fabrica con madera tipo Triplay 18 milímetros (mm), caobilla o pino, un material accesible y de fácil transformación que permitirá a los carpinteros reactivar su economía.
«Nuestro principal objetivo es que (el purificador) sea lo más accesible posible para las personas. Hemos analizado diferentes materiales, costos, y hasta ahora hemos podido desarrollar nuestro prototipo con un costo aproximado de mil 300 pesos, pero nuestra tirada es bajarlo todavía más», comentó a alumna lAchtli Nelli Bautista Monge, estudiante de noveno semestre de la Licenciatura en Diseño y una de las ocho participantes de este desarrollo tecnológico.
La meta del purificador LIBAR es que su costo de fabricación sea menor a los 50 dólares o mil pesos para que, con ello, sea mucho más accesible para más población.
El profesor Miguel Huerta señaló que hay dos posibilidades de hacer llegar el producto a la gente: mediante código abierto (compartir los planos e instrucciones para que las personas construyan el producto por si mismas) o mediante alianzas con empresas, instituciones y gobiernos para que sectores deteriorados por la crisis económica por la pandemia, como los carpinteros, fabriquen el sistema y reciban ingresos por su trabajo.
“Existe capacidad en Jalisco y México para solventar todo lo que se necesite”, manifestó Huerta. “Son dispositivos pensados para que se puedan fabricar en México, con materiales hechos en México, y con ello impulsar la reactivación económica; hay que buscar alianzas para que empresas puedan contratar el servicio o servicios que se requieran para hacer los dispositivos”.
Integrantes del PAP “Innovación y diseño de productos con enfoque social”
Abril Arellano Gaspar, Achtli Nelli Bautista Monge, María José Cázares Cázares, Andrea Delgado Ávalos, Myrna Vianney Figueroa Araujo, Elena Michelle González Avelar, Luz Andrea Jiménez Valdivia, estudiantes de la carrera de Diseño | César Iván Velarde González, estudiante de la carrera de Ingeniería Mecánica.
Miguel Ángel Huerta Gutiérrez | coordinador del PAP y profesor del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano
El prototipo fue nombrado como LIBAR por la semejanza de su funcionamiento con el comportamiento de las abejas cuando sorben el néctar de las flores, ellas «chupan» el néctar , como lo hace el purificador sorbe las partículas del virus que se encuentren en un espacio cerrado.
Hacia una reapertura escolar segura
Un objetivo inmediato de este dispositivo será ayudar a las escuelas de los diferentes niveles educativos a reabrir sus puertas de forma segura, sobre todo tras el anuncio del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, de una vuelta optativa a las aulas el próximo 25 de enero de 2021. “Queremos que los salones de clase implementen este dispositivo y se sientan con el mismo grado de seguridad que cuando toman las clases en el exterior”, mencionó Huerta.
El PAP contó con el respaldo de áreas académicas, administrativas y legales del ITESO y contó con la asesoría de José Guillermo Cedeño Laurent, director asociado del Programa de Edificios Saludables del Departamento de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard; y de Kristal Pollitt, profesora de Epidemiología, Ingeniería Química y Ambiental de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale.
“Estoy contento de lo que se está logrando. Dentro de la tragedia que esto significa para muchas personas y familias, estamos haciendo algo para que sea un poco menor el desastre”, aseveró Miguel Huerta, quien también lidera otros proyectos de innovación para combatir el COVID-19 como el diseño de un cubrebocas incluyente de material transparente.
Para Luz Andrea Jiménez Valdivia, LIBAR es una forma de encontrar una alternativa para acercar a las personas de manera segura y que la covid-19 no sea algo que separe o distancie. «La pandemia nos ha movido a todos, he notado la conciencia que se ha ido creando y reflejando en los proyectos. En lo personal, tenía miedo de entrar a este PAP en línea y la verdad superó todas las expectativas. El equipo que hay detrás y el apoyo recibido ha sido impresionante».
«La pandemia nos ha movido a todos, he notado la conciencia que se ha ido creando y reflejando en los proyectos. En lo personal, tenía miedo de entrar a este PAP en línea y la verdad superó todas las expectativas. El equipo que hay detrás y el apoyo recibido ha sido impresionante».
Luz Andrea Jiménez Valdivia, estudiante de Diseño.
«Nuestro principal objetivo es que el purificador sea lo más accesible posible para las personas. Hemos analizado diferentes materiales, costos, y hasta ahora hemos podido desarrollar nuestro prototipo con un costo aproximado de mil 300 pesos, pero nuestra tirada es bajarlo todavía más». Achtli Nelli Bautista, estudiante de Diseño.