Carlos González, coordinador de Ingeniería Química y aficionado a la música y los cómics, implementó un proceso de revisión del plan de estudios para actualizarlo e incentivar áreas como biotecnología y nanotecnología.

Debido a la importancia de la Ingeniería Química para el desarrollo del país, al ser un elemento clave en temas como la innovación y la investigación en muy diversas áreas (alimentación, hidrocarburos, combustibles sustentables, tratamiento de aguas residuales, por citar algunas), una carrera así requiere de evolución constante para adaptarse a las nuevas necesidades del país y el planeta.

Por ello, el coordinador de esta ingeniería en el ITESO, Carlos González, echó a andar desde el año pasado un proceso de revisión del plan de estudios para actualizarlo y robustecer el papel de disciplinas en pleno auge y crecimiento, por ejemplo la biotecnología y la nanotecnología, además de analizar la necesidad de apuntalar en las asignaturas cuestiones como la ética y la conciencia ambientales, esto con el fin de generar proyectos químicos sustentables.

El académico también contempla fomentar entre los estudiantes el uso de las nuevas tecnologías de telecomunicaciones para la educación, al reconocer que  son herramientas muy útiles para realizar investigaciones, obtener conocimiento en fuentes tanto escritas como audiovisuales y claro, compartir información y mantenerse en contacto con las vanguardias que se generen en el mundo de la química no solo en México, sino en el resto del mundo.

Conectar a la química con el mundo

Un sitio web de colaboración especializada que el coordinador utiliza y recomienda es Mendeley, en el cual es posible intercambiar artículos científicos, consultar bibliografía producida en distintos países y generar de manera sencilla y bien documentada proyectos de investigación de calidad, todo bajo el lema “Organiza, comparte, descubre”.

El uso de las nuevas tecnologías y el impulso a la biotecnología y la nanotecnología, son algunas de las apuestas del coordinador de Ingeniería Química

González relata que su interés por la química nació gracias a la influencia de un profesor y fue a lo largo de su camino académico que empezó a apasionarse por la ciencia. Ha estudiado, trabajado e investigado en varias universidades e instituciones educativas del país, entre ellas la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el Tecnológico de Celaya, la Universidad de Mérida, la Universidad Autónoma de Guadalajara, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) en Guadalajara, hasta que finalmente llegó al ITESO, experiencia que le ha permitido tener una visión y una perspectiva diferentes, afirma.

“Muchas veces no se le permite a los estudiantes dar ese último salto hacia el conocimiento ellos solos y creo que eso es de lo más importante, porque no solo ayuda al aprendizaje sino a su formación integral”.

Además de su profesión, el coordinador itesiano de Ingeniería Química también disfruta mucho la lectura. “Leer a Hermann Hesse [premio Nobel de Literatura de origen alemán, autor de obras como El lobo estepario o Demian] me divierte bastante y, contradictoriamente, también me gusta Stephen King [estadounidense especializado en el género del terror, responsable de El resplandor o Carrie,entre muchos títulos más]”.

“El último libro que leí”, cuenta González, “fue La pianista, de la ganadora del Nobel Elfriede Jelinek [nacida en Austria en 1946]. ¡Buenísimo el libro!” Y tal como le sucede con la literatura universal, este académico se declara fanático de los cómics, los cuales colecciona desde hace cerca de 20 años, siendo su favorito el de los X-Men.

La música es otra de las pasiones del coordinador, quien tiene entre sus géneros predilectos el rock, la música clásica y el jazz de Aretha Franklin, John Coltrane o Miles Davis, especialmente cuando los escucha en formato análogo, ya que se precia de tener una buena colección de discos de acetato. Texto Amaranta Ramírez Foto Luis Ponciano