Octavio Paz fue el personaje principal de la más reciente sesión de Dime Poesía. Hubo textos de cronopios en la playa y famas molestos por accidentes automovilísticos; hubo poesía en inglés a amores anónimos, cuentos hilarantes sobre el deseo de tener el corazón roto, erotismo y metáforas de licántropos, y hasta un poema sobre el deseo de sentir las uñas de alguna novia muerta.

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A los participantes de Dime Poesía que devoran galletas, café y ese vino que envalentona a los tímidos, se les unió la presencia de Octavio Paz. No en persona, pero sí en palabra.

Antonio López Mijares, poeta y académico del ITESO, fue el invitado a la sesión especial en Casa ITESO Clavigero el jueves 28 de marzo, para darle voz a los poemas del fallecido Premio Nobel de Literatura.

Para conmemorar el centenario de su nacimiento, López Mijares entretejió la obra poética de Paz con su propia vida, ya que, según contó, el escritor se le fue presentando en distintas etapas de su crecimiento como estudiante, así que escogió poemas enteros y fragmentos de sus piezas favoritas.

“Octavio Paz sigue siendo en sus poemas un interlocutor necesario que nos enriquece y alimenta”, afirmó López Mijares.

Mostró una segunda edición de Ladera este, obra que recomendó a los neófitos leer una vez que se hubieran familiarizado con su poesía, ya que sus temas espirituales y su ensayo de formas poéticas podrían desconcertar a más de alguno.

Con todo y esa advertencia, el título de Ladera este volvía de vez en cuando en su discurso. “Lo que uno no entiende, en la poesía es lo más incitante”, dijo, sosteniendo el libro desgastado en sus manos, el cual había sido escrito por el Premio Nobel durante su estancia como diplomático en India, y el académico había encontrado en una librería mientras estudiaba la carrera.

Por ser muy largo, López Mijares leyó solo algunas estrofas de Piedra de sol, el poema de largo aliento que él considera el más significativo de la obra de Paz, pero también mencionó y recitó otras de Nocturno de San Ildefonso e Himno entre ruinas, el cual dijo que solía ser un poema muy popular entre los jóvenes estudiosos de su generación.

Como también se celebra este año el centenario del nacimiento de Julio Cortázar, estudiantes de la materia de Literatura Latinoamericana leyeron textos inspirados en Historias de cronopios y famas, los participantes eligieron poemas de Paz para leer, y la velada cerró con la habitual participación de lectores de sus textos originales.

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