La egresada de Ingeniería Ambiental con doble titulación en Geografía y Gestión del Agua, que hoy radica en Francia, se ha destacado por su compromiso con la sostenibilidad y su deseo de generar un impacto profundo en el mundo

Para Paulina Ramírez Quevedo la universidad debía acercarla a su meta de vida: trascender. Y hoy la egresada de Ingeniería Ambiental y Tecnologías Sustentables del ITESO es gestora de proyectos en el Centro Europeo de Recursos Biológicos Marinos (EMBRC, por sus siglas en inglés), un centro de investigación de biología marina en París, Francia. 

Durante sus clases, Paulina Ramírez descubrió, además de los conocimientos técnicos propios de la carrera, un enfoque “muy ITESO”: el ser para los demás a través de combinar herramientas académicas con proyectos de impacto social. A partir de todo ello, la entonces estudiante definió que su camino estaba en encontrar la conexión entre la ingeniería y el aspecto más humano, ese del impacto social. 

“Para mí siempre ha sido muy importante el aspecto social; creo que a veces, como ingenieros e ingenieras, tendemos a desconectarnos un poco de la realidad que viven las demás personas”, menciona. 

A lo largo de su formación universitaria, Paulina encontró inspiración en materias que abordaban temas más sociales, como la economía y la ecología política. Estas áreas complementaron su interés inicial en la ingeniería, permitiéndole desarrollar una visión crítica sobre los conflictos ambientales y la gestión de recursos hídricos, particularmente en América Latina. 

El Centro Interdisciplinario para la Formación y Vinculación Social del ITESO jugó un papel clave en su formación. La egresada recuerda su participación en proyectos como el Observatorio Ciudadano de la Gestión del Agua para el estado de Jalisco y su trabajo con mujeres de la Red Cajititlán, que la dotó de herramientas para conectar la ingeniería ambiental con su lado más humano. 

“Me gusta esta parte de la gestión de proyectos porque me ha abierto puertas para no especializarme en un solo tema. Y eso tiene todo que ver con la ingeniería ambiental, con abrirte a las posibilidades de trabajar en distintos sectores y en distintas áreas. Yo lo veo como ser un pulpo: por ejemplo, yo siempre voy a seguir interesada en la cuestión del agua, pero podría trabajar después con conflictos socioambientales”, afirma.  

Desde entonces, ese ha sido el enfoque que ha caracterizado la trayectoria académica y profesional de Ramírez Quevedo. Esto la ha llevado a participar en proyectos internacionales relacionados con la gestión del agua y los riesgos hidroclimáticos. 

De Guadalajara a Lyon, el camino de la internacionalización 

Al concluir su licenciatura en 2015, Paulina decidió expandir sus horizontes. Después de un año de voluntariado en la organización civil Chakaan Occidente y tras dar clases en TecMilenio, optó por regresar a Francia, país que ya había visitado durante un intercambio académico a la IÉSEG School of Management. 

Ya en el país galo se enroló en la Universidad de París para continuar su formación con un Máster en Geografía, que la llevó a profundizar en aspectos técnicos y políticos de los conflictos ambientales. «En el segundo año, cambié a un Máster en Países en Desarrollo —cursado en la Universidad de Paris Diderot—, y eso me gustó muchísimo», recuerda, y comparte que este programa le brindó herramientas para entender cómo los conflictos socioambientales se manifiestan en la geografía y cómo podía incidir en ellos desde su formación como ingeniera. 

Realizó una pasantía en la Universidad de Lyon, donde participó en un proyecto franco-mexicano sobre el uso de sedimentos en el río Usumacinta, lo que la acercó aún más a su pasión por la gestión del agua. En 2021, concluyó un segundo Máster en Gestión del Agua y Sistemas Acuáticos, consolidando su experiencia en la gestión de recursos hídricos en entornos urbanos. 

Esta experiencia internacional le abrió la opción de trabajar como como Associated Project Coordinator y consultante en la UNESCO, donde se dedicó a proyectos relacionados con riesgos hidroclimáticos, específicamente en el seguimiento de inundaciones. Sin embargo, su inquietud por explorar nuevas áreas la llevó a cambiar de rumbo en diciembre de 2023, cuando asumió un nuevo rol en el Centro Europeo de Recursos Biológicos Marinos, una infraestructura de investigación enfocada en la biología marina y sistemas acuáticos. 

Desde esta posición, Paulina gestiona un proyecto dedicado al ADN ambiental en medios acuáticos, tanto marinos como de agua dulce. Si bien no se dedica a la investigación científica, sí facilita las tareas de coordinación de dicho proyecto. 

 

Los retos como migrante 

Ser migrante ha sido un reto constante para la joven. «Es difícil, es como tener un pie en dos lugares al mismo tiempo. Quieres pisar el otro lado, pero no quieres dejar el pie del lado de dónde vienes», reflexiona. Sin embargo, esta experiencia la ha fortalecido y le ha permitido ver a México con una nueva perspectiva, una que le permite apreciar a su patria aún más. 

En su día a día en París, la ingeniera trata de encontrar un balance entre sus responsabilidades laborales y sus pasatiempos. Le gusta bailar, ser creativa y explorar la ciudad cuando el clima lo permite. Aunque disfruta de su vida en Francia, no descarta la posibilidad de regresar a México en unos años, motivada por el deseo de estar más cerca de su familia. 

Ramírez Quevedo reconoce que su camino ha estado lleno de retos, pero anima a las nuevas generaciones de ingenieros a mantener siempre una perspectiva social en su trabajo. A los estudiantes les recuerda que su carrera académica no necesariamente define quiénes serán profesionalmente. «Tu carrera no es sólo una calificación; es cómo aplicas lo que aprendes en la realidad», afirma. Además, los anima a aprovechar las oportunidades que su universidad les ofrece para explorar otros intereses y enfoques. 

Finalmente, para aquellos que estén considerando la Ingeniería Ambiental como una opción de carrera, Paulina aconseja estar preparados para los retos, pero también para cuestionar lo establecido. «Si te gusta resolver problemas, si disfrutas armar y desarmar un rompecabezas, entonces esta carrera es para ti», concluye. 

 

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